COMO RECONOCER AL ENVIDIOS@ Es al que le produce tristeza y frustración el bien ajeno, el que desea siempre y secretamente lo que el otro tiene, desea la admiración por lo que el otro ha conseguido, siente un secreto dolor de no tenerlo, suele hablar mal de persona a la que envidia para bajarle el perfil, se pone insegur@ al no saber por qué otros tienen lo que él/ella no tiene, tiende a decir frases hirientes para hacer daño... si se te cruza uno con estas características, es de la especie de los ENVIDIOSOS. La envidia deja de ser sana cuando se está todo el tiempo comparando a sí mismo con los demás. Genera una tendencia a acercarse a personas con las mismas características y alejarse de aquellas que son exitosas, para evitar ese sentimiento molesto. de inferioridad Entre los valores más envidiados suelen encontrarse el prestigio, el reconocimiento, es status ocupacional, el dinero, el poder o los símbolos que lo representan. Por eso es muy común que ocurra en el ámbito laboral. Para que la envidia se transforme en admiración es necesario que las cualidades que se observan en el otro no sean una amenaza para la autovaloración. La envidia es causada por inseguridad y baja autoestima, por lo tanto, lo primero que se debe trabajar es estos dos elementos. Difícilmente se logrará suprimir los sentimientos de frustración y envidia si no se superan primero estas dos carencias.   Pensar que hay personas que son mejores y que no por eso yo voy a ser penca, todo lo contrario, intentaré ser mejor observando las cualidades que poseen otras personas y que me gustaría poseer, y concientemente cada día intentar mejorar mis actitudes y controlar los malos pensamientos. No se puede evitar lo sentimientos de deseo y comparación, pero si se pueden evitar sus efectos. Mirar a la persona objeto de envidia y observar sus virtudes, valorarla por la presencia de ellas, ponerse en su lugar, pensar qué haría yo si tuviera dichas virtudes. Saber que la competencia no es mala mientras sea un estímulo para mejorar y no un motivo para desmerecer o perjudicar a otros o desmerecerse a sí mismo.    Plantearse desafíos y cumplirlos, ser perseverante cuando no son fácilmente alcanzables. Los fracasos son dificultades que debo resolver y no el fin del mundo y la evidencia de mi inferioridad.  De las otras personas hay que aprender, lo que me gusta y no me gusta del ser humano y qué ser humano quiero llegar a ser. Aprovecha la energía para alcanzar tus objetivos y no para destruir a otros. Pero los envidiosos no son las únicas víctimas de la envidia... es necesario identificar la envidia a tu alrededor a tiempo y así saber en quién depositar confianza y a quién tratar con limitaciones. Es difícil reconocer al envidioso porque se esconde tras una actitud amable, acogedora y simpática, tiene a fingir todo lo contrario de lo que siente y piensa y por eso, muchas veces se presenta como una persona que admira y respeta. Sin embargo, en otro contexto suele hablar mal de la gente, a la misma que admiró y respetó, a la misma que acogió con amabilidad y simpatía. Previene la Envidia... Y esto no es un consejo para los envidiosos sino para los envidiados... arranca del que alejó de tí porque tuviste éxito, o del que habló mal de tí a tus espaldas renegando de todo el afecto que le brindaste creyendo en su amabilidad y confianza. Arranca del que se acerca a tí para saber cosas que luego va a usar en tu contra. No confíes en quien intenta herirte desmereciendo tus logros y buenas acciones. De la red