¿Por qué resulta mas fácil boicotear a un orador con silbidos que con gritos?
A esta explicación, que es perfectamente correcta, habría que añadir la de que un silbido es mucho más pobre en componentes frecuenciales que un grito o voz, lo que lo hace mucho más desagradable al oído humano (me consta que también al animal). Por eso son tan molestos los sonidos de despertadores electrónicos o relojes digitales, pues contienen muy pocas (algunos una sola) frecuencia sonora. En el otro extremo tenemos el ruido denominado blanco, que contiene todas las frecuencias. Algo muy cercano a esto sería el sonido de una cascada de agua. El porqué nos resulta desagradable uno y placentero el otro es desconocido.