Existen tres reglas a la hora de escribir las instrucciones de un medicamento.
La primera es que la descripcion de la enfermedad ha de ser lo suficientemente ambigua como para que el paciente se convenza de que la tiene.
La segunda es que la descripcion de los efectos de la medicina ha de ser lo suficientemente impresionante como para que el paciente crea que puede curarse tomando la medicina.
La tercera es que la lista de contraindicaciones ha de ser lo suficientemente oscura como para que si el paciente se muere, no puedan denunciar a los laboratorios fabricantes
De la red
Feliz miércoles