Quédate conmigo Señor
Quédate conmigo, con valiente arraigo,
mira que me turbo, me entibio, decaigo.
Fúndete a mi alma, invade mi ser,
que la sombra humana nos impide ver.
Pero si te quedas, si te vas mostrando,
estas arideces se me irán quitando.
Que si Tú te quedas junto a mi dolor,
en la propia hondura sentiré tu amor.
Quédate conmigo, razón de mis razones,
conoce ese frío que dan las decepciones.
Quédate en la rutina, en el desvío,
¡te necesito tanto, Jesús mío!
Quédate conmigo. Mira que anochece,
la tarde declina, todo se oscurece.
Dulces resplandores tendrá la partida,
¡si quedas conmigo por toda la vida !
Zenaida Bacardí de Argamasilla