RIACHUELO...
(Con mi mayor afecto a ese hermoso barrio de la Boca, que da color especial a mi ciudad, y sin el cual,
Buenos Aires no sería Buenos Aires).
-Audroc-
La tarde es gris... Como una pincelada de Quinquela con su tono feliz.
En la proa de alguna nave hundida entre las turbias aguas del Riachuelo en su palo mayor, tiene una alondra, que mientras canta anida.
La tarde es gris...
El agua turbia no refleja el cielo en su opaco matiz.
La popa está de muerte herida entre sangre de viejos petroleros que llena los pulmones y se espesa con pipas de vigilia en mar abierto.
La tarde es gris...
El puente entre neblina, nube y hierro, parece una raíz.
Quinquela pinta en su paleta al lodo, con un mudo color de transparencias, que estremecen poemas de desvelos por cada amarra que se queda suelta.
La tarde es gris...
El espejo del agua está empañado con aceitoso barniz.
Sobre la vía de su trocha angosta la máquina de un tren,
de vez en cuando, deja un silbido de un adiós que brota como señal de tiempo.
Mi gratitud a ese gran artista y amigo llamado: Carlos Fernández
por sus siempre generosas expersiones para alguien tan
simple como yo. Gracias Carlos, por elegir, junto a tantos
grandes poetas, el de este porteño que te abraza y se honra
con su amistad.
|