El nuevo enfrentamiento entre Norcorea y el eje EEUU-Corea del Sur (en el tablero del conflicto nuclear), que sobrevino luego del hundimiento de un barco de guerra surcoreano de cuya responsabilidad Seúl acusa a Corea del Norte, comenzó a desarrollar una peligrosa escalada militar entre ambas naciones.
La amenaza norcoreana de atacar Corea del Sur generó una inmediata tensión militar en la península y desató mecanismos de alarma mundial y regional que no había conseguido con el lanzamiento de 7 misiles en 72 horas.
La sola advertencia de Pyongyang de que atacaría Corea del Sur en caso de no ser escuchado, ya movilizó a las potencias capitalistas del "club nuclear" (incluidas Rusia y China) que controlan las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU.
En conferencia de prensa, Hillary Clinton señaló este miércoles que Washington estudia congelar los bienes de bancos o de los individuos norcoreanos que realicen actividades vinculadas con la proliferación nuclear y afirmó que las sanciones irán dirigidas contra la cúpula dirigente norcoreana y no contra el pueblo.
Clinton y el secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, viajaron a Seúl para reafirmar la alianza de su país con Corea del Sur, con motivo del 60 aniversario de la Guerra de Corea, y reunirse con sus homólogos surcoreanos, Yu Myung-hwan y Kim Tae-young, respectivamente, en el llamado diálogo "2+2".
En un comunicado, los cuatro ministros alertaron a Pyongyang en contra de más acciones de provocación, instaron al régimen de Kim Jong-il a poner fin "a todos sus programas nucleares" y le exigieron que asuma la responsabilidad en el naufragio del "Cheonan".
Según la secretaria de Estado, el asesor de EEUU para la no proliferación nuclear viajará a la región para abrir consultas con Corea del Sur y otros aliados sobre la aplicación de las sanciones que, insistió, tendrán como objetivo "desestabilizar" las políticas del régimen de Pyongyang
China, por su parte, manifestó este miércoles su "preocupación" respecto a los ejercicios militares entre Corea del Sur y Estados Unidos que comenzarán el domingo en el Mar de Japón, considerando que pueden agravar "las tensiones regionales
"Nosotros expresamos nuestra preocupación sobre esas actividades", declaró el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Qin Gang, en un comunicado.
"Llamamos a todas las partes a mantener la calma y la moderación y a no hacer nada que pueda agravar las tensiones regionales", dijo.
El martes, en un comunicado conjunto, Corea del Sur y Estados Unidos afirmaron que esos ejercicios militares a gran escala estaban destinados a lanzar "un mensaje fuerte" a Corea del Norte.
Las dos Coreas viven un periodo de especial tensión tras el hundimiento de la corbeta surcoreana "Cheonan" a causa, según una investigación internacional, de un torpedo norcoreano, aunque Pyongyang lo niega.
Los dos aliados, basándose en las conclusiones de una investigación internacional, acusaron a Corea del Norte de ser responsable del naufragio a fines de marzo de la corbeta surcoreana 'Cheonan', que causó la muerte de 46 marinos.
La corbeta surcoreana se hundió el pasado 26 de marzo cerca de la frontera con Corea del Norte y hace una semana el Consejo de Seguridad de la ONU condenó ese ataque, aunque sin culpar directamente a Corea del Norte.
En la conferencia de prensa, Hillary Clinton dijo que, antes de retomar las negociaciones a seis bandas para la desnuclearización de Corea del Norte, es preciso que el régimen comunista asuma su responsabilidad en el caso del "Cheonan" y demuestre su verdadera voluntad de desmantelar su programa atómico.
Hillary Clinton y Gates recorrieron la zona desmilitarizada que divide las dos Coreas, hoy en día el último reducto de la Guerra Fría, como muestra de un "fuerte compromiso" de Washington con Seúl contra la amenaza norcoreana.
Ambos secretarios visitaron además el Memorial de la Guerra de Corea, donde rindieron homenaje a las tropas de la ONU, lideradas por EEUU, que combatieron entre 1950 y 1953 junto con las fuerzas surcoreanas contra Corea del Norte.
Las dos Coreas se encuentran en una situación de guerra técnica ya que su conflicto bélico concluyó con la firma de un armisticio y no de un tratado de paz, después de que se estallara la guerra el 25 de junio de 1950 cuando el ejército norcoreano invadió al Sur.
La guerra dejó más de tres millones de muertos y desaparecidos, así como la división de la nación coreana, cuya cicatriz que se hace presente en la Zona Desmilitarizada, la frontera más protegida del mundo.
Además de 650.000 soldados surcoreanos, unos 28.500 soldados estadounidenses están desplegados en la península coreana como poder disuasorio ante un eventual ataque del régimen comunista de Corea del Norte.
Como advertencia a Pyongyang, EEUU y Corea del Sur desarrollarán desde este domingo cuatro jornadas de maniobras navales y aéreas conjuntas en el Mar del Este (Mar de Japón), en las que participarán el portaaviones George Washington, una veintena de buques de guerra y cazas de combate F-22.
Clinton y Gates sostendrán conversaciones con sus homólogos surcoreanos y comandantes militares de alto rango, durante las cuales discutirán las maniobras militares en respuesta al ataque contra la corbeta Cheonan, que dejó 46 muertos.
El conflicto se desarrolla en medio de una posibilidad inquietante que los expertos barajan: Un conflicto militar militar fronterizo entre las dos Corea, en una zona nuclearizada, podría producir un efecto encadenado de pánico mundial que derrumbaría los mercados y paralizaría la economía global.