No todos los días son iguales.
Hay días en los que cuesta levantarse.Aceptar que no todos los tiempos son iguales será lo que nos dará fuerzas para comenzar un nuevo día.
Aun cuando nuestro mundo se vea roto o destrozado, siempre debemos mantener la fe en que Dios nunca nos dará más carga de la que podamos soportar. Si pedimos con fe y amor para que nuestros problemas se solucionen, Dios nos oirá, y siempre habrá una solución que nos muestre.
Por muy difícil que sea tu situación, en Dios podrás encontrar solución. Podrás comprobar que cuando Dios te cierra una puerta siempre te abre una ventana.
Para todo aquello que nos duele en la vida, como la pérdida de un ser amado que ha partido para nunca volver, o cuando te destrozan el corazón y la vida parece que te la hacen de a cuadritos, aún en esas situaciones tan difíciles debes tener fe y esperanza que un día será mejor que el que estás viviendo.
El tiempo es el mejor remedio para nuestras enfermedades, tanto del corazón como las del cuerpo. Recuerda que cuando más pesada es la carga, mayor será tu recompensa en la vida.
Triste despertarSuavicemos nuestras asperezas con aquellos que estamos enfadados, perdonemos a aquellos que tanto daño nos causan, y no esperemos nada de nadie, así nunca te llevarás sorpresas por creer que todas las personas son como tú.
Sigue tu vida en forma correcta, sé una buena mujer, amiga, o madre.
Aun en la desesperación y la tristeza más grande que pueda haber en tu vida nos queda el consuelo que Dios es nuestro mejor amigo y jamás nos falla. Puede tardar pero siempre estará con nosotras.
Y como dice nuestra película favorita “Lo que el viento se llevó“, llénate de seguridad y firmeza, deja de lado el dolor, la desesperación, el cansancio, y todo aquello que no te deja avanzar,
y di como la mujer que eres: “Mañana, mañana será otro día”.
Con amor
Shoshan