Llueva, truene o...
relampaguee!!
No podemos pensar que el sol o la lluvia, el calor o el frío, hagan nuestro día genial o aburrido. Todos los días son buenos para que dejes nacer en ti el entusiasmo y la esperanza. Todos los días son maravillosos para quienes encuentran una oportunidad para dejar el egoísmo. Todos los días son radiantes y alegres para construir un mundo más justo y armónico.
Cada día, tu entusiasmo puede hacer la diferencia no sólo para ti mismo, sino para quienes tienen la fortuna de cruzarte en tu camino.