Tara Parker-Pope
The New York Times
NUEVA YORK.- ¿Te tratas tan bien como tratás a tus amigos y a tu familia? Esta pregunta es el punto de partida para una nueva área de la psicología en franco crecimiento llamada autocompasión: qué tan amables somos con nosotros mismos. Los que fácilmente apoyan y entienden a los demás, en general sacan muy bajos resultados en los tests de autocompasión, regañándose por fallas como el sobrepeso o la falta de actividad física.
Sin embargo, las últimas investigaciones sugieren que aceptar nuestras imperfecciones puede ser el primer paso para lograr una mejor salud. Las personas que tienen altos valores en esta clase de tests sufren menos la depresión y la ansiedad, además de ser más felices y optimistas. La información preliminar sugiere que la autocompasión puede incluso influir en cuánto comemos y ayudarnos a bajar de peso.
Estas ideas parecen ser contrarias a los consejos de muchos médicos y libros de autoayuda que sostienen que la fuerza de voluntad y la disciplina son las claves para una mejor salud. Pero Kristin Neff, pionera en este campo, dice que la autocompasión no se debe confundir con la autoindulgencia o con tener estándares bajos.
"En mis investigaciones encontré que la razón principal por la cual las personas eran poco autocompasivas era el miedo de volverse indulgentes consigo mismas -explica Neff, profesora asociada de desarrollo humano en la Universidad de Texas-. Creen que la autocrítica es la que las mantiene en línea. Nuestra cultura dice que ser duros con nosotros mismos es lo correcto."
Imagine su reacción frente a un niño con problemas en la escuela o que come demasiada comida chatarra. Muchos padres ofrecerían su apoyo, enseñándole o buscando comida más sana que él disfrute. Pero cuando los adultos se encuentran en una situación similar, trabajando demasiado o comiendo de más y ganando peso, muchos caen en un círculo de autocrítica y negatividad. Eso hace que se sientan incluso menos motivados a cambiar.
"La autocompasión realmente conduce a la motivación -dice Neff-. La razón por la cual no dejarías que tus hijos comieran cinco kilos de helado es porque los quieres. Con la autocompasión, si te quieres a ti mismo, tiendes a hacer lo que es saludable para ti más que lo que es dañino."
Neff desarrolló una escala de autocompasión: son 26 frases para determinar cuán seguido la gente es amable consigo misma y si reconocen que los vaivenes son simplemente parte de la vida. Para quienes sacan bajo puntaje en la escala, Neff propone una serie de ejercicios: escribir una carta de apoyo a uno mismo, como para un amigo que preocupara; hacer una lista con los mejores y peores rasgos, pensando en cuáles podrían ser los pasos por seguir para ayudar a sentirse mejor acerca de uno mismo.
La Nación sábado 19 de marzo de 2011