A veces nos preguntamos: ¿de qué nos reímos?
La respuesta es fácil, nos reímos para no llorar. Imagínense con todo lo que sucede a diario en cada uno de nuestros países, si no tuviéramos el refugio del humor... el servicio de atención al suicida sería el organismo con el mayor "call center" del mundo.
El humor es la actitud que nos permite sobrellevar todas nuestras miserias, que son las mías, las tuyas, las de todos.
Dije "miseria", y esa es una palabra universal... y con ella también hacemos humor. Yo visité un país donde era tal la miseria que el niño le decía a su madre: ¡mamá, quiero caca! Y la madre le contestaba: ¡pues no hay!
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Y para miseria, la de las pensiones de los viejitos, igualmente magras en todos nuestros países comparadas con las de los países desarrollados. Al lado de mi casa vive un abuelo que me dice que, a este paso, la comida en vez de comprarla va a tener que alquilarla. Y hasta tuvo que vender su bicicleta, porque no la podía mantener...
Ahora, si se trata de reír para no llorar, yo no sé que está peor, si la economía o la seguridad. Es tanta la inseguridad que, en muchos de nuestros países, los ladrones salen a robar de día... porque de noche les da miedo.
Claudio Rico