LA FILOSOFÍA DESTRONA AL DIVÁN.- La Nación 21 de agosto de 2010.-
Revitalizada, el ágora de la tradición socrática se coló en las psicoterapias. Conquista las páginas de los libros de psicología y desarrollo personal. Combate el estrés. Se instala en empresas. Guía a políticos. Y, como un torrente impetuoso, se explaya en vinos, cafés y en retiros filosóficos por todo el país. Su misión es clara: expandir el horizonte previsible del entendimiento y aprender a pensar y vivir mejor.
En esas lides es la novel gravitación de los asesores filosóficos los que, con su predicamento individual o grupal para ayudar a resolver problemas concretos de la vida cotidiana, instalaron un nuevo método de introspección. Abrieron el juego del pensamiento enriquecido por múltiples cruces de perspectivas y corrientes. Crearon un espacio propio que convirtieron en hábito. Y lo enmarcaron dentro de un escenario hasta ahora monopolizado por el diván.
Esos espacios contestatarios tratan, en definitiva, de escudriñar la propia vida para alcanzar un bienestar. Se revuelve en los aspectos mundanos de la existencia sin dogmatismos, y desde nuevas y hasta divergentes cosmovisiones. El resultado es la fricción, la tensión filosófica que atrae al pensamiento revelador.
Esa corriente, conocida en el mundo como consultoría y filosofía práctica, fue iniciada en Alemania, en 1982, por Gerd Achenbach. Hoy goza de amplia difusión en el mundo y en nuestro país.