Egipto ha anunciado que abrirá su paso fronterizo con Gaza de forma permanente revertiendo así la colusión egipcia con el régimen del bloqueo de Israel. El ministro interino de asuntos exteriores egipcio, Nabil al-Arabi, ha descrito como “vergonzoso” el apoyo que el anterior régimen prestó a dicho bloqueo. Aunque las autoridades israelíes han respondido alarmadas ante este anuncio, tienen ahora limitada su capacidad a la hora de minar las nuevas prerrogativas de Egipto.
Desde la captura del soldado israelí Gilad Shalit en junio de 2006, el cruce de Rafah ha estado cerrado para los palestinos de Gaza excepto en “casos humanitarios extraordinarios”. En junio de 2007, una vez que Hamas expulsó a Fatah de la Franja, Israel impuso un bloqueo naval sobre Gaza y selló sus cinco cruces fronterizos con el territorio. El cierre de Rafah por parte de Egipto convirtió ese asedio en total, aislando absolutamente del resto del mundo los 360 kilómetros cuadrados de la Franja.
Un amplio espectro de organizaciones internacionales dedicadas a la ayuda humanitaria y a la defensa de los derechos humanos, entre ellas Human Rights Watch, UNRWA, Amnistía Internacional y la Organización Mundial de la Salud, han definido como crisis humanitaria el devastador impacto del bloqueo sobre el millón y medio de habitantes de Gaza, donde la dependencia de la ayuda alimentaria ha aumentado hasta alcanzar el 80%.
Bajo el liderazgo de su depuesto presidente Hosni Mubarak, Egipto sólo abrió la frontera de Rafah en respuesta a momentos excepcionales de crisis, incluyendo la ofensiva de Israel contra Gaza durante el invierno de 2008-2009 y tras el fatal ataque de Israel contra la flotilla humanitaria en junio de 2010. El cierre de Rafah dejó ver bien a las claras que Mubarak compartía el interés de Israel en socavar el liderazgo de Hamas.
El gobierno post-revolucionario egipcio está dispuesto a revertir esa política, como se puso en evidencia en sus exitosos esfuerzos de mediación para lograr un gobierno de unidad entre Fatah y Hamas y, poco después, en su anuncio de que levantará su cierre de Rafah. La decisión de Egipto implica asimismo la entrada de nuevo en vigor de los acuerdos permanentes de cruce de fronteras que llevaban suspendidos desde 2007.
La decisión de Egipto supone la reanudación del statu quo anterior
Según el Acuerdo sobre Movimientos y Acceso (AMA), auspiciado por EEUU y la Unión Europea para facilitar la transferencia de autoridad del gobierno de Israel a la Autoridad Palestina tras el desenganche unilateral de Israel de Gaza, Egipto está autorizado a controlar el cruce de Rafah en su lado de la frontera en cooperación con la Autoridad Palestina.
Tras las luchas intestinas de 2007, por las que las fuerzas de Hamas fueron expulsadas de Cisjordania aunque tomaron el control de la Franja de Gaza, Egipto suspendió el acuerdo de cruce de fronteras, además de su participación y la de la UE, pero no se puso término al mismo.
La Misión de Ayuda Fronteriza de la Unión Europea para Rafah (EUBAM, por sus siglas en inglés), que se desplegó para apoyar una transferencia suave de autoridad en la frontera, condicionó su presencia a la cooperación con la Fuerza 17, o guardia presidencial, de Mahmud Abbas. Desde la expulsión de Fatah de la Franja, la EUBAM “ha mantenido su capacidad operativa y ha permanecido en alerta, en espera de una solución política y lista para reengancharse de nuevo”.
La EUBAM ha ampliado su misión en cuatro ocasiones desde la suspensión en 2007, indicando la disposición de la UE a cooperar con la AP si se alcanzara una solución política entre los partidos políticos rivales palestinos. En fecha tan reciente como el pasado mes de marzo, el Jefe de Misión de la EUBAM reafirmó la disposición de la Misión para reasumir sus tareas en Rafah ante el embajador egipcio en Israel.
Podría decirse que la reconciliación entre Fatah y Hamas elimina los impedimentos para la cooperación entre la UE y Egipto en el cruce de Rafah.
Aunque aún un tanto impreciso, el Acuerdo entre Fatah y Hamas estipula la rehabilitación de las fuerzas de seguridad palestinas y un mandato que ponga fin al asedio y bloqueo de Gaza. Aunque las hostilidades entre las partes rivales continúan, en teoría se han superado los obstáculos técnicos que impedían la apertura del cruce de Rafah.
Por consiguiente, la decisión de Egipto de abrir el cruce de Rafah es acorde con los acuerdos existentes e indica la reanudación del statu quo anterior. Israel poco puede hacer para desafiar esta política desde presupuestos legales y carece de credibilidad política para mantener por la fuerza el asedio global.
Israel carece de credibilidad política para mantener el bloqueo de Gaza
Aunque 29 senadores demócratas han instado al Presidente Obama a que suspenda la ayuda de EEUU a la AP si se une a Hamas, el apoyo internacional y europeo hacia el gobierno de unidad es consistente.
El 6 de mayo, la UE anunció que proporcionará 85 millones de dólares más de ayuda en apoyo de la AP ante el hecho de que Israel está reteniendo 105 millones de dólares de los ingresos fiscales que le pertenecen a la Autoridad Palestina. De forma parecida, el secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki-Moon, junto a una coalición de naciones donantes, han instado a Israel a que libere los fondos palestinos mientras el enviado de las Naciones Unidas a Oriente Medio, Robert Serry, ha dicho del gobierno de unidad nacional que llega con “retraso”, demostrando el apoyo general internacional a un gobierno de unidad que incluya a Hamas.
Existe un apoyo internacional parecido respecto a poner fin al asedio contra Gaza. Sobre todo desde el ataque de Israel contra la flotilla de mayo de 2010, el apoyo al extenuante asedio se ha ido rápidamente debilitando. A raíz del fatal ataque en aguas internacionales, incluso EEUU describió el bloqueo de Israel como “insostenible” y pidió a Israel que cambiara su política hacia Gaza.
La Casa Blanca no sólo apoya una suavización del asedio sino también al gobierno post-revolucionario de Egipto. Poco después de la salida de Hosni Mubarak, la secretaria de estado Hillary Clinton viajó a Egipto para felicitar al nuevo gobierno y prometió apoyo diplomático así como ayuda económica. Aunque no es imposible, es poco probable que EEUU se enfrente a la decisión de Egipto, que refleja en cierta forma la política estadounidense ante el bloqueo, así como el AMA patrocinado por EEUU, y se arriesgue a intentar socavar la decisión del naciente gobierno.
Finalmente, dentro de Israel, el primer ministro Benyamin Netanyahu carece de los apoyos políticos necesarios para asumir cualquier riesgo importante. La líder de la oposición, Tzipi Livni, ha acusado a Netanyahu de aislar a Israel y afirmó que su partido Kadima no se uniría a la coalición que dirige Netanyahu ni siquiera frente al “tsunami político” de septiembre. Livni se opone también al gobierno de unidad nacional pero explica que “hay diferencia entre defender a Israel y ayudar a que sobreviva un primer ministro que sólo se dedica a poner en peligro el país”.
Teniendo en cuanto el amplio apoyo con que cuenta el gobierno de unidad palestino, la frustración por el bloqueo actual, el entusiasmo ante el nuevo gobierno egipcio y la débil posición interna de Netanyahu, no es probable que Israel pueda movilizar una oposición política significativa ante la nueva política de Egipto ni usar la fuerza en respuesta a la apertura del cruce de Rafah.
No obstante, Israel, alentado por la impunidad, por la cobertura que le proporcionan los disturbios por la región y el deseo de establecer una ventaja cualitativa militar para responder a la reapertura del cruce, podría utilizar una opción militar para responder a la reapertura del cruce. Aún cuando no utilice la fuerza en Rafah, puede blandir su potencia militar atacando a la próxima flotilla hacia Gaza, que navegará hacia sus costas a finales de junio. En vistas del equilibrio político, la opción de Israel a utilizar la fuerza sin una amenaza militar tangible, servirá para exacerbar su ya menguada legitimidad. Escapar de esta trampa política deja a Israel con pocas opciones que no sea instar a EEUU a que actúe en su nombre. Aunque el Congreso de EEUU ha demostrado ya su disposición a actuar, la administración Obama tiene aún que mostrar si está dispuesta a intervenir en esta parte de un Oriente Medio que se transforma velozmente, una región donde los intereses de EEUU siguen pendiendo de un hilo.
Nura Erekat
Jadaliyya.com
Nura Erekat es abogada y activista por los derechos humanos palestinos. En la actualidad es también profesora adjunta de derecho internacional de los derechos humanos en Oriente Medio en la Universidad de Georgetown, así como coordinadora de defensa legal para los derechos de residencia y refugio de los palestinos del Centro Badil.