Neozelandesa subasta fantasmas en una botella
Avie Woodbury, de Christchurch, dijo a los medios que había capturado los espíritus después de una sesión exorcista que le había costado 100$. Luego puso los fantasmas en agua bendita y los guardó en viales separados antes de decidir subastarlos. La página de la venta consiguió más de 200.000 visitas antes de que la subasta terminara el lunes, una semana después de la apertura de la campaña. "Sólo quiero librarme de ellos porque me asustan.... pero alguien podría quererlos para jugar con ellos", dijo la mujer. Asegura que siente mejores vibraciones en su casa después del exorcismo. La puja ganadora es de una empresa de cigarrillos electrónicos, que ahora está buscando qué hacer con los viales.
Hace unos años se podría calificar de brujería, o de magia. Alguien vende aire, gana dinero y se hace famoso. Ahora ya no nos asustamos de que un ilustre desconocido sin mérito cambie su suerte y se haga popular. Pero gracias a los idiotas que los ven. Voy a subastar una botella llena de flatulencias. A ver cuanto pagan. Y, por cierto, serán más gratificantes que los fantasmas de esta señora, los míos al menos olerán. A rosas.