CIGüEÑA REALISTA....

CIGüEÑA REALISTA

Si habéis estado alguna vez en un pueblo pequeño,

habréis observado cómo en la época del buen tiempo las cigüeñas

instalan sus nidos en las torres de las iglesias y en otros lugares elevados.

Hace tiempo explicaban que en un pueblo de Castilla, una de las cigüeñas

que había en la torre de la iglesia, cuando aún no volaba bien del todo, cayó y se rompió un ala.

Estos animales suelen estar protegidos por la gente, y los respetan mucho.

A ésta la curaron, pero ya no pudo volver a volar más.

Desde entonces sólo podía caminar.

Con la llegada del mal tiempo, como que no podía volar para emigrar a países más cálidos,

se refugió en el cementerio del pueblo, y el encargado la cuidaba.

Se ve que cuando este señor llegaba con la comida,

la cigüeña batía las alas en señal de alegría.

Una persona que comentaba el hecho en una noticia del periódico decía

que aquella cigüeña había tenido que renunciar a aquello

que para ella parecía lo más importante: volar.

“Ahora -decía el comentarista-, en vez de volar

se pasea tranquilamente entre tumbas y hierbas,

contenta después de haber renunciado a una cosa tan importante para ella como es volar”.

Aunque parezca mentira, este hecho referido a un animal

puede servir de ejemplo para nosotros. Porque nosotros, en muchas ocasiones,
- tenemos que renunciar a cosas, a personas, y eso nos cuesta un sacrificio;
- tenemos que aceptar limitaciones personales (no somos perfectos,

a veces tenemos dificultades para hacer las cosas);
- tenemos que renunciar a hacer cosas que teníamos previsto hacer o que queríamos hacer...
O sea: tenemos que renunciar, a veces, a “volar”, como la cigüeña.

Entonces necesitamos aprender a “caminar”, también como la cigüeña.

Necesitamos aprender a aceptarnos como somos, a hacer las cosas de otra forma.

No tenemos que dejar de lado nunca el espíritu de superación,

pero tenemos que aprender a vivir felices tal y como somos,

sacando el máximo partido de nuestras posibilidades personales.

No nos tenemos que exigir cosas que realmente no podemos hacer,

porque seguramente sufriremos.

Entonces necesitamos aprender a “caminar”, también como la cigüeña.

Necesitamos aprender a aceptarnos como somos, a hacer las cosas de otra forma.,,,asi es,,,,gracias muy buen mensaje,,,,

hasta siempre,,,Celi

Además de realista , es una cigüeña muy inteligente

Superar las Dificultades

La realidad en general resulta bastante diferente a como la soñamos . . . la vida no es una autopista lisa y recta sino un camino roto y sinuoso .
Todos inevitablemente nos encontraremos con problemas similares que aparecerán para fortalecer nuestras convicciones y enriquecernos.
En algún momento de nuestras vidas padeceremos conflictos laborales,sufriremos la perdida de un ser querido o tendremos una ruptura afectiva.
Ante esas situaciones tenemos dos alternativas para reaccionar,podemos enfrentar al problema . . . o bien ignorarlo y darle la espalda .
Enfrentarlo no significa discutir y enojarse sino exactamente lo contrario.
Enfrentar un problema es mantener la calma y poder hablar de ese tema,es analizar porque se llego a esa situación y ver como se sale de ella .
Si somos capaces de enfrentar al problema y encontrar una buena solución rápidamente lo superaremos y seguiremos nuestro camino hacia el éxito.Sin embargo también podemos ignorar al problema y vivir una realidad virtual pero aunque no querramos verlo el problema sigue allí en posición amenazante.
Los problemas sin resolver se van acumulando y generan una pesada carga que nos vincula al pasado provocando sensaciones de frustración y angustia. Es necesario cortar todos los vínculos que nos atan con problemas del pasado y para ello es necesario cerrar temas, reconciliarnos, asumir hechos y situaciones.

De la red

Muchísimas gracias por ampliar el mensaje Damara.

Auténtica imágen de una cigüeña.

No nos tenemos que exigir cosas que realmente no podemos hacer,

porque seguramente sufriremos.