Todo hombre tiene derecho a
dudar de su tarea y a abandonarla de vez en cuando: lo único que no puede hacer es
olvidarla.
Quien no duda de sí mismo
es indigno,
porque confía ciegamente
en su capacidad
y peca por orgullo.
bendito sea aquel que pasa por
momentos de indecisión"
(La Quinta Montaña, Paulo Coelho)
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