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Socio-Política: Escudos antimisiles
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De: Marti2 (Mensaje original) |
Enviado: 23/04/2010 07:03 |
La ilusión del escudo antimisiles.
El escudo de la invencibilidad por Nicolas Ténèze
Resultado de la colaboración entre la industria militar de Estados Unidos y la de Israel, los escudos antimisiles deberían garantizar el dominio de esos dos países sobre el resto del mundo al proporcionarles la enorme ventaja que representa la posibilidad de golpear [atómicamente] al adversario sin temor a represalias. Treinta años más tarde, todo queda en mucho ruido y pocas nueces. Nada funciona como se esperaba. Eso sí, los gastos son exorbitantes. En este primer artículo, Nicolas Teneze analiza las ideologías que han dejado su impronta en tales proyectos y pasa en revista la larga lista de armas imaginadas.
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La Estrella de David (en hebreo מגן דוד, Magen David), también llamado escudo de David. __________________________________________
Un enfrentamiento entre Estados Unidos y Rusia se está produciendo actualmente en torno al tema de la instalación de un sistema antibalístico [estadounidense] en Polonia y en la República Checa.
Oficialmente, el objetivo de dicho sistema sería contrarrestar una amenaza de potenciales enemigos, especialmente de parte de los enemigos provenientes del Gran Medio Oriente, a la cabeza de los cuales estaría Irán.
La defensa antimisiles constituye un objetivo que data de la aparición misma de los misiles balísticos y su finalidad es la de poder atacar sin tener que preocuparse por la lógica respuesta del enemigo, o sea modificar el equilibro del terror, lo cual implicaría al mismo tiempo reactivar la carrera armamentista con la eterna lucha entre la eficacia de la espada y la del escudo.
La defensa antimisiles modifica por lo tanto la regla del juego de manera tal que: «La guerra nuclear deja de ser guerra ya que elimina el principio agonal del duelo convirtiéndolo en asesinato de una víctima indefensa» (Poirier) [1]. Los más preocupados por la obtención del escudo antimisiles son, en primer lugar, los dos Grandes. Muchos ignoran sin embargo que Israel también ha tratado de alcanzarlo, tanto por razones de orden estratégico que por motivos culturales.
Aliados desde hace mucho tiempo, Estados Unidos e Israel, que enfrentan las mismas amenazas, han desarrollado juntos varios programas antimisiles. Los dos manifiestan un apego de orden cultural a la integridad de su territorio (seguridad absoluta, mito de la inviolabilidad de las fronteras física y tecnológica, superioridad tecnológica), convencidos de que los tratados internacionales y bilaterales y las diferentes manifestaciones de la disuasión no son lo suficientemente eficaces.
La intercepción de un misil es algo complejo. En 1999, un informe oficial estadounidense indicaba que, debido a la curvatura terrestre, la detección por radar de un misil del tipo crucero sólo era posible a menos de 32 kilómetros del punto de impacto, lo cual reduce en la misma proporción la capacidad de reacción, de decisión, de precisión y, por consiguiente, la eficacia de todo el proceso.
Como señaló Barack Obama en su discurso de Praga [2], las recientes críticas contra los escudos antimisiles fueron motivadas, en primer lugar, por su elevado costo y su poca eficacia, así como por su inadecuación. En momentos en que se retoman los proyectos de escudo antimisiles para satisfacer a los grupos de presión del complejo militaro-industrial, aunque con fuertes reducciones, la administración estadounidense expresa públicamente sus dudas en cuanto a sus posibilidades de concretización y hasta el interés mismo de interceptar misiles balísticos o de teatro [en referencia al teatro de operaciones. NdT.].
Para explicar esta contradicción es indispensable hacer un recuento cronológico crítico de los antimisiles que Estados Unidos e Israel han concebido de forma conjunta.
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De: Marti2 |
Enviado: 23/04/2010 07:06 |
Enumeraremos primeramente las razones estratégicas y culturales que llevaron a la concepción de los escudos antimisiles en Estados Unidos y Europa. Explicaremos después el fracaso técnico y financiero de los programas MIM 104 Patriot/Arrow. Para terminar, demostraremos que esta tendencia se ha extendido a los antimisiles de energía dirigida (programa THEL/Nautilus), como resultado de su demostrada ineficacia en la intercepción de simples cohetes entre los años 2002 y 2009.
Los antimisiles o la reciprocidad de la disuasión
Estados Unidos financia la protección de Israel. Lo hace, por un lado, porque ambos Estados se aliaron contra la URSS y los aliados de aquel país, algunos de los cuales siguen representando una amenaza. Y, por otro lado, porque los posibles adversarios de Washington saben que para obtener algo basta con amenazar a Israel ya que Israel dispone de medios de presión en Estados Unidos y viceversa. Washington y Tel Aviv comparten la noción de homeland que, según explica Kim Holmes [3], es «moralmente justificable».
Tanto Estados Unidos como Israel se niegan a «entrar en el juego de la aceptación de la vulnerabilidad», tolerada únicamente por defecto ante la antigua URSS pero considerada como inaceptable ante los «pequeños países», en parte porque estos últimos pueden, según Washington y Tel Aviv, comportarse de forma irracional. Se considera inmoral que la estrategia del débil ante el fuerte permita que un «Estado renegado» infrinja el orden deseado por los cinco miembros permanentes [del Consejo de Seguridad] de la ONU.
En aquella época, en efecto, Oskar Morgenstern, creador de la «teoría de los juegos» que preconiza la ofensiva aplicada a la estrategia nuclear [4], encuentra la oposición de Bernard Brodie, quien estima que el principio de «Destrucción Mutua Asegurada» (MAD, en referencia a sus siglas en inglés) hace depender «la seguridad de Estados Unidos de la capacidad del Kremlin para mantenerse racional», lo cual considera «inaceptable» [5].
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De: Marti2 |
Enviado: 23/04/2010 07:07 |
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De: Marti2 |
Enviado: 23/04/2010 07:08 |
Otros factores son el rechazo de la «fatalidad» y el «síndrome de Pearl Harbour», o sea el temor a un ataque sorpresivo contra la superpotencia acostumbrada a imponer su voluntad. Se trata de evitar que Washington y Tel Aviv respondan con armas de destrucción masiva (ADM) al uso de otras ADM.
Los defensores de ese argumento piensan que [un escudo antimisiles] permitiría reducir la cantidad de ojivas nucleares de los beneficiarios del escudo (o desproliferar, si se lleva dicha reflexión a su expresión más extrema) y recuperar una libertad de acción libre de consecuencias [6]. Se trata también de ofrecer una protección integral (full dimension) a la vez contra el terrorismo, contra la inmigración, contra los diferentes tipos de tráfico y contra las ADM.
Sin el escudo, la disuasión no sirve de nada. [El escudo] protege de la destrucción, pero también protege contra el miedo al golpe. En esto reside el otro aspecto de la disuasión, en la reciprocidad. «Puedo golpear sin temor a represalias».
Para las naciones occidentales en su conjunto, el escudo tiene también una dimensión moral. En la retórica de las «democracias», el escudo (shield para Estados Unidos, magen para Israel) es únicamente para los Estados con preocupaciones morales, que anteponen la defensa al ataque. El primer golpe nuclear, bacteriológico o químico es cosa, supuestamente, de las potencias del Mal. La defensa y las represalias, que se asocian a la idea del segundo golpe, están del lado de las «democracias», al menos teóricamente y haciendo abstracción de las realidades más triviales.
Un magen tecnológico para Israel
Debido a su cultura y su historia, el pueblo judío y el Estado israelí (que son dos entidades diferentes) han aprendido, a su pesar, a vivir en peligro y a convivir con él de forma permanente. Israel, más que cualquier otro Estado, da enorme importancia a la vida de sus ciudadanos-soldados, en parte gracias a la noción de pueblo «elegido» o «escogido» (según la traducción comúnmente admitida). La sociedad israelí se siente especialmente orgullosa de ser la única en el mundo que propone (teóricamente) a sus ciudadanos una organización y estructuras que la protegen contra todo tipo de amenazas.
«Existo sólo por el peligro. Me protejo, luego existo.» Así pudiera resumirse esa filosofía. Por ejemplo, la divisa del Shin Bet [Servicio de Seguridad General de Israel, rebautizado como SAVAK. NdT.] reza Magen velo Yerahé, o sea «escudo, sin tacha e invisible». Este paréntesis se extiende también al concepto de «Muralla de hierro» de Zeev Jabotinsky, doctrina elaborada en 1923 por el teórico del Gran Israel y que refiere la necesidad de crear una fuerza de protección [7].
En vez de actuar como Francia, que fue abandonando paulatinamente la línea Maginot después de obtener la bomba atómica [8], Israel sigue construyendo barreras de seguridad y fortificaciones cuyas características recuerdan a veces la mentalidad de limes romano, o sea la voluntad de obligar al enemigo a combatir en un terreno seleccionado y preparado de antemano. Una de las máximas de Tsahal [El ejército israelí. NdT.], toar haneshek, o sea «la pureza de las armas», expresión del teórico sionista Yitzhak Tabenkin, incluye específicamente la idea de priorizar la defensa «tanto como sea posible» antes de pensar en la respuesta.
El escudo debe reducir los efectos de las guerras y del terrorismo. La ciencia puede construirlo. Lo cual explica la noción que desarrolla el ingeniero Yuval Neeman, uno de los «sacerdotes» de la disuasión israelí, sobre el «escudo tecnológico de Israel» [9]. Ella encarna, según Neeman, la superioridad tecnológica protectora, atribuyendo así al ingenio científico judío una respuesta civilizada ante la agresividad bárbara y oscurantista del adversario.
La búsqueda israelí de la pureza de las armas (toar haneshek) y de la seguridad absoluta (bitakon) está condenada al fracaso permanente ya que, por definición, la seguridad absoluta no existe. Israel tenía a su favor dos factores de superioridad. La superioridad militar y la superioridad moral debida al holocausto.
El escudo debe impedir las guerras y el terrorismo, o por lo menos reducir sus efectos, así como el uso, por parte de Israel, de sus propias ADM y armas convencionales en función de represalias. Para comprender esa estrategia hay que recordar que la extensión de Israel es muy reducida, que Israel es un one state bomb, o sea que el Estado de Israel puede ser arrasado con una sola bomba atómica y que sus relaciones con unos 50 países son de carácter esencialmente conflictivo. No puede por lo tanto darse el lujo de sufrir una destrucción y una total desorganización de su ejército, de su economía y su población, y está obligado a concebir su propia defensa como preventiva.
La noción misma de escudo se inscribe en una lógica cultural. Es como la muralla de la fortaleza de Masada, como la kippa, el talith (el chal de franjas) y el muro de las lamentaciones, símbolo de civilización pero también barrera (muro del templo) ante la maldición divina. El «escudo» es también el de la fortaleza de Masada y la laager mentality. Proteger a cualquier precio una tierra prometida, ofrecida, conquistada por la fuerza, merecida y valorada a través de las armas defensivas. Aunque los especialistas le atribuyen una gran diversidad significados, el magen es el sol, la mezcla de la Trinidad divina y la trinidad humana.
Cuenta la tradición que David, perseguido por Saúl, se refugió en una cueva. Los soldados penetraron en ella, pero David se escondió bajo una tela de araña (en forma de estrella) que lo protegió. Esa noción de escudo reaparece constantemente en la sociedad israelí, al igual que en el ya mencionado lema del Shin Bet [10].
El principio de intercepción: Misil o láser
En 1945 los aliados comprendían ya que para interceptar un V-2 (padre del Scud), cuya velocidad sobrepasa ampliamente la de cualquier proyectil clásico, había que abatirlo con un artefacto del mismo tipo. Los primeros estudios realizados por la fuerza aérea estadounidense responden a las siguientes características: carburante líquido, cabeza de fragmentación y velocidad supersónica.
En febrero de 1957, el programa Nike Zeus, previsto para su uso contra misiles nucleares y bombarderos estratégicos, se concibe con esa óptica, con vistas a frenar el avance de los soviéticos, quienes poseen más misiles. Por vez primera se conjugan un BAMBI (Ballistic Missile Boost Intercept) y un radar en un mismo sistema para tener la posibilidad de destruir un misil, desde el espacio, durante su fase de ascenso (boost phase). A partir del 16 de enero de 1958, los antimisiles se convirtieron incluso en objetivo prioritario de la nación por decisión del entonces secretario de Defensa Neil H. McElroy. Otros modelos de antimisiles fueron concebidos, hasta 1976.
El 26 de mayo de 1972, para poner fin a la proliferación de misiles y de sistemas antimisiles, Nixon y Brezhnev firman el tratado ABM, que prohíbe cualquier sistema antimisil capaz de cubrir la totalidad de un territorio. Los dos Grandes se autolimitan así a la defensa de una sola localización con sólo 100 interceptores para cada uno. La URSS decide proteger Moscú mientras que Estados Unidos prefiere priorizar la protección de las estratégicas instalaciones subterráneas de lanzamiento de Grand Forks.
Pero ambos bandos prosiguen sus investigaciones. Se revela que los antimisiles provistos de ojivas nucleares son ineficaces ya que la deflagración paralizaría todo el equipamiento electrónico en tierra. El concepto de intercepción se moderniza y se extiende a dos tipos de artefactos, los que se desplegarían en tierra y otros que se desplegarían en el espacio: interceptores llamados hit-to-kill con un vehículo “asesino” (EKV) y sistemas de láseres antimisiles y antisatélites.
Los sistemas de alerta temprana desplegados en tierra o en el espacio tienen en cuenta la evolución de la proliferación y priorizan la intercepción llamada “multicapas” para lograr la destrucción de un misil en cualquiera de sus diferentes fases de vuelo. La mejor solución sigue siendo la intercepción intermedia [o a media carrera, a medio trayecto], o sea en el momento en que el misil pierde velocidad justo antes de recuperarla en el descenso.
La historia de los proyectos antimisiles en Estados Unidos e Israel es confusa y difícil de seguir ya que abarca una enorme diversidad de sistemas que se agregan unos a otros, se anulan o se completan entre sí. Esa profusión es resultado de la voluntad política de contentar a las empresas creadoras de los antiguos escudos, a pesar de haber sido estos declarados obsoletos, conservando viejas medidas de defensa que se agregan a las nuevas. Esta acumulación se justifica en el plano militar ya que permite aumentar la cantidad de capas o fases de intercepción.
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De: Marti2 |
Enviado: 23/04/2010 07:09 |
También permite rentabilizar todos los sistemas. En pocas palabras: mientras más difusa, imprecisa e indefinida es la amenaza, más ambicioso y costoso es el programa de defensa antimisiles que debe hacerle frente. El siguiente cuadro, no exhaustivo, enumera los diferentes sistemas israelíes y estadounidenses instalados en Israel a los que haremos referencia en este trabajo:
Homa
Nombre del sistema |
Principales constructores |
Costos de investigación y desarrollo |
Alcance en Km |
Tipo |
Estudios |
Puesta en servicio |
Blancos |
Pac 1 |
Raytheon, Tass, Rafael, Tadiran, Lockheed, IAI |
9,500 millones de $ |
De 10 à 90 |
Antimisil tierra-aire |
Años 70 |
1984 |
Misiles de teatro |
Pac 2 |
Idem |
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Antimisil tierra-aire |
Años 80 |
1991 |
Teatro y alcance intermedio |
Pac 3 |
Idem |
7,500 millones de $ |
De 15 a 20 |
Antimisil tierra-aire |
Años 90 |
1998 |
Teatro y alcance intermedio |
Aegis |
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Antimisil mar-aire |
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Arrow 1 |
Rafael, Tadiran, IAI (MLM, Elta) Boeing TRW (Northrop), Elbit, Boeing, Rockwell, Electro-Optics Industries, MBT Systems & Space Technology, Tass IMI, Tamam, Ramta, Lockheed Martin et Raytheon |
158 millones de $ |
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Antimisil tierra-aire |
Años 80 |
1988 |
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Arrow 2 |
Idem |
330 millones de $ |
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Antimisil tierra-aire |
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1992 |
Teatro y alcance intermedio |
Arrow 3 |
Idem |
200 millones de $ |
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Antimisil tierra-aire |
Años 2000 |
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Magic Wand et Iron Dome - Short Range Ballistic Missile Defense (SRMBD)
Nombre del sistema |
Principales constructores |
Costos de investigación y desarrollo |
Alcance en Km |
Tipo |
Estudios |
Puesta en servicio |
Blancos |
Nautilus/ airborne laser |
Northrop Grumman TRW, Rafael, Tadiran y Elta |
470 millones de $ |
De 0 a 40 |
Laser |
Años 2000 |
Años 2000 |
Cohetes |
Iron-Dome Kipat HaBarzel |
Rafael |
811 millones de NIS o 180 millones de $ |
De 40 a 70 |
Antimisil tierra-aire |
Años 2000 |
2010 |
Cohetes |
Stunner/David Sling |
Raytheon/Rafael |
263 millones de $ |
De 40/70 a 250 |
Antimisil |
Años 2000 |
2010 |
Multipropósito |
Skyguard |
Northrop Grumman |
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Laser |
Años 2000 |
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Iron-Dome Wide Area Counter-RAM system |
Rafael, Elta |
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De 0 a 70 km |
Antimisil tierra-aire |
Años 2000 |
2010-2011 |
Cohetes de corto alcance |
Thaad |
Lockheed |
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150 km y más |
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2011 |
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Navy theater wide defense |
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200 km y más |
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2011 |
Misiles balísticos |
Vulcan- Phalanx Weapon Systems Centurion |
Raytheon |
25 millones de $ por unidad |
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Canon Gatling |
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2005-2007 |
Cohetes |
Barak |
Rafael, IAI |
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De 10 a 150 km |
Antimisil mar-aire |
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1991 |
Cohetes, misiles de teatro y alcance intermedio |
Sniper Sensor-to-Shooter System
Nombre del sistema |
Principales constructores |
Costos de investigación y desarrollo |
Alcance en km |
Tipo |
Estudios |
Puesta en servicio |
Blanco |
Avión sin piloto |
IAI |
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Atmósfera |
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Multipropósito |
Airborne láser |
Boeing |
6.100 millones de $ |
Atmósfera |
Láser |
Años 2000 |
2006 |
Misiles balísticos |
Antimisiles para blindados
Nombre del sistama |
Principales constructores |
Costos de investigación y desarrollo |
Alcance en Km |
Tipo |
Estudios |
Puesta en servicio |
Blanco |
Trophy |
Raphaël |
70 millones de $ |
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Contramedida de defensa |
Años 2000 |
2011 |
Misiles antitanques |
Quick Kill |
Raytheon |
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Contramedida de defensa |
Años 2000 |
2011 |
Misiles antitanques |
Costo oficial de la defensa antimisiles israelo-estadounidense y costo real de la investigación y desarrollo entre 2002 et 2007 Fuente: United States of America, «The Missile Defense Program, Fiscal Year 2003 Budget», Closed Hearing, Unclassified Statement of Lieutenant General Ronald T. Kadish, Missile Defense Agency Before the House Appropriations Committee Defense Subcommittee, jueves 28 de febrero de 2002.
Presupuesto atorgado por año fiscal y en millones de dólares
Los sistemas antimisiles dotados de vehículos «asesinos» Fuente: United States of America, Departement of Defense, «Missile Defense Agency», The Missile Defense Program 2009-2010, p.11
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De: Marti2 |
Enviado: 23/04/2010 07:12 |
Del combate contra «Imperio del Mal» a la lucha contra el «Eje del Mal»
¿Pueden el dinero y las tecnologías más sofisticadas garantizar la victoria militar? En todo caso, eso es lo que creyeron Estados Unidos e Israel con sus proyectos de misiles antimisiles. Pero mientras más sofisticado es el interceptor menor resulta ser su eficacia frente a las armas rudimentarias. En esta segunda parte de su estudio, Nicolas Teneze hace un balance de los resultados, muy poco gloriosos, de los artefactos más caros del mundo.
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- Phased Array Tracking Radar Intercept On Target (PATRIOT).
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Un proyecto binacional de escudo con financiamiento estadounidense
Estos principios precursores conducen al programa Phased Array Tracking Radar Intercept On Target, más conocido bajo el acrónimo Patriot, denominación conmemorativa por el bicentenario de la independencia de los Estados Unidos (1976).
El estudio del Patriot Advanced Capability (PAC), antimisil de teatro, tiene lugar durante los años 1970 y su producción comienza en 1980 en los arsenales de Redstone, en Huntsville (Alabama) [1]. El misil “asesino” que forma parte de este sistema se diseña para evolucionar a mach 5 y para que explote contra o cerca del misil enemigo.
Teóricamente, su radar es capaz de seguir 100 pistas de forma simultánea y de emprender acciones contra 8 de ellas a la vez, pero sólo puede guiar 3 misiles al mismo tiempo. Con un diámetro de 40,6 centímetros, un largo de 5,31 metros y una tonelada de peso, es efectivo a una distancia de 60 kilómetros y a una altura máxima de 24 kilómetros. El sistema funciona con ayuda de aviones Awacs y de satélites DSP de alerta temprana. Cada radar se encuentra a un kilómetro de distancia para reducir la vulnerabilidad del conjunto ante un posible contragolpe.
El 23 de marzo de 1983, la Iniciativa de Defensa Estratégica (IDS) oficializa la voluntad de lograr que las armas de destrucción masiva se conviertan en «impotentes y obsoletas» y de protegerse de un posible «primer golpe». En enero de 1984, se crea la Organización para la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDIO, siglas en inglés), bajo el mando del teniente general de la US Air Force James Abrahamson.
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De: Marti2 |
Enviado: 23/04/2010 07:12 |
Además de las razones anteriormente mencionadas, Israel es incluido en las investigaciones ya que se encuentra dentro del radio de acción de los misiles de alcance medio y corto de los ejércitos árabes, como los Frog y los Scud. Los Estados árabes musulmanes han invertido en misiles balísticos estratégicos para contrarrestar el poderío aéreo y terrestre de Tsahal [Denominación de las fuerzas armadas israelíes.NdT.]. Este tipo de misiles resultaba más económico y exigía menos cuidados y menos entrenamiento que los aviones, siendo además estos últimos más vulnerables. Varios Scud y Frog fueron utilizados durante la guerra del Kipur.
Israel tiene también que protegerse de los misiles balísticos soviéticos, que apuntan esencialmente contra Tel Aviv, Haifa, Ashdod y Bersheba [2]. Por otro lado, como el programa PAC contradice lo estipulado en el tratado ABM, Washington subcontrata parte de ese programa a Israel (que no es firmante de ese tratado).
Por otra parte, el Estado hebreo quiere una versión más adaptada a sus propios deseos ya que el misil enemigo vendrá probablemente de un país limítrofe o cercano a su territorio. La duración de su vuelo será por consiguiente más corta, lo cual hace más difíciles su detección e intercepción. Para la versión nacional [israelí], los misiles que fabrica IAI (División MLM) [Las siglas IAI designan a la empresa Israel Aeroespace Industries. NdT.] rechazan la intercepción directa sobre el territorio israelí y optan por la destrucción [del misil atacante] durante su fase de ascenso ya que después de su reingreso a la atmósfera el misil desciende a muy alta velocidad, haciéndose así muy difícil de destruir. Tel Aviv decide desarrollar el ATBM AWS Arrow, también llamado en hebreo «Hetz» (flecha). Abrahamson acepta que IAI lo produzca, aunque Estados Unidos, que carga en lo esencial con el costo del programa, exige como compensación que la fabricación del 35% de los componentes esté en manos de Boeing [3].
Es de esa manera como, después de haber declarado operacional el Patriot, en abril de 1985, Tel Aviv y Washington firman un acuerdo secreto el 6 de mayo de 1986. El presupuesto previsional para el escudo en su conjunto se eleva a 1 000 millones de dólares al año, cifra que incluye 200 millones destinados al Pac y el Hetz [4]. En junio de 1988 se entrega un adelanto de 158 millones. Este acuerdo permite salvar IAI de la quiebra.
El secretario de Defensa Franck Carlucci promete que Estados Unidos asumirá el 80% del costo de la versión israelí, incluido en las subvenciones anuales de la asistencia militar a Israel, que en definitiva no desembolsa gran cosa. En definitiva, esto resulta más costoso aun para Estados Unidos, pero representa al menos trabajo para algunas de sus grandes empresas.
En noviembre de 1987, un Patriot logra interceptar en el cielo de Nuevo México otro Pac que simula el perfil de un SS-23 soviético. En 1988, comienza la fabricación del Hetz. El 9 de agosto de 1990, después de dos años de ensayos de motor, IAI realiza un primer ensayo con el Arrow al sur de Tel Aviv. El balance de los años 1980 es poco fructífero. De 14 intentos de intercepción realizados con el Patriot o el Arrow sólo 4 se terminan con éxito, y eso en condiciones muy artificiales.
La versión mejorada designada como Pac-2 entra entonces en producción. Para rentabilizar el proyecto, se recurre a Taiwán, Corea del Sur y Japón, igualmente interesados en la amenaza balística. Varios Estados europeos adquieren misiles antibalísticos en el marco de la OTAN. Pero se abre un compás de espera con el SDIO –que trabaja en el otoño de 1987 en el desarrollo del Strategic Defense System (SDS) con interceptores en tierra y en el espacio. En efecto, ese sistema no parece capaz de enfrentar la aparición de las nuevas armas antisatélites de la URSS, que tienen la posibilidad de cegarlo parcialmente. En 1990, el nuevo interceptor hit-to-kill nombrado Brilliant Pebbles mantiene las características del escudo, pero reduce considerablemente sus ambiciones.
Lecciones de la guerra del Golfo: el estruendoso fracaso de los Patriot
La guerra del Golfo reactualiza la necesidad de antimisiles, que se habían hecho inútiles con el fin de la guerra fría. Como su nombre lo indica, el objetivo de la operación Escudo del Desierto es proteger a los países amenazados. Es la primera vez que el Estado hebreo se ve expuesto a golpes balísticos de envergadura, lo cual explica la relativa falta de preparación de su fuerza aérea [5].
En efecto, en enero de 1991, Irak dispara contra Arabia Saudita, Bahrein, Israel y Qatar entre 81 y 92 misiles, entre ellos 43 Scud-B mejorados (del tipo Al-Hussein). El 18 de enero, Israel recibe la primera andanada. Entre 35 y 44 misiles serán lanzados, entre ellos 8 sobre la región de Haifa, 24 sobre Tel Aviv y 6 en el desierto de Neguev. Pero el Arrow no está listo todavía y la defensa balística estará por lo tanto a cargo de los Pac-1 Pac-1 y 2 [6], a pesar de que inicialmente el proyecto Homa, creado en los años 1980 para proteger Israel, asocia el Pac y el Arrow.
Sesenta hombres de la fuerza aérea de Israel siguen un entrenamiento acelerado para aprender a manipularlos. Por razones de alianza y de urgencia, Washington decide reducir el estimado inicial, de 117 millones de dólares por batería, a sólo 40 millones. Las primeras baterías son reforzadas posteriormente con 8 Pac-1 del ejército de Holanda. Alemania habla, por su parte, de enviar 8 más, que nunca llegan a ser enviados porque… ¡ya presentan problemas técnicos! Berlín, que había hablado al principio de enviar una ayuda financiera de 150 millones de marcos para Israel, acaba comprándole una batería en Estados Unidos [7].
El general Norman Schwarzkopf, comandante en jefe de las tropas de la coalición [8], anuncia ante la prensa un 100% de éxito mientras que el presidente Bush habla de un 97%. Pero las cifras reflejan únicamente los disparos exitosos… a partir de la salida de la rampa de lanzamiento. ¡Pero el problema es que varios misiles ni siquiera reaccionan a la orden de fuego! También resulta que el promedio de éxito es diferente, según que los reportes vengan de Israel o de Arabia Saudita, país donde los misiles son manipulados por personal estadounidense. Es en ese contexto que Raytheon, uno de los fabricantes, anuncia en enero de 1992 un 90% de éxito en Arabia Saudita y sólo un 50% en Israel, dejando entrever que su producto funciona pero que los israelíes todavía no saben utilizarlo.
El 7 de abril, Theodore Postol, del MIT, y Reuven Pedatzur, de la universidad de Tel Aviv, reducen esas cifras a… ¡entre un 10 y un 25% en Arabia Saudita y entre un 2 y un 15% en Israel! Como consecuencia, Raytheon anuncia posteriormente que el promedio de éxito fue… ¡un 70% en Arabia Saudita y un 40% en Israel! Por su parte, la prensa anuncia que 29 Scud fueron interceptados y que otros 14 se desintegraron en vuelo. En realidad, el promedio oficial de éxito no resiste ante las investigaciones serias, que lo reducen de año en año a un 50%, después a un 20% y, finalmente, a un 3%, ya que los pedazos de los Scud despistan a los Pacs, incapaces de distinguir la diferencia entre una ojiva en vuelo y un pedazo de metal [9].
Los Pac pueden realmente alcanzar un Scud, pero no hacen más que chocar con él, sin llegar a destruirlo, o desviarlo de su trayectoria. A veces logran partirlo en dos, ¡haciéndolo así doblemente peligroso! Según el MIT, la cantidad de víctimas y de viviendas alcanzadas en Israel aumentó considerablemente como consecuencia de… ¡la caída de los Scud más la de los fragmentos de los Pac! [10] 13 Scud dañaron 2 698 viviendas e hirieron a 115 personas mientras que, después del despliegue de los Pac, los 11 Scud interceptados y sus fragmentos dañan 7 778 viviendas y dejan 168 heridos y 4 muertos (estos últimos encontraron la muerte en su mayoría de forma indirecta). Las pérdidas financieras se evalúan en 40 millones de dólares.
Detrás de esta batalla de cifras se esconde una guerra entre firmas israelíes y estadounidenses que se disputan los futuros contratos. Los estadounidenses admiten los fallos de los Pac-1 y afirman que serán corregidos con los Pac-2. Israel sabe, por lo tanto, que Estados Unidos no tiene una solución inmediata. Traumatizada, la población israelí acusa a sus fuerzas armadas de no haber previsto nada de lo sucedido. Se abre la interrogante de si resulta rentable disparar una andanada de misiles antimisiles, que cuestan 1 o 2 millones de dólares cada uno, para tratar de destruir un Scud que vale unos 300 000 dólares. El ex responsable de ASI, Ofer Shelah, pregunta incluso cuántos misiles se necesitarán para arruinar el presupuesto nacional destinado a la defensa [11].
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De: Marti2 |
Enviado: 23/04/2010 07:13 |
Los cálculos arrojan que Israel tendría que gastar de 2 a 6 millones de dólares para lograr interceptar todos los misiles enemigos en un conflicto regional. Poco importa ya que la supervivencia de Israel sigue siendo prioritaria… ¡mientras Estados Unidos siga pagando la cuenta! Para el experto estadounidense Seth Carus, 4 principios representan las únicas posibilidades de defensa: retrasar el conflicto haciendo llegar al enemigo equipamiento obsoleto, desanimarlo mediante embargos, destruir sus instalaciones mediante el uso de la fuerza y defenderse con antimisiles [12]
La competencia entre Arrow y Pac
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- Antimisil israelí.
En ese contexto, el presidente Bush padre anuncia, el 29 de enero de 1991, el fin de la IDS para sustituirla por la GPALS (Global Protection Against Limited Strikes). Este dispositivo tendrá que responder a una amenaza de 200 cabezas nucleares, o sea a lo que se supone que debe ser la máxima capacidad del arsenal total que «Estados renegados» pudieran acumular en un futuro próximo. El Congreso [estadounidense] adopta la Missile Defense Act. Este documento reafirma la noción de una defensa contra golpes balísticos y de teatro limitado, con ayuda de interceptores espaciales capaces destruir los misiles enemigos mediante la energía cinética o la radiación dirigida (programa Brillant Pebbles).
La ley prevé también una renegociación del tratado ABM con vistas a preservar la ventaja estratégica ya adquirida. Se acepta la GPALS específicamente para contentar a los grupos de presión militaro-industriales de ambos países [Estados Unidos e Israel] y para convencer a Israel de que acepte el «proceso de paz». En mayo, Washington anuncia que financiará la segunda fase de desarrollo de los Pac/Arrow será financiada en un 72%.
Hasta ese momento, al reingresar en la atmósfera la trayectoria de los Scud podía volverse imprevisible debido a sus imprecisiones. Los antimisiles no podían por lo tanto adaptar correctamente su propio vuelo a aquellas oscilaciones. Al profesor Josef Shivar, del Technion de Haifa, se le ocurre entonces aplicar la teoría de juegos a esta situación. Se trata de anticipar los movimientos de los Scud y de los futuros misiles inteligentes «como el juego del gato y el ratón de suma cero» [13]. Es sobre esa base que Israel propone su propia tecnología. El programa PAC se divide entonces nuevamente: de un lado queda el Pac-2 y del otro el Arrow-2, en virtud de un acuerdo entre Lockheed Missiles & Space y IAI, con vistas a una puesta en servicio prevista para 1995.
Las novedades son las siguientes:
Cuatro equipos de lanzamiento por batería. Tass concibe el motor del Arrow y Rafael se encarga de la cabeza militar.
El radar de control de tiro móvil Green Pine de L band y el sistema anticontramedidas, concebido por Elta (filial de IAI).
El centro de control de tiro (Battle management command, control, communication and intelligence unit) llamado Citron battle management, creado por Tadiran y por el centro de investigación atómica de Nahal-Sorek, es capaz de detectar 12 blancos a 500 kilómetros, de adaptarse a otros sistemas de tiro para una creciente optimización (interoperativilidad) y de registrar la fase de tiro.
El centro de control de lanzamiento Hazelnut, con identificación del misil, mantenimiento del sistema así como bloqueo o desbloqueo del tiro. Puede ser reforzado por el Comando Central estadounidense instalado en Qatar [14].
Se destina un equipo de 100 personas para cada pareja batería/radar. Estas capacidades (de carácter teórico) son optimizadas posteriormente:
Tiro en todas direcciones. Destrucción simultánea de 14 blancos por batería. Ampliación de la superficie protegida.
Seis tubos de misiles por cada instalación de lanzamiento, en vez de 4.
Reducción del peso, lo cual mejora la movilidad.
Eficacia contra todo tipo de misiles balísticos y de teatro, e incluso contra los misiles del tipo MIRV [15].
Intercepción promedio a 50 kilómetros de altitud y alcance de 90 kilómetros.
Propulsión por carburante sólido para los dos pisos o etapas del artefacto.
Capacidad de cambiar de trayectoria durante la fase de intercepción gracias a un sistema avanzado de navegación.
Cabeza de fragmentación de efecto reforzado accionada por el sistema infrarrojo, a 50 metros para la destrucción de municiones químicas.
Capacidad de reacción rápida acentuada por velocidades hipersónicas a Mach 9.
Según el folleto oficial de IAI, el Arrow puede destruir cualquier tipo de blancos, únicos o múltiples, y puede ser operado por personas o de manera totalmente automática o ser interoperable. El folleto afirma también –en contradicción con los informes estadounidenses– que el Arrow es enteramente nacional [israelí] (sin ningún tipo de participación o financiamiento) [16]. Sin embargo, la sede internacional de IAI [17] está en Arlington, ¡al lado del Pentágono!
En mayo de 1993, se produce [en Estados Unidos] la creación de la Ballistic Missile Defense Organisation (BMDO), una nueva instancia encargada de la defensa contra misiles de corto alcance que pudieran representar una amenaza para las tropas estadounidenses que operan en el extranjero y para las fuerzas aliadas. El presidente Clinton incorpora a la BMDO cuatro sistemas de intercepción: los PAC/Hetz destinados a la defensa del teatro de operaciones, la Theater High Altitude Area Defense (THAAD), el láser ABL instalado en un avión, y el antimisil naval Aegis.
La amenaza que pueden representar los misiles intercontinentales es, por otra parte, clasificada como secundaria ya que, en contradicción con lo que afirman ciertos alarmistas en Europa, en Estados Unidos y en Israel, los «Estados renegados» las poseen únicamente en teoría, no en la práctica. En definitiva, Bill Clinton rompe las negociaciones con Rusia en cuanto al tratado ABM y decide, al mismo tiempo, el abandono parcial de la GPALS.
Los demócratas dejan de lado el tema durante el año 1993, pero los republicanos lo retoman cuando recuperan la mayoría en el Congreso, en 1994. En ese contexto, el secretario de Defensa Lee Aspin prepara a los miembros del Congreso para [el otorgamiento de] aumentos presupuestaros asegurándoles que la creciente amenaza balística que pesa sobre Israel, proveniente de Libia, Siria, Irak e Irán, podría acabar por alcanzar a Estados Unidos [18].
El 12 de junio un ensayo exitoso de un Arrow tiene lugar en el Mediterráneo. Pero el 14 de julio otro ensayo se termina en fiasco. Un nuevo ensayo (el sexto de la serie) tiene lugar el 14 de octubre. El interceptor sufre un fallo a menos de 10 metros del blanco, obligando las computadoras situadas en tierra a ordenar en el último segundo la destrucción del misil utilizado como blanco [19]. Además, el interceptor resulta ser incapaz de reconocer la diferencia entre una cabeza convencional y otra no convencional, lo cual le impide actuar según el caso para evitar los efectos secundarios [20]. Por esa razón el primer ensayo del Arrow no se menciona oficialmente hasta 1995, ¡porque se decide establecer una diferencia entre el ensayo de un simple disparo del vehiculo “asesino” y el ensayo de intercepción! Paralelamente, la defensa ampliada a mediana altitud Medium Extended Air Defense System (MEADS) se inicia en 1995, como resultado de un memorando de entendimiento en el marco de la OTAN.
El Pac-3 se construye con ese objetivo a partir de ese mismo año. Lockheed Martin Vought Systems sustituye a Raytheon en la producción de ciertos elementos. Este antimisil debe mantenerse en servicio hasta el año 2015. Se trata de un antimisil más evolucionado y ha sido enteramente revisado, con su electrónica de radar integrada (guidance enhanced missile) y su sistema anti-contramedidas. En virtud del principio Command and Control, Battle Management and Communication (C2BMC), este antimisil ofrece más capacidad de reacción, mejores dispositivos de identificación (eficacia multiplicada por 5 en cuanto a no confundir un misil con otro tipo de blanco), es capaz de finalizar la aproximación y destrucción con un impacto o una explosión en función del tipo de blanco.
El misil interceptor propiamente dicho es 3 veces menos pesado, su calibre ha pasado de 41 centímetros a 25,5, el peso de 900 kilogramos ha disminuido en dos tercios, la cabeza de 90 kilogramos ha pasado a 73. Debe actuar a 15 o 20 kilómetros de altitud contra una gama más amplia de misiles. Teóricamente, es capaz de destruir aviones, helicópteros y aviones sin piloto. Cada batería se compone de 16 Pac, en vez de 4, a un costo de 73 millones de dólares cada batearía (2,5 millones cada misil), costo compartido entre Estados Unidos (55%), Alemania (28%) e Italia (17%). Este antimisil debe cubrir todo el territorio israelí, en espera del suministro masivo de Arrow-2. Pero la futura defensa [antimisiles] seguirá incluyendo los Pac-2 y 3, con vistas a mejorar las posibilidades de éxito y proporcionar más densidad a la red defensiva. El Pac-3 está destinado también a la exportación (para reducir los costos de desarrollo). Israel será el encargado de demostrar la eficacia del producto.
Un desarrollo arduo y costoso
Varios miembros del Congreso estadounidense interesados en el apoyo de los grupos de presión militaro-industriales se encargan de disimular los problemas que enfrenta el programa. Pero la CIA va contra la corriente cuando da a conocer su conclusión de que, fuera de los Estados nucleares declarados, ninguna otra potencia estará en condiciones de representar una amenaza para Estados Unidos antes de 15 años.
Como resultado, el secretario de Estado adjunto John Deutch se niega a aceptar que Washington financie un proyecto cuyo único beneficiario será en definitiva Israel. El 22 de febrero de 1996, la Doctrine for Joint Missile Defense establece las diferentes capas o niveles de intercepción. Más o menos de acuerdo con Rusia, estas deben respetar ciertos principios básicos para no poner en peligro la disuasión de los 5 Grandes: la velocidad del interceptor se limitará a 3 kilómetros por segundo; no se realizarán ensayos con blancos que desarrollen más de 5 kilómetros por segundo y tengan un alcance superior a los 3 500 kilómetros; el sistema de detección no deberá ser demasiado sofisticado.
En otras palabras, el escudo debe ser concebido para enfrentar solamente a las «potencias menores», que «no tienen derecho» a amenazar a las Grandes Potencias.
En abril de 1996, el secretario estadounidense de Defensa, William Perry, formaliza una nueva cooperación con el Estado hebreo [21] para que este último pueda utilizar el centro de Huntsville [22]. En efecto, por razones diplomáticas y de seguridad, este tipo de ensayos no debe realizarse en Israel, en plenas conversaciones de Oslo II.
El mayor David Ivri, de Tsahal, explica:
«Quiero que nuestros enemigos teman que cualquier misil lanzado contra nosotros explote en órbita baja, sobre su propio territorio o sobre su propia población civil. El conjunto incluirá el sistema Arrow que Israel está desplegando para la defensa de ese punto, así como un sistema que todavía deber ser plenamente desarrollado y que permite identificar y destruir los misiles enemigos durante su fase de propulsión, poco después de su lanzamiento.» [23]
Israel define 3 niveles de respuesta:
Respuesta pasiva: atención médica y consejos en caso de ataques balísticos.
Respuesta activa: sistemas antimisiles de teatro.
Respuesta reactiva: destrucción de los misiles, ya sea mediante antimisiles capaces de destruirlos durante la fase de ascenso o mediante golpes preventivos contra el territorio enemigo.
Se firma un acuerdo para la producción en serie del Arrow-2. Luego de un ensayo exitoso, el 20 de abril y el 20 de agosto, el secretario estadounidense de Defensa William Cohen y el ministro israelí de Defensa Yitzhak Mordechai aumentan el presupuesto en un 25% para una contribución anual de 200 millones de dólares. Según otros trabajos, Israel vota 300 millones de dólares y Estados Unidos 200 millones para el Arrow [24]. Bajo la denominación «3+3», este plan establece una primera fase de 3 años, dedicada a los estudios y ensayos que deben permitir el paso, en caso de resultados positivos, a una segunda fase de 3 años, antes del despliegue al cabo de 3 años [25].
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De: Marti2 |
Enviado: 23/04/2010 07:14 |
En marzo de 1997, el Congreso de Helsinki redefine la frontera entre sistemas ofensivos y defensivos, en sus potencialidades oficiosas. Lo anterior no frena el programa ya que, el 11 de marzo, un Arrow-2 logra alcanzar un misil ficticio. El Arrow-2 no explota, pero el principio de intercepción funciona. ¿Qué pasaría, sin embargo, ante un disparo no preparado, o sea sin tener de antemano las coordenadas del punto de impacto? [26] Se necesitan 490 millones de dólares para las modificaciones y 335 millones para la producción, sólo en el caso del Pac, y 230 millones para el Hetz.
En 1998, el director israelí del programa, Uzi Rubin, logra encubrir la envergadura de las pérdidas financieras y de los retrasos para lograr que la Knesset [el parlamento israelí], otro rehén de los grupos de presión, apruebe los créditos. Los éxitos son anunciados en función de las subvenciones. Pero la prensa israelí pone en duda los informes oficiales, calificándolos de «ditirámbicos», lo cual desata una polémica. A tal punto que el diputado designado como relator para cuestiones militares, Ephraim Sneh, acaba confesando los últimos fracasos el 6 de enero.
En enero de 1998, la manipulación de la amenaza iraquí cae como una bendición. Diez baterías de Pac-2 son desplegadas en Israel [27]. Por suerte, un primer ensayo completo (tiro+seguimiento+destrucción del blanco) parece haberse desarrollado con éxito.
Y el programa sigue adelante, ¡ya que Israel no tiene por qué preocuparse por un proyecto que le exige tan poco financiamiento! Entre 1994 y el año 2000, el programa binacional sobrepasa sus previsiones presupuestarias en un 77% [28]. Entre 1957 y 1999, las investigaciones han costado en su conjunto a Estados Unidos 122 000 millones de dólares (7 500 millones nada más que para el Pac-3) pero el resultado es prácticamente nulo [29]. Para citar un solo ejemplo: ¡cada campaña de ensayos cuesta 100 millones de dólares! Pero las empresas militares saben cómo convencer a los políticos [30].
Los nuevos Pac-3 entran por fin en servicio en el mes de junio. El 15 de julio una comisión del Congreso estadounidense [31], presidida por Donald Rumsfeld, critica las conclusiones de los servicios de los servicios de inteligencia estadounidenses e israelíes que descartan cualquier peligro balístico antes de 2010. Además, a fin de año varios republicanos forman el grupo llamado los «Vulcanos», al que pertenecen Condoleezza Rice, Paul Wolfowitz, Richard Armitage, Richard Perle, Dov Zakheim, Stephen Hadley, Robert Blackwill y Robert Zoellick [32]. En septiembre, el ensayo de la cabeza interceptora del Arrow se desarrolla con éxito [33]. William Cohen anuncia que Washington aceptar financiar una tercera batería de Arrow-2 «como respuesta a la proliferación en el Medio Oriente» [34]. En noviembre, el ministro israelí de Defensa inaugura oficialmente el sistema.
El 20 de enero de 1999, como resultado de la evaluación realizada por el general Welch, el plazo fijado para el despliegue de los Pac-3 se pospone del año 2003 al 2005. Pero el conjunto de escudos recibe financiamiento extra, por valor de 4 900 millones de dólares para el periodo 1997-2003, y de 10 500 millones para 1999-2005. Al final, 25 firmas israelíes, 65 estadounidenses y 555 subcontratistas se reparten los 1 600 millones anuales destinados a los Pac/Arrow, incluyendo los 490 millones de la primera entrega.
Oficialmente, desde 1988 Estados Unidos ha gastado ya 628 millones de dólares en el Arrow. Según la Cámara de Comercio Francia-Israel [35], hasta 1995 ya se había invertido un monto total de 488 millones de dólares, con un 75% a cargo de Washington. En 1999, Estados Unidos agrega 202 millones e Israel 400 millones, que se adicionan a los 300 millones destinados al desarrollo del radar especial Green Pine. Una batería de Arrow cuesta 57 millones de dólares.
Pero, en secreto, los israelíes cifran el programa en más de 3 000 millones [36] ya que incluyen en el mismo aviones sin piloto [también llamados drones. NdT.] detectores de misiles (Harpy) así como radares. Solamente las investigaciones del misil Arrow/Pac han representando en 12 años un gasto de 1 000 millones de dólares, con un 60% a cargo Estados Unidos. El costo total del programa, o sea incluyendo la producción de las baterías y los ensayos, está estimado en unos 1 700 ó 2 000 millones de dólares. Pero hay divergencias entre las fuentes y los gastos superiores a lo previsto en el presupuesto hacen de ese estimado algo extremadamente aleatorio, según se tomen en cuenta los gastos correspondientes únicamente al Arrow, o al Arrow y los Pac, o a las baterías completas, incluyendo los ensayos y los costos de los radares. Y los problemas técnicos siguen produciéndose.
La GAO [37] provoca un escándalo al señalar que «[solamente] el 9% de las intercepciones intentadas pueden ser consideradas como realmente logradas» [38]. El Congreso ordena entonces al teniente general Malcolm O’Neill, director de la agencia del Pentágono, proporcionar pruebas de que este sistema de defensa antimisiles es realmente necesario para Estados Unidos [39].
Es por ello que, varios meses después, el director general del ministerio de Defensa israelí, David Ivri, trata de argumentar que el Arrow permite mejorar la balística estadounidense. Pero al afirmar que la técnica es ante todo israelí, Tel Aviv rechaza al mismo tiempo el control de la Defense Contract Management Agency del Congreso [estadounidense], agencia encargada de supervisar el uso de los fondos estadounidenses. La aprobación de una nueva asignación de fondos finalmente tiene lugar debido a las presiones del AIPAC y después del encuentro entre Bill Clinton y Yitzhak Rabin, quien había viajado a Washington en 1998 y 1999 casi exclusivamente con ese objetivo.
La defensa nacional antimisiles (NMD)
La relegitimización de los escudos
El Congreso estadounidense aprueba por amplia mayoría la National Missile Defense Act del 22 de julio de 1999 (en la que se incluye a Israel), que estipula el despliegue de antimisiles destinados a la protección del territorio estadounidense mediante la instalación de varios sistemas paralelos, esencialmente ante la amenaza teórica de una veintena de misiles intercontinentales equipados con cargas simples y múltiples.
A cambio de la adopción de dos enmiendas demócratas a las que Bill Clinton concede gran importancia –una de ellas menciona la necesidad de no poner en peligro las negociaciones sobre el desarme y la otra condiciona el programa a las autorizaciones presupuestarias– la Casa Blanca renuncia a recurrir al veto. El texto definitivo define 4 criterios: evaluación de la amenaza, posibilidades de concretar la materialización del sistema en el plano tecnológico, su costo y su impacto sobre el control del armamento. En otras palabras, se trata de una revisión total de los postulados materiales.
Al cabo de muchas vacilaciones, la defensa antimisiles de los Estados Unidos se basa en 3 sistemas:
La intercepción de misiles balísticos durante su fase de lanzamiento será confiada a un láser aerotransportado (ABL) COIL instalado a bordo de un avión del tipo Boeing YAL 1.
La intercepción durante la trayectoria intermedia tendrá que ser garantizada, de forma conjunta, por una defensa de teatro a gran altitud (THAAD) y una defensa intermedia (MDC) de carácter marítimo (sistema Aegis con misil SM 3).
La intercepción en fase terminal contará con la acción de los sistemas TMD, conformados por Pac –capaces de interceptar los misiles balísticos, tácticos, de crucero, aviones e incluso aviones sin piloto–, que se complementarán con un sistema de defensa ampliada a altitud intermedia (MEADS) conformado con misiles móviles tierra-aire (con Alemania e Italia, países que pagarán un 10% cada uno) [40], instalados en bases situadas en Alaska, California, Polonia y en la República Checa.
Estados Unidos, Holanda, Alemania, Israel e Italia se dotarán de esos sistemas [41]. Los israelíes tienen en proyecto desarrollar la interoperabilidad de sus propios sistemas con los de Estados Unidos. El 1º de noviembre de 1999, en momentos en que –según se afirma– el Arrow-2 ya es operacional [42], se aprueba una asignación de 180 millones de dólares, con 85 millones destinados a Israel. Este programa, que se extiende hasta el año 2012, costará en total entre 70 000 millones y 120 000 millones de dólares [43] en vez de los 60 000 millones iniciales, para una duración de 15 años [44]. En marzo del año 2000, MLM y Boeing firman un acuerdo para emprender inmediatamente la concepción del sucesor [del Arrow-2] [45].
Una vez más los expertos abrigan dudas, como los del Begin-Sadat Center for Strategic Studies, quienes escriben: «Según los estimados de la inteligencia militar, los iraníes y quizás los iraquíes tendrán misiles con ojivas nucleares en sus arsenales. Cuando eso ocurra, el Arrow será completamente inútil ya que sus desarrolladores no pueden garantizar que sea capaz de interceptar todos los misiles disparados contra nosotros. […]
Su sistema de defensa será incapaz de enfrentar eficazmente amenazas anticipadas, como las trayectorias modificadas, las contramedidas, los dispositivos destinados a engañar los radares y las armas de municiones múltiples. O sea, en un enfrentamiento entre el atacante y el defensor, el atacante siempre tendrá que presentar el perfil correcto para [que el defensor pueda] lograr interceptarlo. Con una inversión relativamente baja, el atacante puede desarrollar medios capaces de burlar todo un sistema de defensa. El defensor se ve obligado a invertir sumas enormes sin tener por ello garantías de que la defensa logre soluciones eficaces.» [46].
El 12 de marzo se procede a desplegar el Arrow-2 alrededor de Haifa, Hadera y Tel Aviv, protegiendo un área en la que se concentra el 85% de la población israelí [47]. El promedio de éxito anunciado es de un 90% y de todas maneras los Patriot formarán una segunda línea de defensa… por si acaso. ¡Para lo que costaron! [48] Mientras tanto, el 1º de septiembre del año 2000, el presidente Clinton, sabiendo que no puede aspirar a un tercer mandato, pospone varias etapas de la NMD después de ver un informe que señala los fallos no oficiales de los Pac.
Pero en Israel, el 14 de septiembre, después de 7 ensayos oficialmente exitosos de 8 realizados, el Arrow-2 «recibe el título» [49]. Estados Unidos asigna 81,6 millones para financiar los 170 millones de una tercera batería. Los radares Green Pine y Citron Tree han costado 1 300 millones de dólares en investigación y desarrollo.
El 17 de diciembre de 2001, George Bush (hijo) anuncia oficialmente que Estados Unidos se retira del tratado ABM, decisión que se hace efectiva el 13 de junio de 2002. A partir de esa fecha, Estados Unidos puede por lo tanto realizar ensayos, tanto para sí mismo como por cuenta de sus aliados [50]. Bush precisa, sin embargo, que el proyecto, cuya primera fase debe terminar en 2004, es una forma de protección contra los Estados renegados, no contra Rusia. Paradójicamente, Estados Unidos y su coalición invadirán Irak precisamente para poner fin a la supuesta amenaza balística iraquí, lo cual equivale a confesar que los antimisiles no sirven para nada…
En noviembre, el RCTM (Régimen de Control de Tecnología de Misiles), que limita la proliferación de los misiles balísticos, los misiles crucero y los aviones sin piloto, es sustituido por el Código de Conducta de La Haya contra la proliferación de los misiles balísticos [51]. Estados Unidos, firmantes [del Código de Conducta], apoyan sin embargo la decisión de Israel de no firmarlo, para que [Tel Aviv] pueda seguir beneficiándose de sus investigaciones. La Missile Defense Agency pone fin al BMDO, gracias a la intervención del secretario de Defensa Donald Rumsfeld y del teniente general de la US Air Force Ronald Kadish [52]. Rumsfeld explica que los escudos van a favorecer la reducción numérica de los arsenales, cuando en realidad se está reactivando una carrera armamentista en el plano cualitativo.
El 17 de diciembre de 2002, Washington anuncia oficialmente la continuación de la NMD bajo control de la Missile Defense Agency. El Congreso aprueba la asignación de 7 700 millones de dólares para el año fiscal 2003 (3 000 millones para 2004), lo cual representa un aumento de 2 500 millones (un 55% más que en el año fiscal correspondiente a 2001) [53].
En 2002, en el marco de las maniobras de la OTAN en las que participan la marina de guerra israelí, la de Estados Unidos y la de Turquía, el Pentágono emprende el entrenamiento de israelíes en el manejo de las baterías. 700 marines estadounidenses son enviados a Israel, bajo la dirección de un comando mixto encargado de verificar la coordinación. El general Stanley Green, comandante de la US Joint Task Force, funge como responsable del ejercicio antimisiles anual binacional identificado como Juniper Cobra. En el marco de ese ejercicio se establece la conexión entre los Pac-2, los Arrow-2 y el sistema naval Aegis para garantizar la protección de Haifa, Safed y Tel Aviv.
Pero el comandante Green y el general de brigada israelí Drori insisten en las ventajas que representa el poder disponer de dos fuerzas de defensa autónomas. Israel quiere asistencia técnica, pero reclama su independencia [54].
El 5 de enero de 2003, Estados Unidos decide pagar una tercera batería de Hetz destinada a proteger específicamente el reactor nuclear israelí de Dimona, en previsión de una posible respuesta de Bagdad a la invasión de la coalición [55]. El jefe de los servicios de enlace entre las fuerzas estadounidenses y Tsahal, mayor general Charles Simpson, llega a Israel a la cabeza de una unidad de coordinación. En ese contexto, el Arrow realiza un ensayo exitoso en la base de Palmahim. Pero se trata en realidad de un simple disparo, no de una intercepción [56]. 20 años después del comienzo del programa, lo que se sabe es que el Arrow logra salir del tubo de lanzamiento. ¡Gran éxito para tantos años de investigación!
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De: Marti2 |
Enviado: 23/04/2010 07:16 |
Secuencia de fracasos con un colosal presupuesto
En diciembre, un Arrow destruye un Black Sparrow. Pero en julio de 2004, un estruendoso fracaso amenaza con echar a pique el proyecto. Israel se defiende afirmando que se trataba de un Pac, no de su propia versión. El 29 de julio se produce otro ensayo exitoso con impacto directo. Las fuentes se contradicen ya que Washington está asignando a Boeing 78 millones de dólares, y se habla de un ensayo arreglado. El 11 de agosto, Irán realiza un tiro experimental con un Shahab-3. Según Tel Aviv, el momento de su realización no tiene nada de casual ya que había que probar que el nuevo artefacto [iraní], por no tratarse de un simple Scud, ¡puede amenazar Israel sin temor al escudo! Arieh Herzog, sustituto de Rubin, estima sin embargo que el Arrow constituye la respuesta más seria ante la balística iraní [57].
Por el lado estadounidense, el secretario de Defensa comparece en enero de 2005 ante la Comisión de las Fuerzas Armadas del Senado para rendir cuentas sobre otra serie de fracasos en momentos en que los gastos del programa alcanzan los 8 800 millones de dólares. Son considerables las contradicciones entre los informes federales y los de las firmas implicadas, a tal punto que –a pedido de los grupos de presión– algunos informes oficiales, como los del Departamento de Defensa correspondientes a enero de 2005, ni siquiera son dados a conocer al público [58].
La administración evita cuidadosamente cuestionar a las empresas y los parlamentarios responsables, quienes prefieren atribuir la responsabilidad al ejército, mientras que este último, sometido a la regla de la reserva, no puede hacer otra cosa que callarse. Para proteger las exportaciones, sólo se anuncian los éxitos, ya sean estadounidenses o israelíes. Pero cuando hay fracasos, Israel y Estados Unidos se acusan mutuamente de incompetencia. En vez de dar explicaciones, las fuerzas armadas utilizan como argumento las supuestas amenazas norcoreanas e iraníes.
Por el lado israelí, el general Ilan Biton, responsable del proyecto, asegura al parlamento israelí que el Arrow presenta una «muy buena eficacia» ante los misiles del tipo Scud-A y B pero que hay que mejorarlo para contrarrestar los Shahab-3, los Scud-C y los SS-21, sin contar los derivados del Nodong. En otras palabras, el sistema no se adapta a los misiles recientes de los Estados renegados, no sirve de nada contra las cabezas múltiples y no es eficaz cuando se trata de corto alcance, por ejemplo si Siria instala sus misiles en la frontera.
Preocupación suplementaria: el enemigo puede enviar varios misiles o aviones [algunos de los cuales servirían de señuelos mientras que] sólo uno sería portador de cargas nucleares. ¿Cómo saber cuál es el que hay que abatir? Los parlamentarios quedan estupefactos cuando se les anuncia que el Hetz será útil únicamente contra los misiles concebidos… ¡hace 20 años! El contrito general les recuerda que siempre queda el recurso de destruir los misiles iraníes en tierra con… un simple cazabombardero [59].
Pero, no importa. Los grupos de presión militaro-industriales saben ser convincentes cuando se acercan las elecciones. La segunda fase de investigación y desarrollo de la NMD, estimada en 340 millones de dólares (con un 72% de fondos estadounidenses), comienza en agosto de 2005. Éxitos sin fallos en ensayos realizados a fines de diciembre contra un Scud-C (en realidad se trata de una copia diseñada para el ensayo), el 10 de febrero en un ensayo de tiro nocturno y el 22 de junio ante las costas de Hawai, tranquilizan al Pentágono. El ministro israelí de Defensa Amir Peretz, quien parece haber acelerado los ensayos para contrarrestar su propio descenso en las encuestas [de opinión], declara triunfante que «La capacidad de defensa de Israel está demostrada» [60].
La Defense Appropriations Act, que establece el presupuesto militar estadounidense para el año 2007, prevé una asignación de 137 millones de dólares más para el Arrow, con 53 millones destinados a la fabricación de los componentes en Estados Unidos e Israel, y 20,4 millones destinados al programa Short Range Ballistic Missile Defense (SRBMD) [61]. Aprovechando los últimos momentos del mandato de George W. Bush, el Senado aprueba 155 millones de dólares para Israel, para el año 2008… precisamente en momentos en el director de la comunidad estadounidense de inteligencia reduce considerablemente la realidad de la amenaza iraní… [62]
El nacimiento del Arrow-3
Impotencia ante los Qassam
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- Los rudimentarios cohetes Qassam de la resistencia palestina ponen en jaque el dispositivo antimisiles.
No es hasta febrero del año 2006, como preparativo de la segunda guerra contra el Hezbollah emprendida en territorio libanés, que se estudia una defensa destinada únicamente a las amenazas concretas: los obuses de mortero y los cohetes [63]. El 13 de agosto, la Israel Missile Defense Organization, comienza la instalación de los Arrow, sin más objetivo que el de tranquilizar a la población ya que Tsahal [las fuerzas armadas israelíes] sabe muy bien que son ineficaces.
Finalmente, en enero de 2007, el primer ministro Ehud Olmert, quien considera que los misiles iraníes son menos peligrosos que los cohetes pequeños, acepta la proposición de Peretz de confiar a la firma Rafael el desarrollo… ¡de un nuevo antimisil! [64] El Congreso estadounidense aprueba una asignación de 9 000 millones de dólares para la realización de nuevas investigaciones destinadas a ambos países.
Se busca un nuevo uso para los Pac. La secretaria de Estado Condoleeza Rice anuncia su instalación en Polonia y la instalación del radar que los acompaña en la República Checa, para contrarrestar un posible ataque futuro de los Estados renegados, y quizás también para rentabilizar el proyecto y darle credibilidad ante los ojos del Congreso.
Corea del Sur viene al rescate al declarar su intención de adquirir, a partir del 31 de enero, 36 Arrow y 6 radares Green Pine block-B para enfrentar a su vecino del norte. Corea del Sur emite también otra opción de compra para un radar de un nuevo antimisil C-Ram (contra cohetes, artillería y morteros). Y es quizás por «casualidad» que el ensayo del 11 de febrero resulta exitoso [65]. El 26 de marzo, un nuevo ensayo exitoso convence a Japón de realizar una compra de 30 baterías [66].
El 27 de junio, la Comisión de Mercados Públicos de la Cámara de Representantes estadounidense solicita a Israel que compre el THAAD, en detrimento de los prototipos nacionales poco confiables. Prueba de ello es que Tsahal, sin comprometerse, estudia la posibilidad de adquirir los Aster-30 franceses, ¡menos caros y más eficaces que los Arrow! [67] El Congreso estadounidense también ofrece a Israel 135 millones de dólares para que utilice el THAAD como refuerza de la cobertura Arrow [68].
Israel rechaza la proposición. Estados Unidos insiste y presenta, el 24 de octubre, el PAC-3 que será sometido a prueba por el Jerusalem Center for Public and State Affairs y la Israeli Missile Defense Organization. IDF entrega su informe sobre la segunda guerra contra el Líbano. Gracias a los llamados recuentos de experiencia, se confiesa oficialmente que el Arrow sólo sirve contra amenazas de la época de la guerra del Golfo, ¡no contra los Qassam! Tsahal tiene que pasar por la humillación de tener aceptar urgentemente los sistemas THAAD y Aegis [69].
Esto no es óbice para que el ejército afirme descaradamente ante la Comisión de Defensa de la Knesset que Israel necesita otro sistema que alcance un promedio de eficacia del 99% porque el promedio del Arrow-3, en ensayos preparados, es oficialmente de un… 90% [70]. Washington asigna inmediatamente 37 millones de dólares para el Arrow, ya que Siria anuncia que es capaz de destruir [el reactor nuclear de] Dimona.
El 11 de noviembre, se despliegan Arrow y Pac en las cercanías del reactor nuclear [71]. Se descubre entonces, tardíamente, que al ser puestos en funcionamiento simultáneamente los dos sistemas electrónicos pueden interferirse entre sí… La sanción aparece el 6 de noviembre, cuando el Comité Ejecutivo de la Defensa de Turquía decide excluir el sistema israelí de las propuestas a tomar en consideración para su compra. Se dice oficialmente que Estados Unidos se opuso a la venta (a pesar de que Turquía es miembro de la OTAN). Al parecer, Rusia ofreció un sistema menos caro (el S-400), más polivalente y más simple. Pero es probable que las verdaderas causas hayan sido las fricciones entre Ankara y Tel Aviv, así como la [poca] confiabilidad que ofrece el sistema [israelí].
Rivalidad entre estadounidenses e israelíes
En marzo de 2008, Israel recibe un extra de 200 millones de dólares por un Arrow-3 capaz de actuar en la estratosfera [72]. El anuncio tiene lugar en agosto, durante la visita a Israel del general estadounidense Henry Obering III, jefe de la Agencia de la Defensa Antimisiles. El jefe del Estado Mayor [israelí], Gaby Ashkenazy; el jefe de Homa, Arieh Herzog; el comandante de la Fuerza Aérea, Ido Nehustan; el general de brigada Daniel Milo y los dirigentes de IAI señalan a la prensa que sólo se trata de un acuerdo en el marco de los 60 años de la creación de Israel. Lockheed Martin, que tenía ese mercado en la mira, se encuentra ante un rechazo de último minuto de sus Aegis y THAAD [73].
Para competir con los antimisiles navales estadounidenses, Israel invierte en el Barak, que ofrece protección contra los misiles aire-mar y mar-mar. El éxito del Barak, el 26 de julio de 2009, sirve para silenciar el fiasco de los Arrow. Se conciben otros antimisiles. En el marco del Israeli Boost Systeme (IBIS), la empresa Rafael desarrolla los aviones sin piloto Moab y Harpies, equipados con misiles polivalentes Python-3 y 4, con un alcance de entre 80 y 100 kilómetros, que debían ser operacionales en 2002. Sus resultados, aunque fueron al parecer decepcionantes, se consideran bastantes superiores a los de los demás antimisiles.
La rebelión contra ciertos grupos de presión proisraelíes se hace latente en Estados Unidos. Militares estadounidenses también advierten al presidente Bush que, contrariamente a lo acostumbrado (exceptuando cuando se trata de ventas de armas a los países árabes), los grupos de presión proisraelíes y los militaro-industriales estadounidenses están a punto de enfrentarse en vez de actuar juntos. Para reconciliar a todo el mundo, George W. Bush promete financiar también el despliegue del Aegis a bordo de navíos situados frente a las costas israelíes.
El 29 de septiembre, Estados Unidos logra imponer 100 Pac, aunque a título de la acostumbrada ayuda militar [74]. El ejército estadounidense envía también un sistema de radar AN/TPY-2 de X-band, encargado de detectar en el espacio los misiles de alcance medio y largo [75]. Este sistema cuesta 440 millones de dólares y se considera operacional a mediados de diciembre, con un alcance de 2 000 kilómetros. Se afirma que puede detectar una «pelota de baseball» a 5 000 kilómetros [76].
Nadie se pregunta a qué se debe la instalación de ese radar en el [desierto] de Neguev, en Nevatim, en vez de instalarlo cerca de las zonas residenciales. En realidad, la prioridad es [el reactor nuclear de] Dimona. Por vez primera las fuerzas estadounidenses necesarias para hacer funcionar el radar se mantendrán en Israel de forma permanente, lo cual hace temer acciones «terroristas». El secretario estadounidense de Defensa Robert Gates explica entonces: «La idea es ayudar a Israel a crear una capacidad de defensa antimisiles de varios niveles para protegerse de todo tipo de amenazas en la región, cercana o lejana» [77]. De hecho, es una humillación para el radar del Hetz.
El 7 de abril de 2009, un Arrow-3 intercepta un misil con las características del Shahab-3, lanzado desde un avión a 2 000 kilómetros. Aunque no se ve por ningún lado la relación entre los dos misiles, totalmente diferentes, un responsable de la Defensa afirma triunfalmente: «Hemos realizado exitosamente un ensayo del Hetz. Este éxito marca una etapa clave en el desarrollo y el perfeccionamiento de las capacidades operativas de este sistema para que sea capaz de responder a las crecientes amenazas de los misiles balísticos en la región». Y el nuevo ministro de Defensa Ehud Barak agrega: «ofrecerá protección ante las amenazas estratégicas, cercanas e inmediatas» [78].
La realidad es que se trata, por un lado, de un ensayo preparado, no de una intercepción precipitada. Por otro lado, al fin se da a conocer el costo de todo el programa. ¡2 000 millones de dólares, sólo para el Arrow-3! Barak se ve incluso obligado a reunirse con parlamentarios estadounidenses, como Nita Lowey, miembro de la Subcomisión de Mercados Públicos, para mendigar nuevos subsidios [79]. Y le prometen, a cambio, que los Arrow serán sometidos a prueba en las aguas del Pacífico (lo cual representará empleos para los estadounidenses) en el marco de los ejercicios antibalísticos conjuntos que realiza el general estadounidense Patrick O’Reilly, director de la defensa antimisiles del Pentágono. La otra razón es que los disparos de misiles ficticios deben realizarse a 1 000 kilómetros de distancia, lo cual resulta imposible en el Mediterráneo [80].
Epílogo: El 22 de julio, luego de 3 fracasos consecutivos en California y problemas de comunicación entre el misil y el radar de control, los Arrow son desconectados. Pero el presupuesto 2010 asigna a Estados Unidos «y para los intereses de los aliados» 7 826 millones de dólares destinados a la MDA, suma que incluye 1 458 millones ¡únicamente para los ensayos! [81] El 7 de diciembre de 2009, Japón anuncia la suspensión del despliegue del Pac-3 por lo menos hasta abril del año 2011.
El nuevo gobierno [japonés] de izquierda explica: «Esperaremos por la publicación de las nuevas prioridades de la Defensa». El ministro de Defensa Toshimi Kitazawa suspende también la edificación de 3 nuevas bases previstas anteriormente. En cambio, parece que estas medidas no incluyen el antimisil SM-3 [82].
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De: Marti2 |
Enviado: 23/04/2010 07:19 |
La debacle del láser táctico de alta energía
Después del fracaso de sus misiles antimisiles, Estados Unidos e Israel se embarcan en la aventura del láser de alta energía. A falta de lograr detener los misiles balísticos rusos, esta milagrosa defensa debía protegerlos de los rudimentarios cohetes de la resistencia en el Medio Oriente. En definitiva, la «Cúpula de acero» que supuestamente debía proteger a Israel del pueblo al que expulsó de sus tierras no se concretará nunca. Lo que no pasó de ser eslogan publicitario de vendedores de armas y promesa de los politiqueros no dio más resultado que un equipamiento inadecuado, ya relegado al almacén de trastos.
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- Tactical High Energy Laser (THEL).
El principio del láser contra los cohetes
Surgido en los años 1960, el programa Nautilus es el predecesor del programa del láser espacial [1] de la IDS. Durante los años 1980, la Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA) colabora con la Directed Energy Office con vistas a concretar el programa TRIAD, un láser capaz de destruir misiles en tierra así como durante la fase de ascenso o a la mitad de la trayectoria prevista.
En febrero de 1983 el Estado Mayor interarmas logra convencer al presidente Reagan de que el láser permitirá llenar un vacío hasta que la balística estadounidense logre superar la de los soviéticos. Los opositores, encabezados por Edward Kennedy, se burlan de esa tecnología comparándola a la de trilogía hollywodense La Guerra de las Galaxias, expresión que acabará reemplazando la denominación IDS en el lenguaje popular. Hoy en día, la apelación genérica Nautilus sirve para designar el nuevo antimisil THEL, que comienza en 1995, cuando el Hezbollah lanza sus primeros cohetes desde el Líbano. Siria e Irán proporcionan cohetes a la «Resistencia», manteniéndose así al margen del enfrentamiento directo.
La firma estadounidense TWR comienza los primeros trabajos. Empresas israelíes, como Elbit, Electro-Optics Industries, IAI, MBT Systems & Space Technology, Tadiran y Raphael se unen a ellos. Posteriormente Northrop Grumman Space Technology compra TWR [2]. Se concibe un THEL versión ABL (Air Borne Laser) que se fabrica con el objetivo de destruir los Scud durante la fase de lanzamiento. Rockwell y Boeing lo desarrollan, prometiendo su entrada en servicio para el año 2006.
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De: Marti2 |
Enviado: 23/04/2010 07:20 |
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De: Marti2 |
Enviado: 23/04/2010 07:21 |
Desde el principio se trata de encontrar una alternativa que permita llenar las lagunas que representan los fallos de los Pac y los Arrow. Mientras que estos últimos tienen como misión la destrucción de los misiles de teatro, el THEL se dedica exclusivamente a las Katiuska, los Qassam e incluso a los obuses de mortero, contra los que no existía hasta entonces ningún tipo de defensa. La media de vuelo de los Qassam es muy corta. El antimisil destinado a neutralizarlo tiene por lo tanto que actuar muy rápidamente. El THEL esta concebido para actuar 15 segundos antes del impacto. 15 segundos es el tiempo que el proceso israelí de alerta da a los civiles para meterse en los refugios ya que el sistema de «alerta roja» (Tzeva Adom) se activa en ese momento. El láser [3] ofrece la ventaja de actuar más rápidamente (a la velocidad de la luz) y sin agregar más fragmentos a los del misil destruido.
Resultaría tedioso describir científicamente aquí las complejidades de esa arma, pero se puede precisar que se trata de un láser de fluorido de deuterio que transita a través de 44 cámaras de combustión en las que se hacen reaccionar trifluorido, nitrógeno y etileno y que desintegra el objetivo mediante el fuerte calor que produce [4]. El láser proviene de una bombilla que dispara fotones a presión hacia 9 discos de cristal de neodimio. Para reforzar el poder destructivo del haz durante varias decenas de microsegundos como mínimo, las energías que se emiten representan sólo cerca de una décima parte de lo que ese mismo cristal es capaz de producir al funcionar normalmente.
El problema reside en que la potencia debe alcanzar los 100 kilowatts. La manipulación del THEL depende de un comandante y un artillero, que no tienen teóricamente otra función que la de verificar el funcionamiento de la computadora. Según el equipo del doctor Josef Shwartz, responsable de los primeros estudios: «Aquí estamos hablando de intercepción a la velocidad de la luz. Eso exige un C3I (orden, control, comunicación e inteligencia), lo cual deja sólo muy poco tiempo para las decisiones humanas en cada etapa.»
El láser no puede recargarse rápidamente en caso de error de tiro o ante una lluvia de cohetes, aunque puede enfrentar los disparos en forma de racimo haciendo entre 20 y 60 disparos antes de la recarga. La autonomía depende de la cantidad de disparos y de la duración de cada haz. Pero esos datos son de carácter teórico y los diferentes informes difieren en cuanto a las posibilidades del arma. El THEL tiene que mantener determinada temperatura para que no se estropee la totalidad del sistema. Pero el fluorido evita tener que recurrir a un voluminoso sistema de enfriamiento. La otra ventaja del láser, en comparación con el vehículo “asesino” [de los misiles antimisiles], es su invulnerabilidad ante las condiciones meteorológicas, que no tienen prácticamente ninguna incidencia en la trayectoria y la potencia del haz.
En abril de 1996, Bill Clinton y William Perry autorizan el ensayo de un prototipo. Israel promete salir del sur del Líbano, después de la controvertida operación «Uvas de la ira», si los escudos permiten prescindir de su ocupación. Así que es mucho lo que está en juego. Estados Unidos e Israel firman un protocolo el 18 de julio. Se prevén 21 meses para la construcción del sistema y entre 12 y 18 meses para los ensayos, organizados en la High Energy Laser Systems Test Facility, en White Sand (Nuevo México). Nuevamente, Estados Unidos invierte masivamente en ese proyecto, cuyo principal beneficiario será en primer lugar Israel, por ser el más amenazado por los proyectiles de corto alcance.
Se estima que las investigaciones costarán 250 millones de dólares hasta el año 2002. Incluyendo el ABL ([láser] instalado en la nariz de 7 aviones Boeing 747, puesto a prueba en 2009) y la posibilidad de un sistema instalado a bordo de un satélite (que no tiene carácter prioritario), [5] el total del estimado se elevaría, en materia de investigación-desarrollo y fabricación, a 6 100 millones de dólares. En agosto de 1996, se ensaya con éxito el principio del ABL. También se entrega una primera asignación de 100 millones de dólares en 1997: Estados Unidos pone un 70% mientras que Israel asume el 30% [6].
En mayo de 1999, la GAO [General Accounting Office, institución estadounidense vinculada al Congreso y que funge como contraloría. NdT.] ya señala los problemas de fugas de fluidos químicos, la poca potencia del láser y su incapacidad para la destrucción de grandes cohetes de largo alcance (Zelzal). Se rediseña entonces el programa, lo cual representa un costo suplementario de 30 a 50 millones de dólares. La GAO revisa la factura de la nueva versión [fijándola] en 106,8 millones de dólares para Estados Unidos y 24,7 millones para Israel [7].
Según un vocero del SMDC, las primeras investigaciones ya han costado 260 millones de dólares [8]. Ante los reclamos del Congreso, Washington amenaza con no asumir el gasto suplementario. Los universitarios estadounidenses Melman y Cooks recuerdan en ese sentido que la mitad de los contratos militares de interés para Israel «se atribuyen sin proceso de licitación» [9]. Se observa que el estimado es de todas formas menos alto que en el caso de los Arrow, tanto para la fabricación como para el funcionamiento, ya que el costo de un sistema antimisiles clásico es de 180 millones de dólares (como promedio por cada batería) y el de la intercepción se eleva a 1 millón de dólares, o sea mucho más que en el caso del Nautilus (2 500 por cada Qassam) [10].
Se llega entonces a un acuerdo. Washington y Tel Aviv pagarán respectivamente una cuarta parte del costo extra y Northrop asumirá la otra mitad. El proyecto es renombrado Skyguard. Pero Israel se retira en 2001 para desarrollar su propio sistema. Las partes implicadas no renuncian sin embargo a la idea de obtener la participación de Jordania (1999), Grecia, Kuwait, Arabia Saudita, Corea del Sur (1998), Singapur, Japón (1999), el Reino Unido, Holanda (1999), la India y Turquía (1999), argumentando que esta cobertura también puede protegerlos a ellos.
Es interesante observar que algunos de los países anteriormente mencionados habían optado también por el Arrow y el Patriot, lo cual equivale a reconocer la ineficacia de esos sistemas. Por otro lado, Washington teme que Tel Aviv aproveche la oportunidad para robarle estos mercados. Son pocos los países que responden positivamente.
El espectro del síndrome Patriot
El teniente general John Costello, comandante del Space and Missile Defense Command, abriga serias inquietudes en cuanto a lo difícil que puede resultar defender de los ataques enemigos un THEL que no se mueve [11]. En otras palabras, ¡hay que proteger el sistema de protección antimisiles! En junio del año 2000 el sistema es puesto a prueba con éxito contra el tiro de Katiuska en el centro de White Sand.
El teniente general John Costello, del Commanding General U.S. Army Space & Missile Defense Command (Alabama) y Tim Hannemann, vicepresidente de TRW, explican que esta protección puede ser útil para todo el mundo, mientras que el mayor general Isaac Ben-Israel, director del MAFAT (ministerio de Defensa) agrega: «Este tiro es un excitante y muy importante acontecimiento para el pueblo de Israel. El THEL ha vencido una etapa crucial para ayudar a proteger las comunidades a lo largo de la frontera norte contra todo tipo de ataques devastadores con cohetes que hemos venido sufriendo recientemente» [12].
Así que se procede a la firma de un protocolo para el desarrollo de una versión móvil (MTHEL). La versión móvil del THEL no resulta precisamente discreta ya que, además del camión que transporta el arma, se necesitan 3 vehículos más que se encargarán de alimentarlo, esencialmente en energía. Para rentabilizar su inversión, el Pentágono prevé dotar sus bases y aeropuertos de este tipo de protección, sobre todo en el Medio Oriente. Para Israel, la prioridad la tienen aeropuertos, concentraciones de colonias, bases, centrales nucleares y laboratorios secretos. El tiempo apremia ya que la segunda Intifada se caracteriza precisamente por el uso masivo de cohetes.
Después del 11 de septiembre, Estados Unidos quiere que el láser sea capaz de destruir tanto misiles como aviones secuestrados. Entre 2001 y 2009, en momentos de la agresión [israelí] contra Gaza, y en 2006, durante la segunda guerra contra el Líbano, se despliegan THEL a lo largo de la frontera, para tratar de destruir los Qassam… sin éxito, por no tratarse ya de disparos programados como en los entrenamientos [13]. En julio de 2006, Northrop Grumman trata de renegociar el THEL con el Estado hebreo reuniéndose con Amir Peretz, con el director general Jacob Toren y con el responsable del proyecto Homa, Arie Herzog. La conclusión del encuentro es inapelable: «Durante 10 años hemos venido invirtiendo en este proyecto a un costo muy elevado y sin resultados. ¿Qué va a pasar ahora que las fuerzas [armadas] estadounidenses han perdido todo interés en él?» [14].
Lo principal es que una primera auditoria exige 300 millones de dólares más, elevando así la factura final a 700 millones de dólares… sin contar el costo del mantenimiento del sistema. Por esa suma, Peretz exige de Rafael un sistema polivalente capaz de destruir todo tipo de proyectiles: «En estos últimos años, el programa común con Estados Unidos se había detenido. Esta decisión estuvo motivada entonces por importantes consideraciones… Pero por otro lado, Israel no podía darse el lujo de reflexionar en términos de estadísticas de daños causados por cohetes, porque tenemos que ver esa amenaza como una amenaza para la existencia misma de Israel.» [15]
Después de haber invertido entre 250 y 320 millones de euros en 10 años (en el caso de Washington) y 150 millones de euros (en el caso de Israel), los dos países congelan el proyecto, cuya culminación exige finalmente 230 millones de euros más, después de la rebaja aceptada por Rafael [16]. Al ser interrogado sobre el proyecto, en septiembre de 2006, por el diario Haaretz, que le reprocha su oposición al sistema presentado como el arma absoluta, el jefe de Estado Mayor Moshe Yaalon declara: «Yo no he sido el único que ha detenido el proyecto Nautilus. Pero tengo dudas sobre él. Ya había resultado extremadamente oneroso y sus resultados han sido limitados. Sólo puede proteger alguna ciudad por aquí o por allá. Si Israel invierte una fortuna en tejer un traje de protección para cada ciudadano y convertirlos a todos en búnkeres, esto no será económicamente sostenible.» [17] Acusando a la sociedad de estar militarizándose, con todo lo que eso implica, el general confiesa en definitiva que… ¡realmente no hay solución contra los cohetes!
El 1º de junio de 2007, la Comisión de las fuerzas armadas del Senado estadounidense propone, para el futuro, 60 millones de dólares distribuidos en 25 millones para el Arrow, sólo 10 millones para el THEL y 25 millones para otro antimisil de corto alcance [18]. Pero los THEL son desconectados en septiembre. ¡Peor todavía! Es Tsahal quien tiene que cumplir la misión de ese costoso juguete tecnológico, como ocurrió durante el verano del año 2006 en el Líbano, lanzando contra la franja de Gaza una ofensiva terrestre de gran envergadura, con un costoso saldo en bajas humanas, ¡precisamente lo que se quería evitar con el THEL! La precisión del THEL resulta, en definitiva, ser un inconveniente ya que no se adapta a la trayectoria aleatoria de los Scud y sus derivados.
En otras palabras, mientras más artesanal es el misil, ¡más inoperante resulta ser la alta tecnología israelí-estadounidense! Lo cual da lugar al siguiente análisis del general de reserva (shirout milouim) Yossi Kuperwasser, experto israelí en inteligencia:
«La lucha contra el terrorismo cuesta caro. Por supuesto, hay que equipar nuestros vehículos con sistemas para enfrentar [ataques con] misiles. Si queremos estar listos para la pelea, hay que pagar el precio. Este sistema (Skyguard) es, en efecto, extraordinariamente caro, y se dice que está fuera de nuestras posibilidades financieras. Eso es cierto en este momento, pero es posible que la decisión sea diferente mañana.
Habíamos comenzado, efectivamente, a desarrollar esta tecnología y no nos equipamos con ella a causa de su precio. Si analizamos la guerra del pasado verano, ¿tuvimos razón o fue un error? Algunos dicen que la muerte de 50 civiles en una guerra de 34 días es un precio que Israel puede pagar. Otros dicen que es un precio demasiado elevado y que, en el futuro, el costo en vidas humanas será muy superior si no nos dotamos ahora de esos sistemas a un precio astronómico. Es un debate muy difícil.» [19]
Pero Estados Unidos logra imponer el SkyGuard, cuyo margen de éxito «es cercano al 100%», según se anuncia. El Skyguard tendrá que sumarse al sistema general israelí Iron Dome. Tel Aviv no se atreve a comprometerse demasiado con la defensa de sus prototipos nacionales ya que la decisión está vinculada a un proyecto de asignación de una cifra record de 30 000 millones de dólares en materia de asistencia militar, con una parte destinada a los antimisiles, prevista para un periodo de 10 años. Ello no impide al gabinete israelí de seguridad asignar, el 23 de diciembre, 811 millones de nuevos shekels al estudio… de un nuevo sistema.
Identificado como Iron Dome, este nuevo sistema deberá estar listo para el 2010 y ser capaz de destruir los cohetes de corto alcance. Nuevamente se pone esta tarea en manos de Rafael. El 22 de enero de 2008, esa firma presenta su nuevo prototipo, bautizado con el nombre de Stunner. El Congreso estadounidense ya había financiado las primeras investigaciones, en 2007, a un costo de 155 millones de dólares [20].
Concebido para interceptar los Qassam y las Katiuska, el Stunner no reemplaza los sistemas anteriores sino que los completa y debe alcanzar su estado operacional en 2010. Formará parte del dispositivo «Varita mágica» que debe garantizar la protección del espacio aéreo de Israel [21]. El Stunner se inserta en una defensa más amplia llamada Magic Wand, de la que también forman parte otros tipos de antimisiles y que debe interceptar los Zelzal y los Fajr del Hamas y del Hezbollah. Estos escudos conformarán por lo tanto a fin de cuentas una profunda defensa balística con varias redes de protección, como las diferentes capas de kevlar que conforman un chaleco antibalas.
A finales de marzo de 2009, el Iron Dome pasa con éxito una serie de ensayos contra cohetes «del mismo tipo que los utilizados recientemente contra Israel» [22]. Ante la Comisión de Relaciones y de Defensa de la Knesset [el parlamento israelí], el jefe del Estado Mayor señala, el 11 de noviembre de 2009, que el primer batallón de ese sistema será operacional dentro de un año (6 meses de retraso) [23]. El carácter de esta decisión es en realidad más político que militar ya que dos tercios de la población del gran Sderot, cerca de Gaza, han anunciado que huirán si se producen nuevos ataques balísticos. El sistema reintegra en realidad el radar MTHEL (Elta) que acompaña los misiles interceptores tipo Tamir [24]. Lo más importante es que este radar calcula el punto de intercepción de manera tal que los fragmentos no caigan sobre las zonas habitadas, por lo menos en teoría.
Pero un mes después, Ehud Barak presenta discretamente a Estados Unidos un pedido de Vulcan-Phalanx, un radar acompañado de un cañón Gatling de 20 milímetros capaz de disparar 4 000 obuses por minuto a 1 500 metros, sistema utilizado por las tropas estadounidenses en Irak y Afganistán [25]. Cuando el sistema esté listo, ese cañón posiblemente sea reemplazado por un interceptor láser, de más largo alcance, lo cual quiere decir que este último sigue sin estar listo. El arma resulta menos cara, más simple y más confiable. Algunos expertos estiman que el Phalanx ya está siendo utilizado en el terreno, contra los cohetes.
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De: Marti2 |
Enviado: 23/04/2010 07:22 |
Trophy contra Quick Kill: Las bambalinas de una rivalidad entre Estados Unidos e Israel
El Thel se presenta en otras versiones [COIL, ASPRO [26] y Trophy], capaces de destruir misiles y obuses, para garantizar la protección de un vehículo o de una aeronave. Estos láseres están diseñados para detectar las amenazas, darles seguimiento, clasificarlas, estimar el punto idóneo de intercepción y finalmente neutralizarlas a distancia gracias varios tipos de señuelos y ametralladoras desplegados alrededor del vehículo. La idea había sido concebida en IMI después de la guerra del Kipur.
Durante los años 1990, la investigación y desarrollo hacen posible la concretización de esa arma. El láser, con una potencia de 700 watt, no sirve para la destrucción propiamente dicha sino que está acoplado a una ametralladora de 30 o 50 milímetros. Esta arma neutraliza la munición enemiga únicamente si esta última está a punto de alcanzar el vehículo [27]. Varios países han desarrollado cada uno su propio sistema (dispositivo de detección de un misil combinado con un lanzador de señuelos) destinado a la protección de sus vehículos blindados, como el tanque francés Leclerc o el tanque israelí Merkava IV.
En 2003, la US Army’s Program Executive Office for Air, Space and Missile Defense (PEO-ASMD) y la firma Rafael colaboran en la concepción del Trophy Active Protection System (APS). La cantidad de vehículos destruidos por ataques con lanzacohetes en Afganistán e Irak plantea la necesidad de concebir urgentemente una protección adecuada.
El mercado comienza a escapar al control de los estadounidenses. Al igual que en el caso de los contratos perdidos anteriormente por las firmas estadounidenses en beneficio de Tel Aviv, los estadounidenses acusan de clientelismo a los grupos israelíes de presión activos en el Congreso. Al cabo de una serie de ensayos, Raytheon logra imponer su propia versión, bautizada como Quick Kill y presentada como confiable en un 98%, en detrimento del Trophy [28]. Meses más tarde, el Senado ordena una reevaluación del sistema israelí ante Donald Rumsfeld.
En abril de 2006, Globes revela la existencia de vínculos entre el ejército y el personal de Raytheon infiltrado en el equipo que rechazó el Trophy. Raytheon se defiende y acusa al lobby israelí de desinformación [29]. El Quick Kill, que no debía alcanzar su fase operacional hasta el año 2012, es finalmente rechazado en una decisión que favorece el Trophy al cabo de 15 ensayos realizados en Virginia por el Institute for Defense Analyses (IDA), institución designada al efecto por la secretaría estadounidense de Defensa.
En febrero de 2007, Rafael recibe un mandato del ejército de los Estados Unidos para adaptar en Irak sus sistemas Trophy-2 y 3, 100 de los cuales ya forman parte de la protección de los tanques [israelíes] Merkava. Pero en mayo de 2007, Rafael se deshace –por alguna razón desconocida– de su departamento IT systems, que trabaja en el desarrollo de ese sistema [30]. Otra empresa, Elbit, aprovecha entonces la ocasión para proponer su propio sistema para el año 2008. Según Tsahal, la instalación del sistema a bordo de cada blindado representa una inversión de 500 000 dólares por cada uno. El problema es que Israel dispone de 10 000 blindados.
Hoy en día el proyecto está congelado, a falta de una decisión al respecto. Al igual que en el caso de los antimisiles de teatro, en ausencia de solución se procede al fortalecimiento numérico de los sistemas de reemplazo, como el Meil Rouah (término hebreo que designa una prenda de ropa destinada a proteger de la lluvia a la persona que la usa) que teje una red de acero destinada a interceptar los misiles enemigos. Este sistema cuesta de 150 000 a 200 000 dólares por cada unidad y se afirma que su eficacia es de un 90%. Pero tiene el inconveniente de que la explosión puede herir a los soldados de infantería que acompañan a los blindados [31].
Conclusión
La historia de los sistemas de defensa antimisiles en Estados Unidos e Israel, concebidos como respuesta política, militar, cultural y moral ante una amenaza real, ha generado despilfarro y malversación, tanto en el plano financiero como en el tecnológico, en momentos en que el Estado hebreo, al no lograr protegerse de simples cohetes artesanales o muy poco desarrollados, recurre a represalias inadecuadas, mal vistas y en definitiva ineficaces. Más o menos congelados hasta nuevo aviso, por problemas técnicos y también económicos, estos sistemas siguen teniendo defensores entre los cabilderos de la industria armamentista. El perfeccionamiento de dichos sistemas se menciona constantemente a la hora de analizar el proceso de paz, ya que evitarían que Tsahal tuviese que acudir a las represalias.
En este momento, los sistemas de armas Pac y los Thel han llevado a una inflación de protecciones paralelas, multiplicando las capas de intercepción, con un resultado que, según la opinión que los propios expertos israelíes expresan off the record, sólo sirve para tranquilizar a una población traumatizada por las lluvias de cohetes y por la perspectiva, finalmente poco creíble, de futuros ataques balísticos iraníes. Los “escudos antimisiles” tampoco parecen contrarrestar los ímpetus del Hamas y del Hezbollah.
La continuación de esa iniciativa reactivaría la carrera armamentista, aunque en materia de armamento ni siquiera es necesario ese pretexto. Para los Estados que no tienen posibilidades de concursar en esa carrera, la única solución es aceptar la hegemonía de los grandes. Para otros, el “escudo” obliga a los adversarios a disponer de grandes cantidades de ADM [Armas de Destrucción Masiva] para poder saturar la defensa.
La seguridad absoluta está condenada al fracaso permanente ya que el propio concepto, por definición, ni siquiera existe en la vida real. Aun cuando ningún «Estado renegado», aparte de Irak en 1991, ha utilizado nunca ningún tipo de misil contra Israel, ambos países [Estados Unidos e Israel] siguen empeñados, esencialmente empujados por las presiones de especuladores políticos y militares, en llenar ese barril sin fondo a fuerza de lanzar en él inútilmente astronómicas sumas de dinero. Y probablemente exigirán a los contribuyentes estadounidenses e israelíes nuevos fondos a cambio de no emprender una intervención contra Irán. Los litigios y problemas que plantea la colaboración entre las diferentes ramas de las fuerzas armadas estadounidenses e israelíes y las empresas implicadas complican más aun este vano empeño.
En el verano del año 2008, Polonia acepta el despliegue de una decena de Pac y la República Checa acepta la instalación de un radar. El 5 de abril de 2009, Barack Obama mantiene el principio del escudo. Aunque lo matiza poniendo en tela de juicio parte de la doctrina de Bush al declarar: «Mientras exista la amenaza de Irán, tenemos la intención de seguir adelante con un sistema de defensa antimisiles con gastos controlados y cuyo interés debe estar demostrado» [AFP, 5 abril 2009.].
Ese es precisamente el problema. El programa sigue adelante, pero el 16 de septiembre Obama renuncia a la instalación de los antimisiles en Polonia y en la República Checa a favor del despliegue de un sistema naval. Al contrario de lo que afirma Laure Delcour [32], la razón de esa decisión no está en las protestas de Rusia. Las negociaciones entre Estados Unidos y Rusia sobre Irán, el fracaso técnico, el costo financiero y las nuevas relaciones con Israel son sus verdaderas causas.
Sin embargo, el 5 de febrero de 2010, durante la cumbre que reúne en Estambul a los 28 ministros de Defensa de la OTAN, se confirma el escudo antimisiles con la futura instalación de sistemas en Bulgaria y Rumania. Es importante sumar también a los asociados y clientes japoneses, turcos, británicos, australianos, daneses, indios, italianos y checos. Israel se encontraba entre los participantes en aquella reunión, pero sus propios sistemas de teatro no lograron convencer a nadie.
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De: Marti2 |
Enviado: 23/04/2010 07:24 |
Nicolas Ténèze
Doctorado en Historia por el Instituto de Estudios Políticos de Toulouse en abril de 2009. Su tesis, financiada en parte por el Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional (IHEDN) trata de la disuasión, convencional y no convencional, israelí.
Fuente: Red Voltaire
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