La Rueda
Cuando mi cuerpo, una vez más muera
y mis ojos, ventanas de mi alma inmortal,
caigan cerrando el paso a la luz que trae la ilusión,
ahí seré una nuevamente…,
daré cuenta y tomaré lo ganado
pagaré lo que adeudo y haré con ello
mi equipaje.
Mi cuerpo será destrozado
mil veces por la tierra, ésta y otras.
Mis manos regaran tantos viñedos
como mi boca besará los frutos
de mis tantos vientres,
seré hombre tantas veces
que ya no habrá misterio
en la siembra.
Seré hembra, seré hijo, seré padre,
seré lo que no he sido y lo que fui
Más en algún momento
seré ambos, hombre y hembra
arderán en mis manos,
no tendré que vestirme con cuerpo alguno,
daré frutos y fecundaré,
no correrá por mis venas emoción alguna,
ni lagrima ni risa vestirán mi faz, no habrá.
El silencio será tan grande
que ya no habrá misterio,
la palabra será muerta en mi boca
y seré una con todo.