Vivía en un mundo ideal en un tibio nido en donde nada me faltaba.
Pero poco a poco se fué quedando chiquito y supe que algo iba a suceder. Y un día algo poderoso tiró de mi fuera de él.
Así llegue a otra realidad Al principio, me sujeté fuerte entre los brazos de mi mamá, estaba cerca de mi nido, el tic.tac de su corazón era el mismo, y la tibieza de su cuerpo me recordaba la otra tibieza.
Poco a poco fuí abiendo mis ojos al nuevo mundo que de ahora en mas sería mi hogar.
Poco a poco, fui creciendo, y conociendo mi nuevo mundo. Y poco a poco fuí amándolo.
Hoy ya grande comprendí que pasé de un paraíso a otro. Un paraíso con los colores del arcoiris, y con el mismo sonido del corazón de mi mama.
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