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General: De sólo imaginarme
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De: Espuncio (Mensaje original) |
Enviado: 03/05/2010 17:20 |
De sólo imaginarme
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De sólo imaginarme
De sólo imaginarme que tu boca pueda juntarse con la mía, siento que una angustia secreta me sofoca, y en ansias de ternura me atormento...
El alma se me vuelve toda oído; el cuerpo se me torna todo llama y se me agita de amores encendido, mientras todo mi espíritu te llama.
Y después no comprendo, en la locura, de este sueño de amor a que me entrego; si es que corre en mis venas sangre pura, o si en vez de la sangre corre fuego...
ALICIA LARDE DE VENTURINO ( El Salvador )
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De: Marti2 |
Enviado: 03/05/2010 22:42 |
¡Tengo un hondo deseo de estar hoy en el campo por ver cómo se mecen los dorados trigales; acostarme en la grama y escuchar ese canto rumoroso, del viento, entre los carrizales!
Sumergirme en las ondas de la fuente armoniosa y correr como cierva por la verde pradera, mientras cae la tarde simulando una rosa que ya mustia se dobla en plena primavera.
Y después ¡oh mi sueño! escuchar de natura, mientras lenta me duermo, la sonata divina, y soñar que en tus brazos de infinita ternura estoy aprisionada como una golondrina.
ALICIA LARDÉ DE VENTURINO
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De: Marti2 |
Enviado: 03/05/2010 22:45 |
De la pasión al tinglado de la ciencia Pocos casos se conocen en nuestro país en los cuales la poesía ha salido derrotada por la ciencia. Y aunque esto no significa bajo ningún modo un lamento, pues siempre hay quien la oficia, significó la trascendencia de otra gran mujer salvadoreña: Alice Lardé Arthés (San Salvador, 1896-14 de octubre de 1983), nacida del matrimonio formado por don Jorge Lardé Bourdon y doña Amalia Arthés Echeverría. Más tarde, el 16 de julio de 1924, tras casarse con el sociólogo chileno Agustín Venturino, adopta su apellido y comienza a conocerse como Alice Lardé de Venturino.
Su poesía, escrita en sus años mozos, era de tonos vernacular y pasional, impetuosa, como cuando escribe: "¡Pude haber sido tuya como Dios lo quería!". O cuando versifica: "Mi cuerpo está temblando como lirio de fuego,/ mi lengua dolorida clama loca por él/ y a los cielos fustiga con su pagano ruego,/ donde ruedan mis besos como gotas de miel".
A medida que la barcaza de su juventud se marchaba y llegaba el matrimonio y su hija Alice Gabriela, de ese verso ardiente con visos atrevidos para la época deviene en paisajes de melancolía y, más adelante, en una serie de ensayos que le merecieron lo que no se lo dio la poesía: trascendencia.
Entre sus libros publicados se encuentran: Pétalos del alma (1921), Alma viril (1925), Sangre del trópico (1925), Belleza salvaje (1927), El nuevo mundo polar (1929); posteriormente da a conocer sus ensayos: La dinámica terrestre y sus fenómenos inherentes (1943), ¿Es la electricidad el origen de la vida y de la muerte? (1943), Fórmulas gráficas prácticas del vitaoculiscopio y oculivita (1950), La frigidez sexual de la mujer (1967), y otros más. Mujer de las Américas 1979-1980 Durante muchos años vivió fuera del país, sobre todo en Chile, donde en reconocimiento a sus méritos, una escuela y una biblioteca públicas llevan su nombre desde 1939. Antes, en 1928, el gobierno salvadoreño la nombró su delegada ante el Congreso Internacional de Buenos Aires, Argentina. Además, fue miembro de diferentes foros de ciencia y cultura, academias e institutos de América y Europa, y en sus giras de conferencista científica ganó el respeto y el aplauso de la comunidad internacional.
Tal era el perfil de Alice Lardé de Venturino que se convirtió en la primera mujer de nuestro continente en ser incorporada como miembro de la Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdova, España. Y la Unión de Mujeres Americanas, en Nueva York, le concedió el título de Mujer de las Américas 1979-1980. ¡Salvada sea la poesía de esta gran lirófora! Sus primeros versos se publicaron en la Revista Germinal, que era dirigían Manuel y Raúl Andino entre los años 1919 y 1921; pero también publicó poemas y artículos científicos en el Diario Latino.
Pasado algún tiempo, ella misma, probablemente como un gesto de melancolía o de compromiso con su verso, en España publicó una antología a la que dio por título: Las mejores poesías líricas de Alice Lardé de Venturino, que no estaría mal se reeditase por parte de CONCULTURA dado que en octubre próximo se cumplirán veinte años de su ausencia física.
Debería publicarse la obra de quien mereciera nutridos elogios por parte de poetas como Salvador Díaz Mirón y José Santos Chocano; y en nuestro calor aldeano por parte de Luis Gallegos Valdés y el gran Salarrué, entre otros. Este último cuando publicó sus famosos Cuentos de barro, le dedica el volumen con las siguientes palabras: "A Alice Lardé de Venturino, en fraternal afán por devolverle el terruño perdido".
Y a propósito de febrero y sus trinos de amor y amistad, léase en esta oportunidad, uno de sus poemas donde la pasión es convocada bajo el remanso de las horas, y que se incluye en su libro Pétalos del alba (1921). |
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De: c3l14 |
Enviado: 03/05/2010 23:40 |
UYYYYY,,,amigos lindos hoy los siento romanticos!!!!! ,,bien también por que no!!!!,,,
gracias por estar,,, bellos mensajes,,,,,hasta siempre,,,Celi. |
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De: Lalita2 |
Enviado: 04/05/2010 23:14 |
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