EL ABUELO Y EL NIETO
Un atardecer cálido. Las golondrinas juegan teniendo el firmamento como fondo.
El sabio abuelo camina satisfecho junto a su nieto.
Es un niño vivaz y despierto, lleno de inquietudes espirituales, ávido de respuestas.
Abuelo - dice quebrando el silencio perfecto de la tarde -, cuando el cuerpo muere, ¿qué sucede?
- El cuerpo muere, pero el Ser nunca muere. Él es el Ser de todo el Universo. Es la esencia sutil de todo el mundo.
-¡Oh, abuelo! - se lamenta el muchachito -, no termino de comprender. ¿Puedes explicármelo mejor?
- Coge un fruto de aquel árbol.
El niño, presuroso, lo coge y lo trae entre sus manos.
- Quítale la cáscara - dice el abuelo: ¿Qué ves?
- El fruto.
- Abre el fruto. ¿Qué ves?
- Granos.
- Abre un grano. ¿Qué ves?
- Minúsculos granitos.
- Abre uno. ¿Qué ves?
- Nada, querido abuelo, nada.
Y el abuelo declara: Ésa esencia sutil que tú no ves es el Ser. Mantiene en pie el gran árbol. Nos mantiene vivos a ti y a mí.
Hace que el río fluya y el fuego arda. Anima todos vastos espacios. Tú, querido mío, mi muy amado nieto, no ves esa
esencia sutil, pero está ahí...
El niño, satisfecho, agarró la mano temblorosa y envejecida de su querido abuelo. Apaciblemente, se fundieron
con el horizonte como el azúcar se funde con el agua.
By Kuky
Celi.
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