“Para abrazar el éxito, no hay que meter las manos para quitar los obstáculos, hay que vivir los buenos y malos momentos. Ser feliz no depende de las circunstancias que nos rodean o de lo que tengamos o dejemos de tener físicamente, más bien es una decisión personal, que con lleva el aceptar las responsabilidades y consecuencias de nuestras decisiones”.
“Todos en la vida tenemos un reto que nos va a marcar, un parte aguas, para mí fue mi discapacidad. He aprendido muchas cosas positivas, he entendido que hay que quitarnos los zapatos del alma para vivir nuestra libertad, muchas veces juzgamos a los demás por nuestras decisiones y por nuestros temores, tratamos de ser alguien que no somos y nos quitamos la oportunidad de desarrollarnos”.
“Mi única intención es que las personas cuando vean a Adriana, se queden con esta visión: si Adriana que no tiene brazos intenta ser feliz, yo que tengo mis brazos, o que estoy en la misma circunstancia, entonces puedo lograr lo mismo o el triple de sueños que ha realizado Adriana, puedo ser mejor persona, y puedo ser feliz el triple. Ese es mi único deseo, ese es el trabajo que tenemos que hacer todos los días, ser mejores y ser más felices de lo que el día de hoy somos”.