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Socio-Política: Bolivia ...
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Marti2  (Mensaje original) Enviado: 12/06/2010 09:10
Cómo los Estados Unidos intentan desestabilizar el proceso de cambio en Bolivia
 

 
Hugo Moldiz Mercado, 46 años, abogado, comunicador social y magister en relaciones internacionales. Estudioso de las relaciones de América Latina con Estados Unidos. Ha sido corresponsal de la AFP, actualmente es director del semanario La Epoca de Bolivia. Forma parte del consejo editorial de Contexto Latinoamericano, es autor de: "Balance de los gobiernos de izquierda en América Latina", "Bolivia en los tiempos de Evo", "Reforma o Revolución en Bolivia" y otros trabajos.


Manola Romalo ¿ A finales de abril- principio de mayo, Bolivia ha sido el tereno de agitaciónes sociales: partes de la COB manifestaron para incremento de salarios, dos comunidades campesinas se enfrentaron durante algunos dias para emplementar una planta de citricos. ¿Ha habido ingerencia de agencias estadounidenses?

Hugo Moldiz Mercado : El conflicto tuvo dos aristas: una visible y otra encubierta. La primera fue la poca capacidad que el gobierno y las partes en conflicto tuvieron para ponerse de acuerdo, lo cual la realidad demostró después que era altamente posible dada la naturaleza del gobierno y su principal base social. La segunda tiene que ver con la subversión. Las agencias estadounidenses, particularmente USAID (United States Agency for International Development, por su sigla en inglés), (1) han estado presentes en el conflicto que se vivió en Bolivia entre abril y mayo, cuando se enfrentaron dos comunidades del norte de La Paz: Caranavi y otra Palos Blancos por la ubicación de una planta de cítricos que finalmente será instalada en ambas comunidades. Realizadas algunas averiguaciones, hay ciertos elementos como para pensar que USAID ha estado alentando tanto la protesta de la población de Caranavi como de la población de Palos Blancos. Es decir, no es que se parcializó con unos de los sectores sino más bien atizó el fuego en ambas poblaciones. Sin embargo, una anotación importante: USAID no ha creado el problema –eso sería darle en este momento un poder que no lo tiene- pero ciertamente ha explotado muy bien la disputa que ambas comunidades tenían por la instalación de una planta de citricos.

MR: ¿Qué pruebas hay?

HMM : Hay dos pruebas bastante contundentes y que deberían servir para hacer una investigación más profunda. La primera demuestra la relación económica y política de uno de los principales dirigentes de Caranavi, Acho, quién tenía por un lado, una relación anterior con una Dirección de control de coca; segundo, la relación de algunos dirigentes de Palos Blancos con USAID. Aquí tengo en mis manos precisamente otra documentación (2) que da cuenta de la relación de la FESPAI (Federación Sindical de Productos Agropecuarios de Iturralde-Alto Beni) con una organización estadounidense que canaliza recursos de USAID. Es la “Wildlife Conservation Society” (2). Un dirigente de apellido Mollarico también ha recibido, junto a otros, recursos financieros, por lo menos en los ultimos 2 años. Los recursos destinados hacia la Federación en el ultimo año es de 10.000 dolares. Pero, más allá del monto que se haya destinado a estos dirigentes, que en términos cuantitativos no es alto, llama la atención que esos dirigentes –vinculados al proceso de cambio- hayan ignorado las afirmaciones del Presidente Morales, quien ha señalado lo peligroso de la presencia de las agencias de EE.UU. en Bolivia. Por lo tanto es un hecho político a tomar en cuenta.

MR. ¿Cuál es ?

HMM : El hecho politico es que la presencia de los Estados Unidos en Bolivia ha tenido praticamente dos ejes: un eje de desestabilización sistemática y silenciosa a través de agencias - muchas de ellas han funcionado con recursos directos de USAID, (3) - vinculadas a programas de educación, acción cívica, apoyo a mujeres, a derechos humanos, etc., un proceso de subversión solapado, encubierto. Pero demás, ha tenido también un eje de acción directa, de confrontación directa con el gobierno. Es lo que ha sucedido durante la presencia del embajador de Estados Unidos Philip Goldberg (4) en Bolivia cuando de una manera absolutamente abierta y prepotente paraba más en el departamente de Santa Cruz, al oriente de Bolivia, que en la propia La Paz, donde está la sede de la Embajada de los Estados Unidos. Goldberg (5) se reunía con quienes trataron de alentar la división, la violencia en el país, a través de un golpe cívico-prefectural que contó incluso con la presencia de personas reclutadas en el exterior que tuvieron experiencia en la  división de Yugoslavia. Entonces, lo que ha pasado en abril y mayo es nada más que la expresión de una de las dos modalidades de injerencia que Estados Unidos (6) desarrolla para subvertir el proceso de cambio boliviano. De ahí que esté plenamente justificada la expulsión de Golberg en septiembre de 2008, aunque seríamos ingenuos si pensamos que la maquina subversiva a dejado de funcionar.

MR: Cómo se manifiesta hoy la presencia estadounidense en Bolivia?

HMM: A pesar de que en septiembre de 2008 el gobierno boliviano expulsó al embajador estadounidense, la presencia de EE.UU. en Bolivia se mantiene. Yo diría, por un lado, que se mantiene de manera absolutamente encubierta. Voy a dar un dato, como ejemplo: La NDI y el IRI - los brazos políticos tanto de demócratas como de republicanos- están cerrando sus oficinas en Bolivia. Pero al mismo tiempo el Centro Carter está ampliando su presencia en Bolivia y está reclutando entre sus funcionarios a muchos ex-empleados de ambos institutos políticos.

MR: Trabajan en turno: mientras que unos se van, llegan otros.

HMM : Y lo mismo pasa actualmente con las otras subcontratistas de la USAID. A veces está la DAI ( Development Alternatives, Inc ), otras la Chemonics, luego la Casals & Associates, Inc. Y así sucesivamente. Hay una suerte de rotación con la presencia de este tipo de organizaciones estadounidenses en Bolivia. La DEA por ejemplo que ha sido expulsada de Bolivia  el 1 de  febrero de 2009,  trabaja sin embargo en la frontera de Brasil con Bolivia atendiendo los mismos problemas que atendía dentro del país. Así se debe entender la injerencia que hizo el candidato de la burguesía a la Presidencia de la República, José Serra, el 27 de mayo, acusando al gobierno de Bolivia de ser complice en el tráfico de drogas, prácticamente de cocaina, hacía ese país (7). Esta declaración de Serra no fuera posible si no tuviera elementos informativos manipulados que tiene la DEA (“Drug Enforcement Administración” por su sigla en inglés ) sobre el movimiento del narcotrafico en Bolivia. Este es un tema politico. Pero hay un elemento adicional.

Hace poco ha sido secuestrado en Bolivia un narcotraficante de nombre William Rosales, cuyo paradero se desconoce y que ha permitido poner al descubierto la profunda penetración que el narcotráfico ha hecho en la policía boliviana. Pero existen algunos indicios de que Rosales fue herido hace más de 4 ó 5 meses en Bolivia, luego trasladado a una Clínica en la que contó con la protección, según se dice, de algunos policías. Lo curioso es que Rosales y el capitán Araujo (al que se lo acusa del secuestro y el asesinato de 6 guardaespaldas y colaboradores de Rosales), tenían relaciones con la DEA desde hace más de dos años. Entonces, estos hechos que podrían dar un cuadro preliminar en la que sobre un hecho real –de narcotráfico- se pretenda usarlo como un arma política con la intención de hacer ver a Bolivia como un país de narcotraficantes. Hay que seguir las pistas y sobre todo la forma como se desarrolle la subversión estadounidense los próximos meses.

MR. ¿ El gobierno de Evo Morales conoce las actuaciones subversivas presentes de esas agencias estadounidenses?

HMM : No podría ignorarlas. Creo que, sin embargo, hay un tema de relación de fuerzas. Y es que el gobierno, más allá de haber expulsado a la DEA, a la USAID, al embajador Goldberg, poco o nada puede hacer para evitar una presencia externa de los Estados Unidos en el país. Para evitar injerencias se tiene que contar con estados muy fuertes, con estados vigorosos. No hay que olvidarse que Bolivia, después de más de 183 años, está intentando construir un Estado que nunca ha tenido. Entonces uno de los desafíos que tiene el presidente Morales, su gobierno, es encontrar la manera de evitar que el aparato subversivo de Estados Unidos se siga moviendo en el país. Hay, con seguridad, una presencia solapada, subterránea, de agentes, nacionales y extranjeros, al servicio de Estados Unidos en varias instituciones estatales.

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MR: En el referéndum historico del 25 de enero de 2009, 61,43 % de los bolivianos han votado la nueva Constitución Polìtica del Estado Plurinacional de Bolivia.  ¿ Cuáles son los cambios fundamentales para la población de origen indigena? 

 

HMM : La nueva Constitución tiene basicamente dos pilares centrales: por un lado, el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado boliviano y segundo, la incorporación de cuatro tipos de autonomía. Ambas tienen obviamente vinculación. El reconocimiento de lo plurinacional significa que Bolivia deja de ser un estado monocultural - que fue una carácteristica del colonialismo - y se convierte en un estado que además de reconocer a la nación boliviana, reconoce la existencia de otras 36 naciones indigenas y originarias que existieron antes de la llegada de los espanoles a finales del siglo XV. Eso es una primera cuestión que hace justicia. Ahora, reconocer el carácter plurinacional del país, no implica reconocer solamente la existencia de diferentes maneras de hablar, de vestir o de comer. Implica reconocer que en este país existen diferentes ordenes civilizatorios, además de la civilización moderna. Esto otros ordenes civilizatorios no modernos que tienen profunda relación con la naturaleza tienen distintas maneras de producir, de distribuir, de hacer politica, de concebir la democrácia, de administrar justicia y de las relaciones humanas. Eso es la importancia de reconocer el carácter plurinacional del país y que se complementa con el tema de la autonomía.

Hablando de la autonomía, hay que hacer dos precisiones importantes: la primera, es que nunca el gobierno ni los movimientos sociales que protagonizan este proceso revolucionario en Bolivia se opusieron a la autonomía, que es lo que muchos medios de comunicación, incluso de izquierda en el exterior, han tergiversado y confundido. A lo que se opuso el gobierno y los movimientos sociales era a que la autonomía sea solamente sea departamental. Bolivia está dividida en departamentos, provincias, municipios y regiones (hay también cantones y otras unidades territoriales más pequeñas), pero las más importantes son las cuatro. Pero la oligarquía de este país quería solamente autonomía departamental.

MR: ¿Porqué?

HMM: Era la manera de construir oposición al presidente Morales. Porque una vez que la burguesía agroindustrial y latifundista había perdido el control del gobierno nacional, lo que querían los prefectos de la oposición era alojarse, es decir defender sus intereses desde los gobiernos departamentales. Entonces la propuesta del gobierno y de los movimientos sociales a la Asamblea Constituyente era reconocer cuatro tipos de autonomía: departamental, regional, municipal y autonomía territorial indígena. Las cuatro tipos de autonomía tienen igual jerarquía ante la Constitución, ninguna es más de otra. Por lo tanto, lo que estamos viendo con esta Ley de Transición es nada más que operativizar una verdadera democratización del poder politico en Bolivia. El poder politico baja y no se queda solo al gobierno nacional ni tan poco se queda solo en gobiernos departamentales, sino que baja hasta el último, hasta la unidad territorial más pequeña, por eso es la autonomía indigena, donde los indigenas aplicarán la democracia comunitaria en la forma de elección de sus autoridades, en la administración de sus recursos. Estos cuatros tipos de autonomía con igualdad jerárquica ante la Constitución es otra de las maneras de la ampliación de la democracía en Bolivia.

De los cuatros tipo de autonomía, a mi juicio, la más importante es la autonomía territorial indígena. Porque la autonomía territorial indigena es de donde el gobierno puede ir construyendo lo que llama el socialismo comunitario, para ir pasando de una experiencia local a un modelo de aplicación nacional.

MR. ¿ De qué manera?

HMM: En la Constitución boliviana se establece tres tipos de democracia: la democracia representativa, la democrácia directa y participativa y la democrácia comunitaria. Todos sabemos que la democrácia representativa es una democrácia que expresa la forma de organización capitalista moderna en la sociedad. La democracia participativa es la consulta, el referendum y otras formas de participación del pueblo en las construcción de decisiones. Y la democrácia comunitaria implica más bien que la pluralidad no se construye desde los partidos políticos, que las decisiones no parten de la diferenciación entre sociedad política y sociedad civil que hace la modernidad, que los poderes no están divididos, sino que la igualdad sustantiva y la pluralidad sustantiva se construye desde la comunidad.

MR: Al contrario de los pueblos indigenas de America Latina que pratican este tipo de democracía desde siglos, la izquierda europea tarda a encontrar el camino para salir del desastre politico-economico traido por el neoliberalismo de los últimos 20 anos...

HMM: Es muy difícil que Europa entienda esto. Europa debe estar convencida de una cosa, incluyendo a la izquierda europea: en Bolivia hay una crítica radical a la modernidad. Y la modernidad implica una forma de ver el mundo. Y desde Bolivia se ha ido recuperando otras formas no capitalistas de ver el mundo, incluso recuperando el pensamiento de Marx. Para mi Marx tuvo una crítica radical a la modernidad, porque criticar a la modernidad es criticar el capitalismo. A mi juicio, lo que se está planteando desde Bolivia es la construción de un nuevo paradigma que resuelva ya no solo la manera en que los hombre producen y distribuyen la riqueza, que fue el paradigma que alentó a la izquierda a luchar contra el capitalismo en Europa. Hoy ese paradigma es insuficiente. El mundo ya no solamente necesita una nueva manera de producir y de distribuir riqueza, el mundo necesita una nueva manera de relacionarse con el Planeta, es decir de reproducir la vida. Ya no se trata de una interpretación esoterica o metafísica: el Planeta está cada vez en riesgo y junto al Planeta el ser humano...

MR: Basta mirar la actual catástrofe ecológica creada por la British Petroleum en el Golfo de Mexico, visto que los Estados Unidos no quieren promulgar leyes para controlar a las multinacionales del petroleo...

HMM : Hay terremotos donde no tenía que haber, hay inundaciones donde no tenía que haber, hay sequías donde se suponía que no debía haber; entonces el Planeta no requiere del acuerdo impuesto en Copenhague, y que al parecer quiere volver a ser repetido en diciembre de este año en Cancún (Mexico). El Planeta necesita una nueva manera de vivir, de procucir, de pensar, es una nueva manera de reproducir la vida. Esto es lo que se está intentando construir desde Bolivia, a pesar de la contradicciones que puedan haber en el desarrollo de esta revolución: Este es el modesto aporte que Bolivia le quiere dar al mundo, Incluso a la izquierda europea que a veces se olvida mucho de los grandes aportes de Marx. En Bolivia, el sujeto transformador no es la clase obrera, porque este es un capitalismo distinto a europeo, tanto a la realidad europea de los siglos XIX y XX, como a la Europa del siglo XXI en la que la relación capital Vs trabajo ha adoptado múltiples formas en los últimos 15 años. El sujeto revolucionario en países como Bolivia es un sujeto campesino, indígena y popular que reúne en un solo a la clase –por tanto la lucha anticapitalista- y a las naciones –por tanto lucha anticolonial-. Entonces del desconocimiento de esa realidad nacen las dificultades que se tiene desde Europa y su racionalidad moderna para entender lo que está pasando en Bolivia.

Paises como el de Bolivia no tienen más otra opcíon de luchar contra cualquier forma de expresión del capitalismo. De allí que el Presidente Morales señale siempre el carácter anticapitalista de esta revolución. Hay que estar convencidos, sin embargo, que la transición del capitalismo a una sociedad socialista y comunitaria será larga. La transición será muy larga, porque habrá que considerar factores internos y externos.

La revolución debe ser planetaria o al menos continental para avanzar, pero al mismo tiempo no hay que pensar que es simultánea. Cuba le ha aportado a América Latina con más de 50 años de resistencia, ahora Bolivia, donde más condiciones objetivas para el “salto” se tienen respecto de otros países, debe sumarse a esa irradiación emancipadora.

Pero una cosa es segura: en Bolivia se han dado pasos que a mi juicio son irreversibles. Y la irreversibilidad está: 1) en la gran inclusión indígena y campesina, 2) en el proceso de democratización porque hay un desborde de la democracia formal y representativa, hay en construcción una democracia que no tiene limite. Es una sociedad cada vez más efectivamente democrática y no formalmente democrática, como en otros países del mundo, donde la democracia se reduce solamente al voto del ciudadano. Esto hace una revolución democrático-cultural desde el punto de vista de la transformación del sistema capital.

 

1. Fondos de la USAID para desestabilizar a Bolivia: http://www.jeremybigwood.net/BO/2008-USAID/20061219.1107-BO-USAID-F-00322-DRL_funding-email.pdf

2. Wildlife Conservation Societiy, agencia de la USAID: http://pdf.usaid.gov/pdf_docs/PDACM888.pdf   

 

  3. Investigación del periodista Jeremy Bigwood sobre las actividades de la USAID en Bolivia:  

 

https://nacla.org/node/5094

 

4. Carta abierta de la publicista canadiense Naomi Klein: http://www.naomiklein.org/articles/2008/09/open-letter-regarding-bolivia

 

5. http://www.bigwood.biz/Bolivia_docs/20070214-BO-DoS-U.S._Embassy_lunch_%7Bcooption%7D_of_indigenous-.pdf

 

6. En otro documento desclasificado, uno de los puntos dice claramente: “Más seguimiento y apoyo a los pasantes indígenas en la USAID y la Embajada, para construir y consolidar una red de graduados que aboguen por el Gobierno de Estados Unidos en áreas claves: http://www.jeremybigwood.net/BO/2008-USAID

 

7. http://latercera.com/contenido/678_263267_9.shtml

 
Manola Romalo
 


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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Marti2 Enviado: 12/06/2010 10:06

Cómo leer la “nueva era” entre Bolivia y Estados Unidos

 
Bolivia y Estados Unidos están cerca –con un avance del 99 por ciento- de iniciar una “nueva era”1 en sus relaciones bilaterales. Si el acuerdo marco, que gira en torno a cuatro puntos, se firma –pues la discrepancia en torno al 1% restante puede abrir otros cauces todavía inesperados-, el gobierno indígena-popular le habrá dado a su similar estadounidense una agenda muy difícil de cumplir o, por el contrario, Obama tendrá la oportunidad de meter la cabeza en condiciones más favorables de las que ahora tiene para desarrollar su política exterior hacia América Latina.

Vayamos por partes. El 21 de mayo de 2009 –cerca de nueve meses después de que el embajador Philip Golberg fuera expulsado de Bolivia por sus estrechos vínculos con la oposición no democrática-, el canciller boliviano David Choquehuanca y el entonces secretario de Estado Adjunto de Estados Unidos para Latinoamérica, Thomas Shannon, quien se reunió por una hora con Evo Morales, anunciaron estar trabajando en torno a un acuerdo marco de cuatro puntos.

Además de Golberg -un embajador que desempeñó un papel de primer orden en la división de Yugoslavia-, de Bolivia también fueron expulsadas en el segundo semestre de 2008 la agencia antidrogas DEA –que cumplía un papel de inteligencia política- y USAID cuyos recursos no inscritos ante el gobierno boliviano se destinaban principalmente a ONG con actividades de subversión a título de derechos humanos, participación ciudadana, democracia y medio ambiente.

El “documento de gran valor”2 fue propuesto por la Cancillería y consiste en: diálogo político, cooperación de Estado a Estado, responsabilidad compartida en la lucha contra el narcotráfico y fortalecimiento del comercio. Además, se acompañaron diez principios: respeto a la soberanía, integridad territorial, no injerencia en asuntos internos, respeto al estado de derecho, al ordenamiento jurídico y a la diversidad, promoción de la paz y la no violencia, justicia social para un desarrollo equitativo y armonía con la naturaleza.

Shannon se fue contento y con la idea de celebrar la próxima reunión en Washington en diciembre de ese año. La cita se canceló por decisión boliviana y Estados Unidos solo se limitó a decir que “esa fecha fue un poquito ambiciosa”3. Luego Arturo Valenzuela fue designado en el cargo de Shannon, quien ahora está como embajador en Brasil, y la boliviana María Otero jura como Subsecretaria de Asuntos Democráticos y Globales del gobierno estadounidense.

La cancelación de la reunión se explica porque entre mayo y diciembre de 2009 las relaciones volvieron a un nivel de tensión muy alta. El canciller boliviano sostuvo que “sería ingenuo pensar que Estados Unidos no está haciendo nada”4 para evitar que Evo Morales gane las elecciones del 6 de diciembre; el presidente del Estado Plurinacional afirmó que “Estados Unidos no tenía moral para hablar de terrorismo y acusar a otras naciones de promoverlo” y el 17 de diciembre, en Copenhague, aseveró que “Obama es peor que Bush”.

Bolivia tenía razones para protestar: Estados Unidos estaba brindando apoyo al binomio de la oposición dura Manfred Reyes Villa-Leopoldo Fernández, de los cuales el segundo enfrenta un proceso legal acusado por la masacre de Porvenir en septiembre de 2008, en el marco de una estrategia global que se proponía un golpe cívico prefectural con apoyo de mercenarios extranjeros5.

Cinco días después de las elecciones generales en Bolivia, Hillary Clinton sostuvo que “es realmente una mala idea” que Bolivia establezca relaciones diplomáticas con Irán y, en alusión directa a Evo Morales y Hugo Chávez sostuvo: “deberían considerar las consecuencias que puede tener para ellos. Esperamos que lo piensen dos veces”.

A ese ambiente, ya demasiado caldeado, se suma un informe de la Agencia Nacional de Inteligencia de Estados Unidos que agrupa a todos los organismos de seguridad, incluida la CIA y el FBI, en la que se lee que “la amenaza que representa para la estabilidad de la región una fuerza regional que lidera Chávez y en la que están Cuba, Nicaragua, Ecuador y Bolivia".

Por si eso no fuera suficiente, la administración estadounidense no ha respondido al pedido de extradición de Gonzalo Sánchez de Lozada –acusado de la masacre de octubre de 2003 que terminó provocando una gran sublevación que lo forzó a renunciar y huir a Estados Unidos en la tarde del 17 de ese mes- y de expulsión de Hugo Achá, Manfred Reyes Villa y de otros que huyeron a ese país para no dar cuenta a la justicia por distintos delitos de los que se los acusa.

Ese es el contexto en el que se lleva adelante la reunión del lunes 1 de junio pasado en La Paz. Es más, el jefe del Estado Plurinacional se encarga de aclarar que la reunión fue solicitada por los Estados Unidos. La responsabilidad se le da, como es lógico, al Canciller y el emisario enviado por Hillary Clinton, que no ha incluido a Bolivia en su segunda gira por varios países de América Latina, tiene que resignarse a la imposibilidad de un encuentro con Morales.

La información oficial es escasa e impide sacar conclusiones más precisas. Sin embargo, tomando en cuenta la posición de larga data de Evo Morales, aún antes de asumir por vez primera la conducción del país, no es difícil anticipar que los términos del restablecimiento de las relaciones Bolivia-Estados Unidos darán mucho que analizar.

Sin embargo, desde la perspectiva boliviana, si el acuerdo marco sale como se ha planteado, Estados Unidos tendría que, en el primer punto –diálogo político-, dar señales contundentes de no inmiscuirse en asuntos internos, aceptar los alcances de la política exterior de Bolivia que de mirar solo al norte ahora le pone énfasis a las relaciones Sur-Sur y asumir que hay en marcha un proyecto estratégico de orientación no capitalista.

Por lo demás, la administración Obama tendría que revisar su decisión de instalar bases militares en Colombia y Panamá, promover la paz y la violencia en la resolución de las controversias y admitir las relaciones con Irán, Rusia y otros países que se encuentran afectando el peso de Estados Unidos en esa parte del mundo.

En el segundo punto –responsabilidad compartida en la lucha contra el narcotráfico-, el acuerdo marco obligaría a Estados Unidos a combatir el narcotráfico en su territorio y diferenciar entre coca y cocaína y priorizar la sustitución de los cultivos de coca antes que la erradicación y renunciar a la idea de un regreso de la DEA, lo cual implica cambiar su estrategia antidrogas para América Latina.

En el tema de la cooperación, que está registrado como el tercer punto planteado por Bolivia, el acuerdo marco se expresaría en cumplir con lo dispuesto por la Declaración de París y el Consenso de Monterrey, donde los países que prestan ayuda oficial al desarrollo (AOD) acordaron sujetar sus recursos a los planes de desarrollo de los países beneficiarios y disminuir los costos de transacción que reducen la ayuda en un alto porcentaje. Es decir, para ser precisos, USAID volvería al país, inscribiría sus recursos en el Viceministerio de Inversión Pública (lo que no hizo nunca) y no financiaría a otras ONG estadounidenses que como en Caranavi y Palos Blancos se dedican a canalizar dineros hacia dirigentes sociales y comunidades de base.

Y, finalmente, en el cuarto eje –fortalecimiento del comercio- una de las primeras acciones de Estados Unidos, incluso antes de la firma del acuerdo marco, pasaría por la restitución del ATPDEA y empezar a trabajar en un acuerdo comercial de largo aliento que respete las asimetrías y se mueva en torno a la complementariedad.

Pero hay otra manera de leer la aceptación estadounidense de la propuesta boliviana para el restablecimiento de las relaciones bilaterales: primero, la necesidad de tener un embajador en La Paz, tanto por razones políticas como simbólicas y estratégicas.

Es probable, incluso, que Estados Unidos sacrifique a algunos de los “refugiados” en su territorio y los entregue a la justicia boliviana para que respondan por los delitos que se los acusa.

Segundo, poner en movimiento su política del doble carril, ya desarrollada desde los primeros años de la década de los 60: diplomacia por un lado y subversión por otra.

Por tanto, el anuncio de una “nueva era” de las relaciones bilaterales boliviano-estadounidenses todavía tiene más incertidumbres que certezas y el anticipo de nuevos conflictos.

Hugo Moldiz

* Periodista y escritor boliviano, magíster en relaciones internacionales.



 
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