Se dice que el cuerpo del gato negro no es más que el disfraz
que utilizan las mismas brujas para pasearse tranquilamente por la ciudad,
para pasar desapercibidas.
Por eso una de las tradiciones de Halloween advierte que si un gato negro
se te cruza por delante en esta noche la mala suerte caerá sin remedio
sobre tu cabeza.
¿Sin remedio?
Noooo, hay un antídoto: cuando te pase eso da inmediatamente siete pasos hacia atrás y ¡maldición conjurada!