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Temas para Pensar: MELANCOLÍA
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: Marti2  (Mensaje original) Enviado: 03/11/2009 04:38
MELANCOLÍA
Hay un ser apacible y misterioso
que en mis horas de lánguido reposo
me viene a visitar;.
yo le cuento mis penas interiores,
porque siempre, calmando mis dolores,
mitiga mi penar.
Como el ángel del bien y la constancia,
en los últimos sueños de la infancia
aparecer le vi;
contemplóme un instante con ternura,
y "Oye -dijo-: las horas de ventura
pasaron para ti.
"Yo vengo a despertar tu alma dormida,
porque un genio funesto, de la vida
te aguarda en el umbral;
y benigno jamás, siempre iracundo,
te encontrará, del agitado mundo
en el inmenso erial.
"Yo elevaré tu espíritu doliente;
disiparé las nubes que en tu frente
las penas formarán;
consagra sólo a mí tus horas largas,
y enjugaré tus lágrimas amargas
y calmaré tu afán.
"Seré de tu vivir guarda constante,
y mi pálido tinte a tu semblante
trasmitirá mi amor.
Y te daré una lira en tus pesares,
por que al eco fugaz de tus cantares
se exhale tu dolor.
"Y te daré mi lánguida armonía,
que los himnos que entona de alegría
la ardiente juventud
jamás ensayarás, pobre cantora,
porque siempre la musa inspiradora
seré de tu laúd."
Dijo, y de entonces, cual amiga estrella
alumbra siempre, misteriosa y bella,
mi noche de dolor;
y me arrulla sensible y amorosa,
como arrulla la madre cariñosa
al hijo de su amor.
Y haciendo que en sus alas me remonte
a otro mundo de luz sin horizonte,
de dicha voy en pos;
y entonces de mi lira se desprende
nota sin nombre que la brisa extiende,
y escucha sólo Dios.
Yo te bendigo, fiel Melancolía;
tú los seres que anima la alegría
no vas a adormecer;
porque eres el consuelo de las almas
que del martirio las fecundas palmas
lograron obtener.
Por ti en los aires resonó mi acento,
y para dar un generoso aliento
al pobre corazón,
alguna vez la Patria bendecida
benévola me escucha sonreída
y aplaude mi canción.
No pido más: bien pueden los dolores
destrozar sin piedad las bellas flores
de la ilusión que amé;
que jamás, bajo el peso que me oprime,
mientras un rayo de virtud me anime,
la frente inclinare.

Salomé Ureña de Henríquez



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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: Marti2 Enviado: 03/11/2009 04:39
De: Nati-U Enviado: 06/08/2009 13:39
El fruto caído

             Era la tarde de un avanzado verano. Paseaba yo en las cercanías de una colina poblada de florescencia y fragancias frutales.  La suave brisa vespertina intentaba un diáfano coloquio con las hierbas del campo y trepaba por las gráciles copas de los árboles circundantes.
 
         Rosadas tachuelas teñían los lapachos en flor y las hojas verdeaban las ramas de las higueras apuntando a las sabrosas brevas que madurarían en pocos días más.  Las aves rimaban sus alegrías en cantos de poética algarabía.
         Un fruto en el suelo, captó mi atención.  Detuve el paso, aparté la vista del quimérico paisaje y observé un higo estampado en la tierra.
         -¡Qué lástima! – pensé – un fruto desperdiciado. . .
         Moviendo la cabeza con sincera piedad, incliné las espaldas para acercarme al desafortunado fruto que yacía con sus entrañas destrozadas por el efecto del atroz impacto sobre el rudo suelo.

         -¿Qué te ha sucedido? – inquirí con el ceño cabizbajo - ¿no estabas mejor en las alturas? Toda tu madurez yace desparramada. ¿No pudiste soportar un poco más...?
 
         Dolorido y con el aliento entrecortado, el fruto intentó explicarme:
         -No es fácil mantenerse firme en las alturas.  El viento sacude sin conmiseración. Cuanto más elevada sea tu posición, más propenso estarás de marearte.

         -¿Qué puedo hacer por ti? – le pregunté compasivamente – porque nadie le dará importancia a un fruto caído, y tal vez te echen a un lado para que no molestes el paso. Y al mismo tiempo tomé en mis manos al infortunado fruto que descubrí en mi camino, que de haber permanecido en el árbol, hubiera sido la delicia de un paladar.
 
         En su último estertor, susurró: ¡Ama al caído! ¡Levántalo! ¡Tiéndele la mano con misericordia! ¡Gracias por recogerme así como estoy!
 
         Y aún, con la voz muy débil, le oí decir:

-Advierte al mundo que no todos los que llegan a las alturas
 saben cómo bajar.
 
 Margarita Sharp de Priora.
Nati

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: Marti2 Enviado: 03/11/2009 04:39
De: Buhoblanco Enviado: 12/08/2009 06:31
"MELANCOLÍA: Extraña dolencia del alma que agujerea al cuerpo; de sabor  agridulce. Un poeta le otorgó un pico voraz y dolorosamente tierno. Otro poeta la llamó rosa del aliento y damisela soledad. Para el sujeto desprevenido, la melancolía puede ser -en definitiva suena así y origina confusiones varias- un dulce tentador. Ingerir en grandes proporciones puede ocasionar trastornos serios en los recuerdos y desequilibrar la dieta de vida de cada jornada. Es improbable que un animal sentipensante  pueda existir sin haber paladeado alguna vez un poco de melancolía"


 
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