La principal ventaja de no usar huevos en esta receta, aparte de reducir posibles infecciones alimentarias, sobre todo en verano, es que se puede calentar sin problemas, como cuando la usamos de base para platos calientes o sopas como el gazpachuelo.
Ingredientes.
100 cc. leche, 200 cc. aceite de oliva virgen, sal, pizca de zumo de limón o vinagre de vino blanco.
Elaboración.
Nada más sencillo, ponemos todos los ingredientes en el vaso de la batidora y batimos hasta que la salsa emulsione debidamente, teniendo en cuenta que el tiempo necesario será superior al de una mayonesa normal, de huevo.
Y nada más difícil también. Y es que las mayonesas se cortan con facilidad. Si esto ocurriera, las amas de casa saben que no hay que tirar la preparación, basta añadir más aceite y leche y seguir batiendo hasta que emulsione de nuevo.
La batidora a utilizar puede ser la típica de brazo, o bien la de vaso vertical, que tiene las cuchillas abajo, o máquinas más sofisticadas como thermomix, la más usada en hostelería para estas elaboraciones. El resultado será parecido en todos los casos.
Una vez lista la probaremos de condimento y guardamos en frío en un recipiente hermético, para que no coja olores. Al no llevar huevo y usar leche esterilizada, se conservará sin problemas varios días en frío. Además es mucho más segura si vamos a usarla para elaborar bocadillos o una ensaladilla rusa para levar al campo o a la playa.
Otra ventaja importante, que ya he comentado, es que se puede calentar. Al no llevar huevos se puede añadir a caldos y hervirlos sin problema, que de otro modo se cortarían. Además, puedes experimentar añadiendo hierbas, como cebollino picado muy fino, estragón, o aromatizantes como mostaza o wasabi, como en la receta de hamburguesa de atún marinado con salsa de wasabi. Espero que os guste.
Tiempo de elaboración: 15 minutos