ONU tilda de crisis global la extinción de las abejas y dice que si desaparecen no habrá más alimento
ALERTA DE LA ONU
De nuevo la extinción de las abejas suscita preocupación. Esta vez es la propia ONU quien da la voz de alarma ya que considera este tema extremadamente importante y trascendental por lo que acaba de emitir un informe calificando éste hecho como unaCrisis Global, un fenómeno que hoy afecta a China, Japón, África, parte de Europa y los Estados Unidos. El reporte desarrollado por la United Nations Environment Programme UNEP explica que "si dejan de existir las abejas no habrá más comida"así de claro (clic para ver) bien dijo Albert Einstein alguna vez: "Si las abjeas desaparecen al ser humano le quedarán cuatro años de vida en la Tierra"
Millones de abejas desaparecen sin dejar rastro en EEUU
EFE
WASHINGTON.- La misteriosa desaparición de millones de abejas en todo EEUU tiene a los apicultores al borde del ataque de nervios y preocupa incluso al Congreso, que debatirá este jueves la crítica situación de un insecto clave para el sector agrícola.
Las primeras señales serias de este enigma surgieron poco después de las Navidades en el estado de Florida, cuando los apicultores se encontraron con que muchas de las abejas se habían esfumado.
Desde entonces, el síndrome que los expertos han bautizado como Problema del Colapso de las Colonias(CCD) ha mermado en un 25% los enjambres del país.
"Hemos perdido más de medio millón de colonias, con una población de alrededor de 50.000 abejas cada una", dijo Daniel Weaver, presidente de la Federación Estadounidense de Apicultores, quien apuntó que el mal afecta a unos treinta de los cincuenta estadosdel país.
Lo curioso del fenómeno es que en muchos casos no se encuentran "restos mortales".
"Históricamente, cuando algo afecta a los enjambres hay muchos insectos muertos", explicó May Berenbaum, una profesora de entomología de la Universidad de Illinois, quien añadió que "en muchas de estas misteriosas desapariciones no hay cuerpos".
A esa rareza se suma otra igualmente desconcertante, la de que las abejas obreras se dan a la fuga dejando a la reina atrás, en un comportamiento de lo más atípico.
"Nunca habíamos tenido un caso como este", dijo Weaver, quien como muchos de los 1.200 miembros de su organización confiaba en que el problema desapareciese con la llegada de la primavera boreal, cuando los enjambres se encuentran a rebosar y los laboriosos insectos polinizan cultivos valorados en entre 12.000 y 14.000 millones de dólares, según un estudio de la Universidad de Cornell.
Pero la situación "todavía es crítica", asegura Weaver, quien dice que aún sigue recibiendo informaciones de abejas desaparecidas o muertas.
Entre los que han perdido gran parte de sus colmenas está David Ellingson, un apicultor nómada de Minesota, que cada año traslada sus insectos para que polinicen las largas plantaciones de almendras en California.
El último viaje resultó fatídico, al traducirse en la muerte o desaparición del 60% de las 2.000 coloniasque Ellingson utilizó para los cultivos de almendras.
De ahí que tenga previsto comparecer ante la Cámara de Representantes para pedir al Congreso que destine fondos a desentrañar los motivos del enigmático fenómeno.
Pero por el momento, el misterio permanece abierto. La profesora Berenbaum asegura que los científicos barajan todo tipo de hipótesis, entre ellas la de que algún pesticida haya provocado daños neurológicos a las abejas y alterado su sentido de la orientación, lo que les impediría encontrar el camino para regresar a sus colmenas.
Otros culpan a la sequía e incluso a las ondas de los teléfonos móviles, pero lo cierto es que nadie sabe a ciencia cierta cuál es el verdadero desencadenante.
A la espera de que se despeje la incógnita, los apicultores temen que no haya suficientes abejas para polinizar muchos de los cultivos que florecerán en el próximo mes y que incluyen desde peras hasta melones, melocotones y alfalfa.
"Nueva York es una de las zonas más afectadas y podría ser que parte de las plantaciones de manzanas y arándanos se queden sin polinizar", alerta Weaver.
Virginia Webb, una apicultora de Georgia que cría junto con su marido unos siete millones de abejas para la producción de miel y que se ha librado de la peste que recorre Estados Unidos, recuerda el modus operandi de las pequeñas criaturas.
"Lo que hacen las abejas es libar el néctar de las flores y al hacerlo permiten que el polen pase de una flor a otra, lo que favorece la fertilización y hace, en última instancia, que la fruta crezca", explica Webb, quien insiste en la necesidad de proteger a unos insectos tan frágiles como importantes, a quien la apicultora se refiere como "los ángeles de la agricultura".
( Se cree que mas de dos terceras partes de abejas en el mundo han desaparecido)
Los Científicos creen que si las abejas desaparecen al ser humano le quedarían solo 4 años de vida
"El fin del tiempo nadie lo sabe pero si podemos darnos una idea con lo que esta aconteciendo"
Las abejas se extinguen. ¿Por qué?
Las abejas se hallan en vías de extinción. Las consecuencias para la polinización son desastrosas porque es lo que permite la reproducción de las plantas y de las flores. ¿Por qué se extinguen las abejas? Las abejas están desapareciendo, se extinguen. Las consecuencias que esto puede acarrear son desastrosas por la polinización que es la que ha permitido, durante millones de años, asegurar la reproducción desde las plantas hasta las flores. Además, el 35% de nuestra alimentación depende de la polinización: frutas y hortalizas. Los alimentos más famosos recomendados por los nutriconistas. Por otra parte, en ciertas regiones del mundo, la desaparición de insectos polinizadores obliga a los agricultures a polinizar manualmente.
Los investigadores y los apicultores avanzan en varias hipótesis, porque aún no ha sido identificada con claridad la causa principal de la extinción de las abejas. Todas las presiones sobre el ecosistema y la salud de las abejas han sido revisadas: OGM, las ondas electromagnéticas, los pesticidas, la contaminación, el cambio climático, la escasez de flores, los virus, las enfermedades, los parásitos, los hongos…
Desde la antigüedad, el hombre ha domesticado a las abejas para cosechar la miel pero, durante los últimos años, las fuentes de degradación del medio ambiente y los daños al bienestar es tal que podría tratarse de una combinación de factores que exceden la capacidad de resistencia de las abejas.
Los pesticidas, a pesar de que las cantidades aplicadas son mucho más bajas que los principios activos, desde hace casi cincuenta años están perjudicando a todos los países y a la capaicdad de producción de los paíese en vías de desarrollo. La contaminación es a nivel mundial.
Ahora bien, las abejas son excelentes indicadores de la calidad del medio ambiente en el que evolucionan.
Como dice Damara, es un tema serio, y que viene dando informacion a los humanos desde hace bastante. Las abejas son como un medidor Celi, no olvidar su labor, ellas son dadoras de vida, polinizan ...
Despues traigo algun material que como siempre tengo que encontrar
Gracias x compartirlo aqui, creo que todos lo deberian de leer.
SI NO HUBIERA LEIDO ESTO , NI ENTEREDA AMIGAS , POR ACÁ EN LA COSTA PERUANA HAY MILES Y MILES DE ABEJAS QUE NOS PROPORCIONAN DIFERENTES ALIMENTOS VALIOSOS Y UNO DE ELLOS COMO BIEN SABEN TODOS LA MIEL DE ABEJA, EL POLEN....OJALA LOS CIENTIFICOS PUEDAN DETENER ESTE PROBLEMA DE EXTINCIÓN.....AYAYAAY CUANTOS ANIMALITOS EN VIA DE EXTINCIÓN....
Gracias, amigas lindas por leerme,, si que es preocupante,,
como dice Fiel aqui en Perù en general todavia no se siente esta tragedia,,
Dios quiera que no llegue esta extinciòn,,una amiga me comentaba que eso de la africanizaciòn trajo como consecuencia este tipo de reacciones en las colmenas! en fin no se mucho como, si ,lo sabran los apicultores,,como es eso de los transgeneticos,,,
no debemos intervenir en la obra de la madre naturaleza ,, si no lo echamos a perder,,,
La polinización es, con mucho, el servicio más importante que nos prestan estos insectos
Varios factores, entre los que destacan la climatología adversa y el uso de pesticidas prohibidos en otros países de nuestro entorno, han ocasionado en España una fuerte mortandad de las abejas. Además de las pérdidas en la producción de miel y otros productos apícolas, la principal consecuencia de esta fuerte reducción del número de abejas es la escasa polinización tanto de cultivos como de especies silvestres, lo que tiene nefastas repercusiones económicas en muchos cultivos y en cuanto a la biodiversidad de nuestros montes.
A lo largo de la historia la relación de las abejas con la humanidad ha sido muy fructífera, sobre todo para nosotros. Los primeros indicios en la Península Ibérica se recogen en la Cueva de la Araña (Valencia) hace más de 8.000 años, donde aparece pintada una mujer con un cesto recogiendo panales silvestres, con algunas abejas volando a su alrededor, y a un adolescente que sube con otro cesto a la espalda para ayudar. También es conocido el uso de los productos de las colmenas en el antiguo Egipto, volvemos a encontrarlo citado en las tablillas de Sumer y en las pinturas de las tumbas y templos egipcios de hace unos 4.000 años.
En nuestros días se va pasando del uso casi exclusivo de la miel como ayuda contra catarros y procesos gastrointestinales al descubrimiento de otros productos de las colmenas, que no por más desconocidos tienen menos importancia en sus usos medicinales o curativos: el polen como complemento nutricional, la jalea real, el propóleo (ese gran antiséptico natural), la cera y el veneno de abeja. Hoy podemos hablar de un gran futuro en apiterapia y cosmética natural para estos productos.
El verdadero valor de las abejas: la polinización
Pero si queremos apreciar verdaderamente la importancia de las abejas no podemos quedarnos en valorar los productos que extraemos de las colmenas y olvidarnos de lo que realmente es su valor fundamental, la polinización. De las aproximadamente 9.000 plantas diferentes que hay en la Península Ibérica las abejas visitan no más de 300, unas para recoger néctar, otras para recoger polen y otras para recoger propóleos.
Para estimar en su justa medida el trabajo de polinización de las abejas debemos decir que para conseguir una carga de néctar de su buche una abeja necesita visitar entre 1.000 y 1.500 flores, pudiendo hacer una media de 10 viajes diarios. Si consideramos una colmena media de 50.000 pecoreadoras, durante una floración de 20 días habrán visitado mil millones de flores. Para conseguir un kilo de polen, se necesitan aproximadamente 60.000 viajes.
En términos crematísticos, en 1983 la CE valoró en 6.500 millones de euros el valor producido por las abejas a través del incremento de las producciones agrarias. La FAO ya estableció en los años ochenta un valor económico de la polinización estimado en 20 veces el valor comercial de los productos obtenidos de la colmena.
En diferentes estudios realizados en Francia, Italia y Estados Unidos para los principales cultivos se ha llegado a establecer la incidencia económica de los insectos en general y de las abejas en particular, considerando como valor ampliamente aceptado que las abejas representan el 85% de la fauna polinizadora de las plantas cultivadas. En experiencias realizadas en Norteamérica se han alcanzado aumentos del 600% en la producción de plantaciones de cerezos por la introducción de colmenas en estos cultivos.
Aunque no disponemos de estudios, podemos extrapolar estos datos relativos a cultivos a los entornos naturales ya que, como todos conocemos, son los néctares de las plantas silvestres los que forman parte muy mayoritariamente de las mieles que habitualmente consumimos.
En Estados Unidos se ha reducido notablemente la cabaña apícola en los últimos 50 años, pero hay un retroceso más acusado en la última década debido a la varroosis, enfermedad de la que hablaremos más abajo. Los agricultores buscan desesperadamente a los apicultores para polinizar las grandes extensiones de almendros de California, donde se estima que son necesarias más de un millón de colmenas cada año. En Florida pasa otro tanto con los cítricos, ya que tienen muy claro que las abejas pueden mejorar hasta un 60% la producción cada año.
En la Comunidad Valenciana, sin embargo, se sigue prohibiendo la instalación de colmenas en las plantaciones de cítricos, como consecuencia de la mala planificación en las plantaciones de los mismos.
Llega la varroosis
A mediados de los años ochenta llega a nuestras colmenas una nueva enfermedad, la varroosis, producida por un ácaro de unos 2 mm de tamaño que se reproduce en las mismas celdillas donde nacen las larvas de abejas, impidiendo su normal desarrollo, produciendo malformaciones en su metamorfosis, además de favorecer la propagación de diversas enfermedades víricas. La consecuencia de esta enfermedad es la muerte de las colmenas en un periodo inferior a 12 meses si no se tratan convenientemente.
La varroosis es un problema muy grave para los apicultores, pero no sólo para ellos. La llegada de esta enfermedad ha supuesto la desaparición de todos los enjambres naturales que vivían en troncos huecos, cavidades de rocas, etc., lo que ha supuesto la desaparición de un gran número de colmenas silvestres que cumplían una importante función polinizadora en nuestros montes y espacios naturales.
En estos momentos institutos de investigación como el IBRA en Gran Bretaña están realizando campañas para la conservación de los polinizadores silvestres, abejas, abejorros, etc., con la protección de la flora silvestre de los bordes de los caminos y los setos de división de los campos de cultivo. Al mismo tiempo, se promociona la utilización de pequeñas colmenas para abejorros con la publicación de libros donde se explica su construcción y uso.
En nuestro país ya existe alguna experiencia pionera en la instalación de colmenas en jardines públicos en la ciudad de Alcoy y en Parques Naturales de Valencia para ayudar a la polinización de la flora silvestre.
Prohibidos en Francia, permitidos en España
En 1999 un estudio sobre la producción de miel de girasol en el oeste de Francia realizado por la Cooperativa France Miel, mostró una caída del 50% en la producción de este tipo de miel desde el año 1994. Este descenso coincide con la puesta en el mercado del insecticida sistémico Gaucho, en 1993, cuya molécula activa es el imidacloprid, que se usaba para el tratamiento de semillas de girasol y maíz. Tras su prohibición en 1999 fue sustituido por el producto comercial Regent cuya molécula activa es el fipronil. Este descenso de producción se acrecentó con el aumento de las superficies tratadas.
Estas moléculas son productos que actúan sobre el sistema nervioso central y tienen un fuerte poder insecticida. Los síntomas que se detectaron en las colmenas de abejas eran el despoblamiento de las mismas por la muerte de las pecoreadoras en los campos de cultivo y la desorientación de las abejas, lo que les impedía la vuelta a sus colmenas, y finalizando con la muerte de las colmenas en poco tiempo.
Otro dato preocupante es la permanencia de estos productos en el suelo. Se ha llegado a detectar estas sustancias dos años después de su utilización en los cultivos. El problema no es sólo para las abejas, sino también para la rica –e importante– fauna de los suelos.
Para el Dr. Colin del Laboratorio de Patología Comparada de la Universidad de Montpelier “el procedimiento de recubrir semillas con un insecticida supone un grave problema para el medio a causa de la dispersión de moléculas altamente tóxicas en agua, aire y tierra. Pero incluso, este riesgo se extiende a las personas que podrían encontrar estas toxinas en la leche de los animales alimentados con silos de maíz Regent o en el agua de riego o de consumo”·.
Ya en España, desde Galicia –diciembre de 2004– se denunciaba la desaparición de abejas de las colmenas por el uso masivo en pequeñas parcelas de cultivos hortícolas y frutícolas de Confidor, cuya molécula activa es, como en el caso del Gaucho, el imidacloprid. Este problema no ocurría en las colmenas de zonas de montaña.
En 2005 la mortandad se ha extendido por grandes zonas del Estado español: se ha denunciado la pérdida de entre el 40% y el 50% de las colmenas de muchos apicultores (en algunos casos las bajas son aún mayores), y hasta el momento se está hablando de la posibilidad de una enfermedad multifactorial sin tener muy claro cual es la causa real de este gravísimo problema.
El uso de los pesticidas antes comentados no está prohibido en España, y se van teniendo cada vez más datos de su uso en el tratamiento de semillas. Por eso no es de extrañar que, en marzo pasado, las organizaciones agrarias se manifestaran delante del Ministerio de Agricultura para, entre otras cuestiones, denunciar una mortalidad significativa de la cabaña apícola y despoblamiento de las colmenas con mayor incidencia en determinados territorios. Aunque todo parece indicar que esta mortandad no responde a una única etiología y sí a una confluencia de factores –climatología muy adversa de esta última temporada, con temperaturas extremas y escasas lluvias, uso de determinados insecticidas sistémicos, patologías, desarrollo de resistencias de los patógenos frente a determinadas moléculas farmacológicas, etc.– se exigía el estudio de la incidencia de algunos fitosanitarios sistémicos sobre esta grave situación al objeto de restringir o prohibir su uso.
Y, al mismo tiempo, esta concentración pretendía transmitir a la sociedad la imprescindible labor medioambiental que desempeña la cabaña apícola en el mantenimiento de la biodiversidad, del equilibrio ecológico y su aportación en la producción final agraria mediante la polinización que realizan las abejas en el medio natural. La apicultura es una actividad imprescindible y necesaria.
Según comentaba el responsable del Sector Apícola de COAG, “sin la presencia de apicultores no podría desarrollarse la polinización entomófila que si bien debería ser llevada a cabo por otros insectos, como consecuencia de la presión demográfica y por la ejercida por el propio hombre, queda casi en exclusividad en manos de la cabaña apícola mantenida a su vez por los apicultores. El principal producto de las colmenas es la polinización, la cual es imprescindible para el mantenimiento de la biodiversidad y el equilibrio de los ecosistemas. La miel puede importarse, pero la polinización no”.
Para terminar, como hemos podido ir viendo, las abejas son un magnífico indicador de la salud medioambiental. Su salud y desarrollo dependen del cuidado que realicemos de nuestro entorno natural. Las abejas seguirán siendo imprescindibles para la polinización de cultivos y de las plantas silvestres. En nuestras manos está el acabar con las agresiones que en estos momentos sufren y sólo con el desarrollo de una agricultura, una ganadería y una industria más respetuosas con el medio ambiente podremos conseguirlo.
Jesús Pérez Gómez
El Ecologista
Jesús Pérez Gómez es apicultor y miembro de Ecologistas en Acción
ECOSISTEMAS: ¿Qué ocurriría si desaparecieran las abejas?
Al margen de polémicas sobre determinados insecticidas (retirada del Régent de BASF y del Gaucho de Bayer), Science Actualités ha intentado averiguar qué sucede realmente en el planeta de las abejas, cediendo la palabra a expertos y apicultores (criadores de abejas).
La historia de las abejas discurre paralela a la del hombre. Desde los albores de la humanidad, nos deleitamos con la miel. Hoy en día, este néctar va constituyendo una rareza, porque las abejas han enfermado. En Francia, desde hace unos treinta años, la población de abejas disminuye y se debilita, probablemente por culpa de la sobreexplotación industrial humana de la naturaleza, a la que hay que sumar el uso indiscriminado de productos químicos para producir más y mejor... A veces, el remedio es peor que la enfermedad. Otro ecosistema en peligro.
Porque aparte de las abejas, se encuentra alterada toda la cadena que vincula a este insecto con los vegetales. Ausencia de abejas = ausencia de polinización = extinción de algunas especies vegetales = extinción de algunas especies animales…
Yves Leconte, Director de Investigaciones en el INRA: “ se puede decir que es la actividad humana peligrosa para las abejas“qu es
Malformaciones, trastornos del sistema nervioso, desorientación, trastornos del comportamiento... Las abejas presentan muchos síntomas que indican un delicado estado de salud. Hay abejas que no saben encontrar su colmena. A otras las expulsa el grupo porque no las reconoce. Los nuevos insecticidas utilizados desde los años 80 son neurotóxicos que se esparcen junto a las semillas de las plantas (girasol, soja, etc.), para protegerlas de sus diversos depredadores. Según estudios del INRA, se ha observado que las moléculas tóxicas continúan en la planta durante su crecimiento, e incluso su floración. El néctar de las flores que sirven de alimento a las abejas también contiene residuos químicos con efectos destructivos para las abejas. La producción de miel se ha reducido en un tercio, y hasta en 90 % en algunas regiones.
¿Qué parte de responsabilidad tienen los insecticidas?
Franck Aletru, Presidente del sindicato de apicultores de Vendée
Sobre los insecticidas de nueva generación pesa la acusación de provocar la muerte de las abejas. Pero al parecer tienen efectos nocivos de mayor alcance. Algunos expertos del INRA opinan que son moléculas que inducen múltiples riesgos, insuficientemente evaluados aún. Se postula que las moléculas empleadas pueden tener efectos en los humanos.
Yves Leconte: “Desaparición el ecosistema de las abejas“.
Las abejas podrían estar ingiriendo el imidaclopride y el fipronil, que supuestamente tan sólo protegen la planta. Los apicultores han protestado, sobre todo, contra un neurotóxico llamado Régent, de la firma BASF. La venta de Régent se ha suspendido. Se sospecha que este insecticida aniquila a las abejas. También está en tela de juicio otro producto, de Bayer, denominado Gaucho.
Sin embargo, no se ha establecido por completo la nocividad de estas moléculas. Los resultados de los análisis son contradictorios. Por ejemplo, los resultados de otras investigaciones realizadas por el INRA son menos tajantes. Los fabricantes, por su parte, rechazan cualquier responsabilidad.
Un problema mundial con múltiples causas…
En treinta años, una gran variedad de patologías ha afectado a las abejas y se ha extendido por todo el mundo. La complejidad de causas y la diversidad de factores dificulta el diagnóstico. Por ejemplo, la importación de especies ha conllevado, al mismo tiempo, el traslado de patologías desconocidas.
Yves Leconte: “Las abejas no tienen sólo una enfermedad.“
Al sur de la India, en el Estado de Karnataka, antaño importante productor de miel, un virus importado llegó a destruir hasta el 90 % de las colonias de abejas indígenas a principios de la década de los 90. El perjuicio económico fue considerable. Sólo un complejo programa de la FAO de ayuda económica y formación de los criadores permite reconstituir las colonias.
Franck Aletru: “Estas patologías aparecen en diversos tipos de paisajes agrícolas, modernos o no“.
En la región de Rimouski (Québec), la población también quedó aniquilada por culpa de agentes parasitarios desconocidos.
En Irak, los efectos tóxicos de la guerra del Golfo (el humo de las fogatas de los pozos petrolíferos) destruyeron el 90 % de las colonias de abejas.
No se trata, por tanto, ni de un problema exclusivamente francés, ni que afecte sólo a países que practican una agricultura con presencia masiva de productos químicos. A pesar de todo, queda por cuantificar la parte de responsabilidad de cada cual en función de los diferentes factores barajados, pero en ese aspecto ningún estudio científico parece estar en disposición de ofrecer una respuesta certera…
Desaparición de las abejas: ¿consecuencias para el ecosistema?
Yves Leconte: “Los riesgos son más para para el ecosistema.“
Las abejas son productoras de miel y agentes indispensables de la polinización de flores y plantas. Las abejas son un elemento en la cadena interactiva de los ecosistemas. La importancia de las abejas es mucha en los diversos ciclos vitales de varias especies. Sin abejas no hay miel, pero tampoco reproducción, y si desaparecieran algunas especies vegetales, también lo harían algunas especies animales.
'Si las abejas llegaran a desaparecer, al hombre sólo le quedarían unos años de vida', profetizaba Einstein…
Franck Aletru: 'El comentario de Einstein es una caricatura, pero está bastante cerca de la realidad...'
Las abejas forman parte del patrimonio cultural de la humanidad…
Desde que aparecieron en la Tierra, hace 80 millones de años, las abejas siempre migraron con los humanos. En las pinturas rupestres, se pueden ver hombres recolectando miel… La recolección de miel figura en los jeroglíficos, en las ilustraciones de la antigua Mesopotamia y la China de los primeros siglos de nuestra era. La Tierra Prometida es aquella donde manan leche y miel. El producto de las abejas es la principal imagen de lo dulce para una humanidad incipiente y atormentada. Está perfectamente claro que en estos inicios del siglo XXI el hombre no puede prescindir de las abejas…