ESPEJO DE TODOS...
(El
día que llevamos a enterrar a mi madre, un mendigo inspiró estas
estrofas)
-Audroc- Quien tener pudiera tu filosofía sabio
vagabundo que en la Plaza estás, sin tener presente, sin tener
futuro, sin tener siquiera pasado, quizás …
Tu vida es un sueño tan
inexplicable cual la indiferencia con que ves pasar, un mundo
que gira veloz e inefable sintiéndote sombra, roca o
vegetal.
Sin
embargo miras con los ojos fijos en tu inalterable silencio
locuaz, conjurando luces de los crucifijos cuando tus harapos dicen
mucho más.
Vives tu derrumbe con algo de todos como si
las calles fueran tu país, eres algo de alguien que de todos
modos va socratizando la extraña raíz.
Te he visto mil veces en Plaza Lavalle y a tu
vieja angustia nunca la entendí, si vieras ahora mi hermano en el
valle, contigo del brazo, marcho junto a ti.
Yo
sé que mirabas cuando la llevaron habiendo una calle cruzando su
adiós. Nublados mis ojos que nunca lloraron de iguales harapos nos
vimos los dos.
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