es imposible a veces
predecir la tristeza
unas palabras bastan
para arrancarte el aire
o tejer un murmullo
de lentas flores
decapitadas
cubren las sábanas tu cuerpo quieto
como cuando el amor nos trasladaba
al sueño de sabernos
afortunados
ahora ignoro quién
permanece en vigilia
no hay luz en tu mirada
y no te favorece este extraño silencio
de sangre
y despedidas
quizá
los nudos del amor
sean tan violentos y mudos
como inexplicables
los rumores sobre su escasa
longevidad
el poema es pasión o deseo,
silencio
y rabia
el prisionero
de la luz
vive entre las tinieblas
consolándose con las artes
y la anestesia del olvido
nunca regreses
a tus ruinas
nunca
haz el amor como si amases
que así se multiplican los seres humanos
y todo lo demás, mejor que siga oculto.