"En nostalgia de ti llevo los días, como a niños pequeños, de la mano; en ausencia de ti, frías, qué frías son las cálidas noches de verano; en deseos de ti, qué rebeldías brinda mi cuerpo al tuyo tan lejano. ¿Cómo pude vivir sin conocerte? Y ¿cómo sobrevivo sin tenerte?"
Brevería Nº 924 Francisco Alvarez
Disfrutar lo que tenemos.
Nos bonbardean con técnicas y tratamientos psicológicos que ofrecen ayuda a focalizarnos en obtener lo que no poseemos. Pero olvidan algo muy importante: de aceptar, querer y disfrutar lo que tenemos. Cuando proyectamos para obtener algo que no existe entra en juego la ansiedad, partimos de la premisa de la escasez y cuando se realiza ese anhelo... ¿somos felices? La felicidad está en disfrutar de lo que tenemos, en el ahora, eso es lo que trae paz a nuestra alma. A partir de ella se vive en un estado de armonia y las cosas o situaciones que tendrán que pasar (aunque no lo hayamos deseado de ese modo) sucederán. Abandonar el miedo a no poder controlar es el principio de este proceso. Creo que no somos tan sinceros con nosotros mismos. Siempre existe un ansia de Más, en cualquier ámbito de nuestra existencia. Hacer conciente todos los días de que acepto y disfruto lo que tengo es quizás la más difícil tarea que existe,
Así es mi Yasmi, aunque te aburra te diré que eso también se aprende con la edad. Cuando se van perdiendo seres queridos y cosas que uno atesora, uno aprende a darle valor al momento, y a lo que tiene. Algunos ni así lo logran, pero es ley de vida, se va haciendo camino al andar como dice el poema, y cuando se vuelve la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Así que valora con toda tu alma lo que tienes hoy ... que mañana ... puede ya no estar