El balero
El balero consiste en una bocha o esfera de unos seis centímetros de diámetro, hecha generalmente de cedro, sauce o álamo. La esfera tiene un agujero de hasta cuatro centímetros de profundidad. Por un pequeño orificio se comunica con la superficie de la esfera, y a través del mismo pasa un hilo de unos 35 o 40 centímetros de largo; este hilo se une a un palillo cuyo grosor es ligeramente menor al del agujero y canal interior de la esfera.
Poco se sabe del origen de este juego, aunque en Yucatán se halló un antecesor de este juego, en el que se empleaban cráneos humanos en lugar de la esfera de madera. Asimismo, en el período precolombino, los niños usaban un juguete similar en México, Perú, Colombia, Chile, Argentina.
El juego consiste en tomar el palillo con la mano dejando colgar la bocha. Luego se impulsa hacia arriba y adentro, tratando de embocar la esfera en el palillo, actuando alternativamente un jugador y otro, considerándose aciertos a cada emboque y pérdida a cada intento frustrado. Los tantos propuestos como meta se establecen al inicio del juego.
En el balero existen varios tipos de jugadas como la simple, la doble, la vertical, la mariquita, la puñalada, la porteña, etc.
Hay una gran variedad de baleros, en cuanto al tamaño, la forma y el material del que están hechos. En México, por ejemplo, los baleros reproducen el típico sombrero del charro.
También varían de nombre dependiendo del país donde se juega. En la mayor parte de Colombia, en Argentina, Ecuador y México recibe el nombre de balero. En España se lo llama boliche. En Chile recibe el nombre de boliche o emboque. En Venezuela es conocido como el juego de la coca, boliche o perinola.
Son muchos los términos usados en diferentes lugares para designar este juego, como bilboquet (del francés: bola de billar), boliche, emboque, capirucho o perinola.