Hay quien defiende esta interpretación a capa y espada, usando para ello terminología marinera. Durante siglos, para hablar de la tripulación de los barcos, no se enumeraban hombres, tripulantes o personas, sino se hablaba de almas. Pero la verdad es que todo esto son sobreinterpretaciones de una realidad mucho más simple.
Con la invención del Telégrafo y su popularización como medio de comunicación, se había inventado el alfabeto Morse para facilitar la comunicación. Este alfabeto, además de tener todas las letras, se añadió un prefijo de señalización especial para identificar mensajes de interés a lo largo de líneas telegráficas: CQ (Copy Quality)
Esta señalización se introdujo también en las emisiones telegráficas por radio, pero pronto se vislumbró la necesidad de un código de auxilio para aquellos barcos en peligro que tuvieran conexión telegráfica por radio. El 7 de enero de 1904, Marconi sugirió a través de su compañía de comunicaciones marítimas el código CQD, como una extensión de la señalización CQ, en el que la D significaba Distress (problema). En este caso también se popularizó una interpretación errónea Come Quicky, Distress (Venid rápido, problema).
La señalización CGD en Morse no era sencilla, y dependiendo de la situación y las dificultades de comunicación podía llegar a ser fácilmente malinterpretable. Por ello en una conferencia que tuvo lugar dos años más tarde, en 1906, se aprobó un nuevo código más sencillo e inequívoco, ya que no se correspondería con ninguna cadena de caracteres: tres pulsos cortos, tres pulsos largos, tres pulsos cortos (• • • — — — • • •).
SOS
Esta cadena de caracteres, aunque muchos lo crean, no se corresponde con las letras SOS, ya que no existe ningún espacio entre los puntos y las letras, lo que sería necesario para reproducir las SOS en Morse (• • • / — — — / • • •). La única razón para elegir esa secuencia fue que es inconfundible y fácilmente identificable.
Más tarde, con el paso de los años, se identificó con las letras SOS, por la similitud que acabamos de mostrar, y se elucubró sobre la frase de la que podría ser acrónimo. La más famosa es el Save Our Souls del que ya hemos hablado, pero también en inglés se interpretó como Save our ship (salvad nuestro barco) o Send out succour (emitimos socorro). En español también existieron algunas interpretaciones menos populares como Sálvenos o sufriremos, Solicito oportuno socorro o Sálvenos o sepúltenos. Pero la realidad era mucho más simple: SOS no significaba nada.
Para finalizar, un apunte más. Pese a la creencia popular, el nuevo código de auxilio en Morse, no fue emitido por primera vez durante la catástrofe del Titanic en 1912, 6 años más tarde de la introducción del mismo. Si bien aún era más popular el código CQD, el SOS ya había sido utilizado por varios buques europeos en los años anteriores, habiendo sido el primero en agosto de 1909 por el SS Arapahoe.