MUJER SUBLIME
Con tu exquisito corazón sincero, eres belleza en presencia silente, tu paso eterno como una huella ingente, ilumina la vida cual lucero.
Mujer sublime, eres madre abnegada, amiga de fierro, hermana del alma, cobijo y abrigo llevando calma, al corazón de una vida apagada.
Las huellas de tu camino son luces, pronunciando sólo amor y dulzura, alejas las penas de tantas cruces.
Doncella o princesa con fiel ternura, enamorada que la fe trasluces, entre alegrías de fina hermosura.
Canta en los jardines a contraluces, cubre la nostalgia sin amargura, mujer sublime que nunca desluces.
BLANCA N. GARCÍA GONZÁLEZ
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