La Vestimenta
La necesidad de vestirse surge en el hombre de las cavernas, para combatir las inclemencias del tiempo, y para ello cazó animales y se abrigó con sus cueros o pieles.
Las explicaciones religiosas hablan del pudor como una causal de la necesidad de vestirse.
Con el transcurso del tiempo, la ropa comienza a asociarse a la ubicación en la sociedad, dependiendo estos ropajes, de la modestia personal, la ostentación o el lujo, las posibilidades económicas, las actividades laborales, etc.
Las modas son cambiantes, pero cada vez más se busca la comodidad y la simplicidad, aunque en la historia de la indumentaria se han usado mantos, jubones, casacas, túnicas, uniformes, monos, trajes, vestidos de cola, taparrabos, etc, según la cultura y las costumbres de cada región y época.
Además de las ropas realizadas con pieles y cueros, que siguen usándose, la ropa comenzó a ser realizada por telas fabricadas en telar.
Se estima que el telar existe desde hace unos siete mil años. En la Edad Media comienzan a realizarse tejidos de punto y mallas.
Los elementos usados en la fabricación de telas fueron hasta el siglo XIX, los que brindaba la naturaleza: algodón, lana, seda. En las últimas décadas aparecen las fibras sintéticas, que se usaron masivamente en la producción de telas, y más aún, ya se ha reducido el mercado de géneros pues las prendas se compran ya realizadas, cuando se produce la gran producción industrial, aunque hay todavía un porcentaje de hechura a mano.
Para llegar a la vestimenta, se fueron produciendo los siguientes pasos: fabricación y preparación del hilo en husos, tisaje, baño de apresto, armado de conos, enrollado o bobinado, tejido, teñido, estampado, hechura del género, confección de la prenda. En algunas texturas se realiza baños en ebullición, blanqueados, procesos para que no encojan, impermeabilización o antiarrugas.
El primer adminículo manual para dar impulso a la lanzadera fue logrado por el inglés John Kayd Lancashire, en 1733.
El primer telar que daba 150 pasadas por minuto fue construido en 1889 por James Northrop.
En los finales del Siglo XX y en el presente Siglo XXI, la actividad de las madres en el campo laboral, que dejan menos tiempo para las tareas hogareñas, ha hecho que encuentren una solución para las ropas de los chicos en las fibras artificiales, que no necesitan cuidados especiales. La vestimenta infantil se fue haciendo más cómoda y práctica.
A mitad del Siglo XX, el vienés Walter Artzt, realizó una prenda para bebes, cómodo y práctico, de una sola pieza, el pelele, o enterito, con prendedura que permitía cambiar los pañales sin desvestir al lactante y que fue adoptado posteriormente por todas las mamás.
En cuanto a la ropa de la juventud, en los años 40 comenzaron a aparecer las prendas unisex.