Uno de viejito: jajajaj
La Princesa Encantada
Iba un viejito por el bosque cuándo escuchó a sus pies una débil voz.
Se agachó y descubrió que quien le hablaba era una ranita:
Soy una princesa hermosa, erótica y sensual,
diestra en todos los placeres de la carne y el amor.
La reina mala, envidiosa de mis encantos, me convirtió en rana,
pero si me das un beso, volveré a ser quien era y te daré todo
los goces y deleites que mi voluptuoso temperamento
y mi ardiente concupiscencia pueden producir"-.
El viejito levanta la rana y se la echa en el bolsillo.
Asoma la cabeza la ranita y le pregunta muy desconcertada:
-¿Que no me vas a besar?
- No. A mi edad es más divertido tener una rana que habla, que una maniática sexual..