Alguien dijo una vez que la mejor forma de sentir el bosque
es pasear por él sin usar la vista.
Si la próxima vez que entres en un pinar lo intentas,
comprobarás que es verdad.
Tápate los ojos o ciérralos y camina sintiendo bajo tus pies el suelo seco y duro, quédate "plantado" un rato como los pinos y escucha el murmullo del viento sobre las copas de los árboles,
acércate a un tronco y con tus manos toca su corteza y piensa que ese pino puede que este ahí desde mucho antes de que tú nacieras, inspira y capta los ricos olores del pinar, huele a resina, a romero,. por fin abre los ojos y mira a tu alrededor.
Seguramente
tendrás una nueva visión del bosque