MISTERIO Y LUZ
-Audroc-
El crepúsculo se extiende
con tintes de azul y fuego, proyectando hacia la tierra, manos de aire del
cielo. Los brazos se me hacen alas, y al extenderse las pliego; procuro
elevar mis plantas y estoy clavado en el suelo.
Cadena desventurada de
carne, huesos y nervios, que sólo logran romperse al elevarme en mis
versos. Ismo vacío en su pneuma que a lúcidos vuelve en ebrios... ¿Hasta
cuándo este vacío he de llenar con mis rezos?...
El horizonte en distancias
se aleja cuando me acerco, y más procuro sus luces, más oscurece el
cerebro. El racimo en su vendimia despoja el sarmiento en seco y sangran
pies en lagares, de ideas que nunca enhebro.
Está el espíritu anclado
por la carne contra el suelo en una conciencia oscura de lo que es y no es
cierto. ¡Ay...! ¡Si pudiera elevarme en un infinito vuelo dejando el
despojo humano para ascender como el viento!.
Una Cruz se me
hace Vida en la Gloria del que ha muerto. Piedra que fue removida, no hallándose
nada adentro.
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