¿Y POR ESO ME DICEN RARO?
Si, soy raro, por intentar sembrar en el camino
semillas de alegría.
Si, soy raro, por sonreírle a la vida aunque
me lo pongan difícil.
Si, lo soy, por creer que el mundo,
es un ser vivo que tiene derecho a recibir,
no sólo a dar.
Si, lo soy, por prestar oídos al pulso
de la naturaleza, en lugar, de los
engañosos
cantos de sirena de la sociedad.
Si, defiendo que la ayuda no se compra
ni se vende.
Sino que se presta.
Si, me emociona el retorno, cada año,
de una golondrina al nido,
que la vio nacer.
Si me indigna ver al ser humano,
mas a una mujer,
con las manos ajadas,
de trabajo mal recompensado.
Mas aun ver a los niños en las calles trabajando
¡cuando deberían estar estudiando!
Si me duele el niño de mirada marchita
que se cruza en mi camino, porque no
nació en cuna aterciopelada.
Y los que nacieron en cuna aterciopelada,
enajenados por la sociedad consumista,
siendo una carga y problema insoluble para ella,
porque al tenerlo todo adolecen de
saber el valor de la vida y vivirla a plenitud,
mas aun, no conocen ni valoran el afecto,
muchos de ellos ¡nunca lo tuvieron!
Si soy raro por pensar que a la humanidad
le queda una esperanza, mientras haya una
sola persona que lo crea y
sea considerada rara como yo
Si consiguen embelesarme el sonido
de una nota, el arrullo de un mar en calma...
o del viento en las altas cumbres.
Si no escucho las palabras,
porque me pierdo en la voz
que las pronuncia.
Si soy raro por despertar, a media noche,
con la urgencia de un verso prendido en mi boca,
o batiendo alas junto a mi alma en las estrellas.
Si soy raro por creer que el corazón
me da la libertad y la razón me la quita...
Si soy raro por vestirme de payaso para
robar una sonrisa amiga.
Si, lo soy, por mirarme en unos ojos tal
vez inexistentes, con la esperanza de
verme reflejado en ellos....
o acariciado por una sonrisa que me habla
en el lenguaje del silencio y del aroma,
por creer que el cielo azul de mis montañas
son el reflejo de su ser en lo divino.
Entonces, ¡sí!
Confieso, que soy raro, y mientras quede
en mi cuerpo un soplo de vida, lucharé por
seguir siéndolo, y por dejar constancia de ello.