EL PAGO INMEDIATO
¿Cómo puede, Señor, vivir ajena
la gente a Tu respuesta cariñosa
si, al instante de hacer una obra hermosa,
ya el alma de Tu amor se siente llena?
¿Cómo puede olvidar, para su pena,
que esperas una acción nuestra amorosa
para irradiar Tu luz que, presurosa,
paga siempre, al instante, a mano plena?
Que, si no fuera por amor, que obramos,
y, si no fuera porque no pedimos,
y, si no fuera porque no esperamos,
y porque con el alma compartimos,
valiera imaginarse que actuamos
por recibir el bien que recibimos.