Cuando un gato tiene los ojos bien abiertos quiere decir que siente curiosidad por algo o que está contento, aunque si las pupilas están dilatadas podría indicar una preparación para un ataque.
Si cuando está solo y acostado o mientras está siendo acariciado por alguna persona, mantiene los ojos entrecerrados, significa que está relajado.
El maullido también es una forma de hacerse entender. El gato es capaz de maullar de diferentes maneras, tonos, volumen, intensidad y duración. Deberás prestar atención a estas diferencias para entender qué significan.
Cuando un gato sacude la cola, indica descontento. Si la cola está totalmente erguida y recta pero con la punta hacia un lado, significa que algo le interesó. Si está totalmente recta, indica que está feliz. Si la lleva a un nivel bajo, cercano al piso, es señal de que su actitud es sumisa.
Cuando un gato refriega su costado o su cara contra una persona o contra algún lugar u objeto, es porque está marcando su territorio. Si lo hace contra una persona, pero utilizando su hocico en primer lugar, indicará una demostración de afecto.
En cuanto a sus bigotes, si está enojado, los llevará más cerca de su cara y los mantendrá inmóviles.
La posición de las orejas también tiene un significado. Si se encuentran rectas y las mueve ante diferentes sonidos, significa que está alegre. Si están hacia atrás podría estar asustado y a la defensiva. Si las coloca rectas y en ángulo hacia los costados, estará listo para agredir, sobre todo cuando además, maulla.
El ronroneo es normalmente una señal de que está a gusto, aunque los gatos también suelen ronronear cuando sufren algún dolor. Es importante saber diferenciarlos.
Cada gato es único, por lo tanto, si quieres entenderlo, deberás observar y relacionar todas sus actitudes en las distintas situaciones cotidianas. Existen razas que utilizan más o menos el lenguaje vocal.