ANTE LA TRIBULACIòN.
Un joven acudiò una vez a un santo anciano y le pidiò que orara por el:
-Me doy cuenta que estoy cayendo continuamente en la impaciencia. ¿Podrìa orar por mì para que pueda ser màs paciente?.
-El anciano accediò. Se arrodillaron y el hombre de Dios comenzò a orar:
-Señor, màndale tribulaciones a este joven esta mañana, envìale tribulaciones en la tarde...
-El joven le interrumpiò y le dijo:
-¡No, no! ¡Tribulaciones no! ¡Paciencia!
-Pero- contestò el anciano-, la tribulaciòn produce la paciencia. Si quieres tener paciencia tienes que tener tribulaciòn.
-Si Quieres conocer la victoria , tienes que tener un conflicto.
Es ridìculo que alguien hable de haber obtenido una victoria si no ha tenido un conflicto.
Debes estar dispuesto a entrar al campo de batalla con CRISTO MISMO, y El te darà las lecciones diariamente. -Pero te advierto, tienes que estar preparado para pagar el precio.
Nadie puede disfrutar de una victoria sin pagar el precio, aun en los asuntos màs triviales.
Solamente una persona crucificada puede tener comuniòn con un SEÑOR CRUCIFICADO.
El Señor Jesucristo obtuvo su maravillosa "Vìa calvario" Y es solamente "vìa la cruz" que tù y yo podemos introducirnos a la experiencia de aquel triunfo.
-Si necesitas paciencia, necesitas tribulaciòn; si necesitas una victoria, debes tener un conflicto"-
-"Antes en todas estas cosas hacemos màs que vencer por medio de quel que nos amò. Por lo cual estoy seguro que ni la muerte, ni la vida, ni àngeles, ni principados, ni potestados, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna cosa creada nos podrà separar del amor de Dios que es en Cristo Jesùs Señor Nuestro
(Romanos 8: 37-39)
"TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE."
(Filipenses 4: 13.).-
(Tomado del libro
MANANTIALES EN EL DESIERTO)
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