de no volver a escuchar
el susurro del mar decir
eres mi primera maravilla del mundo.
No me puedo acostumbrar
a dejar de mirar tus ojos
y ver en ellos el reflejo
de todo el amor que en ellos había.
Si ahora pudiese leer
de tus labios un te quiero
sería la estrella
que más iluminaría todo el firmamento.
Entregué mi amor, mi alma
y todos mis sentimientos
y solo fui una gota de agua
en ese inmenso mar desierto.
Por la mañana amanece
pero ya no florece
solo queda un marchito corazón
roto por tanto dolor.
Soñaba que tú me querías
soñaba que era verdad
solo el amanecer
me regresó a la realidad...