La paranoia de la ciber-seguridad está muy bien implantada. La última la pudimos ver el jueves pasado, en la grandiosa actuación de la Policía Española desarticulando la cúpula de, ni más ni menos, Anonymous.
Tras dicha actuación, el Centro Criptológico Nacional (CCN-CERT), que conforma el equipo de defensa cibernetica patrio, elevó el nivel de alerta a “muy alto”, por temor a la respuesta de los que no son la cúpula de Anonymous.
Cada uno de los países, con pocas excepciones, disponen de sus correspondientes CERT, que definen cual es la política de defensa y respuesta ante un ‘ciber-ataque’. Y las políticas, son meramente de ámbito ‘nacional’.
Ahora, algunos ‘expertos de la seguridad’ han criticado que no se estén dando pasos hacia una Agencia Europea para la Ciberseguridad, al estilo del Cyber Command estadounidense.
Se calcula que la agencia europea tardará en configurarse aún un año más, realizando por el momento tareas de asesoría. La idea que apuntan algunos de los ‘expertos’, es que dicha agencia realice las funciones de coordinar a los diferentes CERT de los países miembros de la Unión.
Actualmente, la agencia policial europea Europol es la encargada de gestionar todo lo relacionado con el crimen en Internet, y la coordinación entre las policías de los diferentes países. El Centro Europeo de Ciber Crimen, nombre propuesto para la agencia, tomará el relevo en 2013.
Los ‘expertos en seguridad’ consultados son los principales dirigentes de grandes empresas dedicadas a la seguridad informática, como F-Secure o Trend Micro, además de otras empresas que, tras grandes dosis de serendipia, seguramente sean las responsables de implantar los sistemas de defensa y control.
Dichos sistemas incluyen bases de datos unificadas con datos biométricos de nosotros, los ciudadanos, la interconexión de los diferentes sistemas de información de los diferentes cuerpos de seguridad de los Estados miembros, el sistema de visados, el sistema de almacenamiento de huellas digitales de inmigrantes ilegales EURODAC y un larguísimo et cetera, proporcionando sin duda una gran cantidad de trabajo a dichas empresas, que obviamente se van a cobrar en su totalidad.
La sede de la Agencia, seguramente sea en Tallin, Estonia, curiosamente el país más citado en las excu… quiero decir, las razones que dan los ‘expertos’ para justificar su hype.
Mientras llega el momento de poner en marcha una nueva agencia, dedicada a devorar cientos de miles de euros de los contribuyentes con el fin de protegerlos de un enemigo invisible (o a lo peor, protegerlos de ellos mismos), los ministros de Justicia e Interior de la Unión acordaron empezar a hacer borradores con crímenes y las penas mínimas que se aplicarán a los ciber-criminales.
Este será el primer paso para la Directiva Europea sobre Ataques contra Sistemas de Información, una directiva que seguramente tipifique como delito, a nivel europeo, el ‘acceso ilegal’ a sistemas informáticos, la interferencia de los mismos, borrar o robar datos o, incluso, interceptar transferencias de datos no públicos.
Si, obviamente todos estos casos ya son delito en la mayoría de países. El problema es que la Directiva Europea seguramente modifique ‘ligeramente’ los baremos que definan qué es exactamente ‘interferir en un sistema informático‘.
Igual que con el tratado trampa ACTA, que define el mero intento de copiar un fichero a un dispositivo electrónico de nuestra propiedad como delito contra la propiedad intelectual, con multas y penas de cárcel superiores a cualquier tipo de agresión física contra una persona.
El equipo de ‘pre-configuración’ que comentaba, lo formarán diez miembros salidos de la Comisión, el Parlamento y el Consejo Europeos, el Comité de Regiones, el Comité Económico y Social, y la, cosas de la vida, Agencia Europea de Seguridad de la Red y la InformaciónENISA.
Curioso que, existiendo una agencia europea dedicada a estos menesteres, se salga ahora con la idea de montar otra estructura que, como decía, servirá para devorar dinero de los contribuyentes con el fin de protegerlos de si mismos.
Lo que no queda demasiado claro, aún, es si el Centro Europeo de Ciber Crimen será también el encargado de gestionar el muro de la vergüenza digital europeo.
La paranoia gana, otra vez más, y seguramente La Comisaria esté destapando botellas de champán, junto con los halcones de la ciber paranoia.
Es necesario protegerse de los que están empeñados en salvarnos de nosotros mismos.
Arnau Fuentes
Nación Red