Debemos tener cuidado de extraer de una experiencia solamente la sabiduría que contiene, y detenernos; no seamos como el gato que se sienta sobre la estufa caliente. Nunca volverá a sentarse sobre una estufa caliente (y eso está bien); pero tampoco volverá a sentarse sobre una fría.
Asi me pasó a mi, cuando ya no creía en el amor y casi le rehuia, apareció en mi vida de nuevo y fué mejor que todos, a mis 53 años encontré al hombre mas maravilloso del mundo!!