Cuando me pregunto como seríamos si no fuerámos "domesticados" desde la mas tierna edad me vienen a la mente las muchas historias verídicas donde un ser humano se ha formado por fuera de toda sociedad. A mas de películas desde Tarzán a otras.
Es que cuando se inicia ese proceso de domesticación no bien nacemos, se nos comienza a dar junto con la papilla toda clase de valores, y allí en ese momento le decimos adiós a nuestro precioso "instinto".
Por eso resultamos el animal mas indefenso del planeta.
No hablo de un "no" rotundo, o unas buenas palmadas, cuando se trata de correr un riesgo seguro, de esa enseñanza necesaria que todo animal inculca a sus cachorros a fin de que puedan defenderse a lo largo del camino que acaban de emprender.
Hablo de "valores" como "bueno", "malo", "verdadero", "falso" ect. etc. etc.
Se nos llena la cabecita con un sinfín de creencias que a su vez están basadas en los padres de nuestros padres, y así hasta llegar a Adán.
Y lo que es peor con cada generación arrastramos los valores de toda una sociedad, eso es una carga muy pesada y deformante!
Cuando veo espantada lo que está pasando hoy en día en cada confín de este planeta, me resulta sencillo concluír de donde ha partido todo.
El ser humano desde principio cometió esta gran equivocación. Es muy común oir y decir que uno es padre sin ningún librito que lo ayude. No hay escuela de padres se dice. Será asi? Pienso que no. Por el contrario, en algún sitio hay detrás de todo una gran escuela de padres que a su vez según el lugar geográfico y la época, brinda diferentes enseñanzas.
Uno cuando es jóven toma las enseñanzas de los adultos como algo sin discusión. Por mas edad de la rebeldía, ellas quedan tatuadas a fuego dentro nuestro. El propio amor que uno siente por ellos, en la mayoría de los casos el ejemplo que nos dan, la admiración, hacen que le demos un lugar prioritario en nuestras vidas, y que tratemos junto con lo que nosotros mismos vamos recogiendo de nuestras experiencias, de pasárselas a nuestros hijos. Si el ejemplo es malo, tratamos de buscar adultos que los remplacen.
Está bien, supongo es el funcionamiento correcto ... pero, y qué si todo partió de una gran estafa?
Porque nos han estafado, de eso no tengo dudas ya.
Yo en lo que me es particular, quizás porque rompí moldes al nacer, no sé, puse todo en tela de discusión. No me cerraban las susodichas enseñanzas, y nadie sabía darme explicaciones. Mas bien se alzaban horrorizados frente a mi. Pagué caro mi rebeldía, y mis cuestionamientos, muy caro, aunque quizás a nivel personal hoy sienta que ha valido ese precio y con creces.
Al menos logro ver la estampida desde la distancia, y de seguro no me uniré a ella pase lo que pase.
Me ha costado "ver" claro, es demasiado underground, pero lo veo. Me eriza la piel ver la ceguera colectiva, y sobre todo siento un gran dolor al no poder hacer nada.
Y lo mas importante para mi, hoy comprendo cabalmente como ha funcionado todo, desde siempre.
Muchas veces me sorprendo a mi misma pensando en mi padre, y lo hago a mi lado quedando perplejo ante lo que está sucediendo, horrorizado, todas sus creencias, sus seguridades, su romanticismo, su admiración por ciertos personajes. Todo enlodado en el tacho de la basura. Es cuando digo : gracias a Dios papá por haberte ido con tu inocencia!!
Porque eso es lo que ha sucedido con la raza humana, se han aprovechado de su inocencia, esa que viene de la mano del precioso instinto. Nos han desviado de la ruta sin piedad. Nos han vendido espejitos de colores (y lo siguen haciendo), nos han tendido trampas, peores que las que usan los cazadores, mas dolorosas, mas crueles y sangrientas.
Y hoy, ha sido tan grande la victoria que han tenido, que aunque es algo que hasta un animal puede oler, los humanos siguen en su ceguera.
Han convertido este maravilloso Edén, en un infierno, el mismo que describía el Dante, el mismo!! solo que, aún, algunos se encuentran en determinados círculos desde donde se les hace imposible ver lo que pasa en los otros.
Si pudiéramos evolucionar en el aire y ver la Tierra desde arriba, veríamos el fuego ardiendo, con humanos dentro, los campos yermos, la vida cegada. Lo veríamos, es una realidad. Igual que el infierno de Dante, igual.
Cuando escribo estas palabras no es desde la negatividad, muy por el contrario, me siento
totalmente positiva, porque muy adentro mío sé, que dentro de cada ser hay una llamita sagrada, que lucha por escapar de todo esto. Y que para ello solo basta con "DESPERTAR"
Muchos lo han hecho y mi gran esperanza es que aunque yo no lo vea, todos lo hagan al fin.
Marti