ENTREVISTA
Norman Finkelstein, intelectual estadounidense: "Debemos centrarnos en nuestro objetivo: acabar con la ocupación"
Norman Finkelstein es un profesor norteamericano progresista de origen judío e hijo de supervivientes del Holocausto nazi. Finkenstein es un prominente crítico del Estado de Israel y de sus políticas coloniales. Autor de libros tan controvertidos como Imagen y Realidad del Conflicto Israelí-Palestino o de La Industria del Holocausto, participó el pasado mes de octubre en "La Iniciativa de Bilbao: Hacia una paz justa en Palestina", donde tuvimos la ocasión de entrevistarle.
Israel, como parte del movimiento sionista, se define a sí mismo como un "Estado judío". ¿Existe futuro alguno para un Israel sionista?
Foto: Lina M. Etchesuri Tenemos que fijarnos unos objetivos realistas y la gente actúa ahora como si todo el problema con Israel fuera que es un Estado sionista, judío, y no un Estado secular como en Sudáfrica. Es cierto que el Gobierno sudafricano abolió el régimen del Apartheid, pero si hablas con expertos sudafricanos como John DugardJohn Dugard: profesor sudafricano de Derecho Internacional. Ha sido juez en la Corte Internacional de Justicia, rapporteur especial en las Naciones Unidas y ha escrito extensamente sobre el Apartheid en Sudáfrica. [1] te dirán que la situación actual del sudafricano negro medio es peor que durante el régimen. Eliminar un sistema de discriminación legal no significa que alcances la utopía y que ahora todo sea perfecto. Tengo problemas con la idea de centrarse reiteradamente en el hecho de que Israel es un Estado judío, de manera que si eliminásemos esto, todo pasaría a ser normal, perfecto. Es cierto, eliminamos el régimen del Apartheid en Sudáfrica pero, ¿acaso está todo bien ahora?
El primer objetivo debería ser el de acabar con la ocupación (incorrecta según el consenso internacional) ya que disponemos de una posibilidad real para lograrlo. La gente no se está concentrando en los verdaderos motivos de por qué hacemos todo esto. Concentrémonos en este objetivo y trabajemos para llegar a él en lugar de entrar en los debates de si Israel es un Estado sionista (mientras que los regímenes que lo rodean son igual de despóticos y policiales que él) si hay un régimen de Apartheid como en Sudáfrica, o si debemos tener uno, dos o tres Estados.
¿Qué piensa usted de la comparación entre la situación de Israel y los Territorios Ocupados con la Sudáfrica bajo el régimen del Apartheid?
No creo que la comparación con Sudáfrica sea la correcta por toda una serie de razones. Antes de los acontecimientos de junio de 1967 [2], los palestinos (árabes) de Israel no disfrutaban del pleno derecho de ciudadanía, al ser considerados ciudadanos de segunda clase. Lo compararía con la situación de los negros en los Estados Unidos, pero la diferencia es que la población afroamericana era mayoría en los Estados del sur, y no podían votar, mientras que Israel controla minuciosamente el porcentaje de palestinos dentro de su territorio [3]; mientras ese porcentaje no afecte a la mayoría judía, Israel les otorgará el derecho al voto. Además de la situación de segunda clase para los palestinos que viven en Israel, hay que tener en cuenta la ocupación en Cisjordania y Gaza, que desde mi punto de vista no puede compararse con la de Sudáfrica, porque creo que es mucho peor.
Usted afirma que si los Estados Unidos dejaran de apoyara Israel, la población judía se olvidaría rápidamente del Estado judío. ¿Cuál es el apoyo actual de los judíos norteamericanos a Israel?
A nivel gubernamental, la unión entre los dos gobiernos es muy fuerte, e Israel continúa siendo el máximo aliado de los Estados Unidos en Oriente Medio, pero existe una gran diferencia entre lo que hacen los gobiernos y lo que hace la gente. Una inmensa mayoría de la comunidad judía ha perdido interés por Israel. En mi opinión, se sienten avergonzados, ya que uno no puede sentirse orgulloso de un Estado del que sólo te llegan noticias de corrupción, violación de los Derechos Humanos, etc. Pero sólo nos fijamos en la minoría activa de los judíos pro Israel. Un ejemplo: el informe norteamericano de los servicios de inteligencia afirma que Irán no está fabricando armas nucleares, pero Israel no acepta este informe y está obsesionado con que hay que atacar a Irán. Llegamos a la conclusión de que no es un país normal debido a su obsesión por la guerra. Para los liberales judíos norteamericanos, Israel es una ofensa a sus valores y ha dejado de ser un Estado al que puedan defender. Siempre digo que Israel es como esa "tía loca" que encierras en el ático porque no quieres que la vea nadie, porque es una vergüenza. Como profesor universitario, he estado en contacto con muchos jóvenes norteamericanos judíos y sé como piensan; entre estos jóvenes, el apoyo a Israel se está volviendo nulo.
Para muchos, existe una unión inextricable entre el crecer como un judío y el crecer como un sionista. ¿Qué hizo que usted rompiera con esta unión?
No estoy de acuerdo con esta idea de que crecer en el seno de una familia judía implica crecer con la ideología sionista nista. Sería más correcto decir que crecer en el seno de una familia judía implica ser más consciente de Israel. Como judío puedo decir que siento responsabilidad respecto a las políticas de Israel, porque Israel proclama que representa a todos los judíos, valiéndose de la historia y del sufrimiento del pueblo judío para justificar sus políticas. Mi familia no era sionista, de manera que no siento una especial conexión entre el sionismo y el judaísmo. Hoy en día la gente no es sionista por convicción, por un compromiso ideológico, sino por sus propios intereses políticos o financieros.
¿Cómo puede definirse uno mismo como secular, ateo y a la vez, judío?
Nadie tiene el derecho de decirle a otra persona cómo debe identificarse. Me declaro ateo, secular y, francamente, no se nada sobre religión o historia judía, pero sí, soy judío. Viendo mi apellido se sabe que soy judío: Finkelstein, judío. Pienso que las personas tienen que ser tolerantes entre ellas y que no debemos definir a los demás por quienes son o quieren ser; mientras no hieras a los demás, deja que cada uno sea lo que quiera.
Cómo definiría a los sionistas de hoy en día. ¿Existen los intelectuales sionistas o son sionistas oportunistas sin un compromiso por la causa?
Personalmente, me da igual si alguien se define como sionista. Sionismo significa compromiso con una idea, y muchos de estos a los que llamamos siosionistas, lo son por una cuestión meramente oportunista: estuvo de moda ser pro israelí y convertirse al sionismo. Pero, ¿acaso renuncian a algún placer terrenal o se sacrifican por el hecho de ser sionistas? Puedo decirle que no y le citaré un ejemplo. Antes de 1967, Alan Dershowitz [4] nunca pronunció una palabra sobre Israel o el Holocausto; él mismo confiesa que cuando creció, nunca presenció ninguna conversación en la que se hablase del Holocausto o de Israel. Gente como Dershowitz nunca había visitado ni había reclamado Israel antes de 1967 y ahora dicen ser sionistas.
Aún existe la idea de que porque uno es judío tiene que ser sionista (a menos que se declare no sionista) y pro israelí; pero mirando la Historia, no existe ninguna evidencia de esto y le diré por qué: eres judío, vives en los Estados Unidos, tienes grandes oportunidades, tienes una carrera prestigiosa y haces dinero. Sólo te preocupas de tus placeres terrenales y no del sionismo. Esta gente no está comprometida con una idea, con una causa; quieren poder, y les da igual quién está en el poder mientras mantengan sus cuentas corrientes; es con esto con lo que están comprometidos. Lo peor es el mal uso y la incomprensión del concepto del sionismo. ¿Qué significa ser sionista hoy en día? No significa nada. No estás luchando en contra de fanáticos ideológicos sino de gente que sólo se preocupa de sus placeres terrenales. Debemos dejar de centrarnos en la lucha contra abstractos ideológicos como el sionismo y centrarnos en aquellos que defienden el Estado de Israel.
En su libro La Industria del Holocausto usted afirma que antes de 1967 las palabras Holocausto o Israel no figuraban en la vida de los judíos. ¿Cuándo empieza la verdadera industria del Holocausto?
No es hasta el juicio de Adolf Eichmann [5] cuando los judíos empiezan a hablar del Holocausto. Ben Gurion usó el juicio como herramienta para constituir la identidad nacional en Israel, ya que Israel no dejaba de ser un lugar muy diverso, con judíos que llegaban de todo el mundo, y Eichmann sirvió como vehículo para unificar a los israelíes. Cuando crecí en Estados Unidos a nadie le importaba la historia de los supervivientes del Holocausto. Nunca nos han preguntado, ni a mí ni a mis padres, sobre lo que pasó durante el Holocausto. De hecho, tenías que sentirte avergonzado por ser hijo de supervivientes y la pregunta era qué habías hecho para sobrevivir, sobreentendiéndose que habías tenido que estar metido en algún asunto sucio, porque lo único que se decía es que los judíos habían ido a los campos de concentración como los corderos van al matadero. El Holocausto fue útil para Israel al convertirse en una industria para aquellos que aprendieron a manipular el sufrimiento judío con el fin de obtener beneficios políticos y económicos.
Usted ha comentado que como consecuencia de sus radicales posiciones políticas, ha pagado un precio muy elevado en el plano personal. ¿Se ha sentido también alienado de la comunidad judía?
No me siento alienado porque creo que he sido capaz de encontrar un público que está dispuesto a escuchar mi discurso disidente sobre las terribles acciones de Israel, la violación del derecho internacional y de los Derechos Humanos por parte de este Estado. Un público que comparte conmigo valores, ideas y opiniones, lo que personalmente ya es de por sí satisfactorio. Institucionalmente hablando, y sin querer ser un mártir, obviamente tengo muchos problemas, ya que no puedo conseguir un trabajo como profesor y tengo muchas dificultades para publicar mis libros. Pero puedo decirle que ahora ya no siento las hostilidades y que me siento más aceptado. Ahora se me considera un conservador y muchas veces a la gente no le gusta lo que digo porque no me quiero centrar en temas como el sionismo o a la idea de uno o dos Estados. He dedicado toda mi vida a esta causa y me gustaría ver como al final sale algo de todo esto, porque estoy convencido de que podemos ganar.
¿Cree que hemos avanzado? ¿En qué momento de la lucha cree usted que hemos fallado?
No existe continuidad institucional y las nuevas generaciones no hacen más que reinventar sobre lo que ya está inventado. Con esta continuidad, las viejas generaciones les diríamos: "esto es lo que pasó antes y no lo queremos volver a hacer; no queremos volver atrás". Pero como no hay continuidad institucional, cada nueva generación empieza de cero y no hay progreso, lo que me parece personalmente muy frustrante. Los israelíes nunca habrían podido construir el Muro si se hubieran encontrado con una resistencia popular no violenta o si se hubiese presionado a los gobiernos para que obligaran a cumplir con las resoluciones del derecho internacional, como ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, donde todas las resoluciones estaban a favor de los palestinos, y los israelíes lo sabían perfectamente. Pero, ¿qué hicieron los líderes palestinos? No hicieron nada. Los israelíes se aseguran de que todo el mundo conozca cada una de sus victorias pero nosotros, por falta de coordinación, no hacemos nada y las tiramos a la basura.
Usted propone medidas prácticas contra la ocupación. ¿Nos propone alguna?
Por ejemplo, las organizaciones de Derechos Humanos han dicho que los puntos de control o checkpoints son ilegales. Una buena campaña en cada pueblo palestino, con apoyo y presencia internacionales, contra los checkpoints sin el uso de la violencia, remitiéndose a los informes de Amnistía Internacional o Human Rights Watch habría terminado con los checkpoints hace tiempo. Pero no hay liderazgo, no hay coordinación, no hay estrategia. Hay discusiones políticas sobre conceptos abstractos que no inciden sobre la vida diaria de las personas y que no ayudan a mejorar su situación. Así no vamos a ganar nunca.
Mireia Gallardo Avellán
Pueblos 35
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Mireia Gallardo Avellán es delegada de Paz con Dignidad en Palestina. Esta entrevista ha sido publicada en el número 35 de la Revista Pueblos, diciembre de 2008.
Notas
[2] Junio de 1967: Guerra de los Seis Días en la que Israel ocupó el Sinai, los Altos del Golan, Gaza, Cisjordania y Jerusalén (incluyendo la Ciudad Vieja).
[3] Porcentaje: 20 por ciento palestinos – 80 por ciento israelíes judíos.
[4] Alan Dershowitz: abogado, jurista y analista político (especialmente del conflicto israelí-palestino) estadounidense.
[5] Adolf Eichmann: teniente coronel de la SS nazi, responsable directo de la Solución Final y de los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Huyó a Argentina, donde fue descubierto por los servicios secretos israelíes (Mossad), extraditado a Jerusalén, juzgado y ahorcado por haber cometido crímenes contra la humanidad.