Tienen edades entre los 7 y 11 años de edad y son llamados “los niños del cable” porque para llegar a su escuela tienen que descender por un cable de acero de 800 metros de largo, a una altura de 200 metros, solo con la ayuda de unas desgastadas poleas y unas improvisadas y poco resistentes cuerdas. El vertiginoso descenso dura entre 30 y 40 segundos y al llegar al final del cable frenan con una horqueta de palo. Para regresar a casa después de clases deben subir un cerro y volver por otro cable que los lleva de nuevo al puente, desafiando de nuevo a una suerte que parecen no tener pero que les acompaña cada mañana en el cable.
Obviamente estos niños no tienen la más mínima conciencia del peligro que corren diariamente al hacer ese recorrido sin los equipos necesarios, o por lo menos , el deseo de aprender les hace obviar el hecho de que si se rompe la cuerda que los sujeta, o si se tranca la polea, pueden caer al vacío.
Dios, mio solo su inocencia, hara que no se den cuenta de los peligros que corren,,, Dios los proteja siempre,, gracias Damara por traernos estas noticias,, asi nos damos cuenta de lo afortunados que son nuestros hijos,,, pero para ser verdad también corren otros peligros,, aaa la vida,,,,que tengan lindo dia Domingo ,,hasta siempre,,,Celi.
Gracias Damara, la historia, la situación si, ya la conocía, incluso la tenía posteada en mis grupos de msn, lo que no había visto es el video.
Bueno .. que decir no? pos ... nada! que mas vivo, mas aprendo de lo mal que estan las cosas en nuestro mundo, y que uno se deprime y uno se levanta y no pierde la esperanza.
Aqui en mi país decimos que los niños tienen un dios aparte, y mirando esto, pue si creo que lo tienen y muchos angelitos tambien. Su alegría y su inocencia reconfortan el alma Damara.