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General: Los siete YO
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Respuesta  Mensaje 1 de 5 en el tema 
De: Marti2  (Mensaje original) Enviado: 26/04/2010 07:04
Los siete YO
 
En la hora más tranquila de la noche, cuando estaba ya medio dormido, mis siete YO se sentaron en círculo a conversar en voz baja.
 
PRIMER YO: Así es este loco, he vivido todos estos años sin tener otra cosa más que hacer que renovar su dolor durante el día y recrear su tristeza por la noche. No puedo soportar más tiempo el destino que me ha correspondido y me rebelaré.
 
SEGUNDO YO: Tú suerte es mejor que la mía, hermano, porque a mí se me asignó el YO alegre de este loco. Yo río su risa y canto sus horas felices, y con pies tres veces alados danzo sus más luminosos pensamientos. Soy yo quien debe rebelarse contra una existencia tan fatigosa.
 
TERCER YO: ¿Y qué debería decir yo, entonces, el YO amoroso, encargado de la antorcha ardiente de pasiones salvajes y fantásticos deseos? Soy yo, el YO enfermo de amor, quien se debe rebelar contra este loco.
 
CUARTO YO: Entre todos vosotros, yo soy el más desdichado, porque nada me fue dado sino el abominable odio y el destructivo rencor. Soy yo, el Yo tempestuoso, el único nacido entre las negras cavernas del infierno quien debería protestar por tener que seguir al servicio de un loco.
 
QUINTO YO: No. Soy yo, el YO pensante, el YO
imaginativo, el YO hambriento y sediento, el único condenado a vagar sin descanso en busca de cosas desconocidas y todavía no creadas. Soy yo y no vosotros el que debe rebelarse.
 
SEXTO YO: ¿Y yo? Soy el YO trabajador, el insignificante obrero que con sus manos pacientes y sus ojos anhelantes transforma los días en imágenes y da a los elementos amorfos formas nuevas y eternas. Soy yo, el YO solitario,
quien debe rebelarse contra este inquieto loco.
 
SÉPTIMO YO: Qué extraño es que todos queráis rebelaros contra este hombre por tener cada uno de vosotros un destino determinado que cumplir. ¡Ah, ojalá fuera yo como uno de vosotros y tuviera también un YO con un determinado destino! Pero no tengo ninguno, soy el YO sin ocupación, el que se sienta en silencio, vacío de tiempo y espacio, mientras que vosotros estáis ocupados recreando la vida.
Pensad pues detenidamente, ¿sois vosotros o yo, compañeros, quien debe rebelarse?
 
Cuando el séptimo YO hubo hablado, los otros seis lo miraron apenados, pero no dijeron nada. Y cuando la noche se hizo más profunda, uno tras otro se fueron a dormir, arropados en una nueva y satisfecha sumisión.
 
Pero el séptimo YO permaneció despierto, mirando la nada que está detrás de todas las cosas".
Kalil Gibrán
 


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Respuesta  Mensaje 2 de 5 en el tema 
De: glozaz Enviado: 26/04/2010 14:07

Respuesta  Mensaje 3 de 5 en el tema 
De: Buhoblanco Enviado: 26/04/2010 18:17
Gracias Kuki................

Respuesta  Mensaje 4 de 5 en el tema 
De: Lalita2 Enviado: 27/04/2010 21:02

Respuesta  Mensaje 5 de 5 en el tema 
De: Damara Enviado: 05/06/2011 17:27
 
Leí el loco hace muuuuchos añosy me encanto.
  
Me preguntáis como me volví loco. Así sucedió:
Un día, mucho antes de que nacieran los dioses, desperté de un profundo sueño y descubrí que
me habían robado todas mis máscaras -si; las siete máscaras que yo mismo me había
confeccionado, y que llevé en siete vidas distintas-; corrí sin máscara por las calles atestadas de
gente, gritando:
-¡Ladrones! ¡Ladrones! ¡Malditos ladrones!
Hombres y mujeres se reían de mí, y al verme, varias personas, llenas de espanto, corrieron a
refugiarse en sus casas. Y cuando llegué a la plaza del mercado, un joven, de pie en la azotea de su
casa, señalándome gritó:
-Miren! ¡Es un loco!
Alcé la cabeza para ver quién gritaba, y por vez primera el sol besó mi desnudo rostro, y mi alma
se inflamó de amor al sol, y ya no quise tener máscaras. Y como si fuera presa de un trance, grité:
-¡Benditos! ¡Benditos sean los ladrones que me robaron mis máscaras!
Así fue que me convertí en un loco.
Y en mi locura he hallado libertad y seguridad; la libertad de la soledad y la seguridad de no ser
comprendido, pues quienes nos comprenden esclavizan una parte de nuestro ser.
Pero no dejéis que me enorgullezca demasiado de mi seguridad; ni siquiera el ladrón
encarcelado está a salvo de otro ladrón.
 
Khalil Gibrán
 


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