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Socio-Política: Guerra Mundial en Curso?
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: Marti2  (Mensaje original) Enviado: 07/11/2011 07:55
Netanyahu tratando de reclutar a una mayoría en su foro de los ocho ministros principales para atacar las instalaciones nucleares de Irán, no sólo es un escándalo, sino además una fantasía macabra.

Incluso el canciller Avigdor Lieberman -que una vez propuso bombardear la represa de Asuán y se propone ahora ir a la guerra en la Franja de Gaza para acabar de una vez por todas con Hamás- dijo esta semana en el programa de radio de actualidad "Todo es hablar" que estamos hablando demasiado de la cuestión iraní. Incluso citó una frase de un famoso film de vaqueros: “si quieres disparar, dispara, no hables". Lieberman, el más extremo de los extremistas, que no ha revelado si está a favor de un ataque a Irán, es consciente de la locura de nuestras amenazas para atacar ese país.

Es difícil creer que no hace mucho tiempo la censura prohibía cualquier publicación relacionada con el tema nuclear. En el mejor de los casos, se exigía invocar la frase "según fuentes extranjeras". Como si cualquiera que estuviera tramando algo contra nosotros en ese aspecto supiera menos acerca de sí mismo de lo que nosotros sabemos acerca de él. Cuando los censores permiten lo que estaba prohibido hasta no hace mucho, tal vez no sea por casualidad, sino que es algo destinado a concienciar a la opinión pública de que lo peor y más temible puede ocurrir, ya sea por presionar a los Estados Unidos para actuar contra Irán o encontrando excusas de por qué estamos perdiendo el tiempo en hacer concesiones a la Autoridad Palestina. En lo que respecta a Irán, el primer ministro Benjamín Netanyahu y el ministro de Defensa Ehud Barak, están adoptando el consejo de Maquiavelo: Elija usted mismo a un enemigo y alimente su odio hacia él.

La diferencia entre la situación actual y la de la Primera Guerra del Líbano, que se suponía que iba a durar 48 horas y se prolongó durante 18 años, es que el Primer Ministro de ese momento, Menachem Begin (cuyo entendimiento en materia de defensa se reducía a una pregunta a los soldados en el frente: "¿tenían ametralladoras?") estaba ciegamente apoyado en el ministro de Defensa Ariel Sharon y el Jefe de Estado Mayor Rafael Eitan, los mismos dos hombres que lo quebraron después de un largo camino de sufrimiento mental y físico.

Ahora el dúo Bibi y Barak amenaza con provocar la próxima guerra, Dios no lo quiera, contra las recomendaciones de la cúpula militar y de seguridad. La impresión es que Barak y Netanyahu no logran hacer las concesiones necesarias para un acuerdo diplomático con los palestinos y han decidido asustar a la nación y al mundo con la amenaza nuclear iraní y la necesidad de eliminarla.

El arsenal atómico del que, según fuentes extranjeras, dispone Israel, se ha denominado “el arma del día del juicio final”, es decir, que está diseñado para uso en una situación de extremo peligro para la existencia de Israel. La posibilidad de utilizar esas armas fue planteada una vez por la Primera Ministra Golda Meir en el inicio de la Guerra de Yom Kippur, cuando el ministro de Defensa Moshe Dayan dijo que estábamos al borde de la destrucción del Tercer Templo. Esta posibilidad nunca se consideró real.

Cuando los misiles Scud iraquíes caían aquí en la Guerra del Golfo, y como venganza por la destrucción del reactor nuclear Osirak por la fuerza aérea israelí y bajo las órdenes de Begin, salió a la luz un público lleno de pánico que huía a diario de Tel Aviv por decenas de miles. Durante el curso de la guerra, los representantes de los medios de comunicación se reunieron varias veces para conversar con el Jefe del Estado Mayor Dan Shomron. En una ocasión, de repente hubo una sirena de alarma. El jefe del Estado Mayor bajó inmediatamente al búnker de seguridad y cuando comenzamos a salir uno de los comentaristas, que ahora es uno de los más populares de la televisión, susurró: "Me temo que sin una bomba atómica, esto no va a terminar”. Terminó sin una bomba atómica y con una víctima mortal en Tel Aviv. También se terminó con Saddam Hussein, mucho más tarde, a manos de los estadounidenses.

Cuando Sharon era ministro de Infraestructura en el primer gobierno de Netanyahu, me reveló en una conversación personal que Bibi estaba poniendo interés en la cuestión nuclear ese mismo día. "No lo van a creer", dijo Sharon, "pero Raful [Rafael Eitan, que era entonces ministro de Agricultura] y yo, estos dos viejos, fuimos a ver a Bibi y le advertimos de que éste no es un tema para discutir, porque si rompemos el silencio sobre su existencia, nos quitarán el arsenal”.

La respuesta de Bibi, de acuerdo con Sharon, fue: "Yo sólo quería saber".

El diputado laborista y ex ministro de Defensa, Benjamín Ben-Eliezer, dice que suda por las noches. El ministro del Interior, Eli Yishai, del Shas también dijo recientemente que le cuesta dormir cuando sabe lo que está sucediendo. Yishai estuvo presente en las recientes (por separado) reuniones de Bibi y Barak con el rabino Ovadia Yosef. Es una lástima que el rabino no les diera algunos fuertes cachetazos en la mejilla, como es su costumbre, después de escuchar lo que tenía que decir.

Cuando nos enteramos de que Netanyahu está tratando de reclutar a una mayoría en el foro de los ocho ministros para un ataque contra las instalaciones nucleares de Irán, no se trata de un escándalo, como dijo el viceprimer ministro Dan Meridor, sino que se trata de una fantasía macabra. Se trata de una enorme irresponsabilidad fatal para poner un millón y medio de habitantes del país bajo el fuego de Irán, de Hizbulá, de Hamás y quizás, incluso, de la Autoridad Palestina. Y todo esto a la luz de la oposición y las dudas del Estado Mayor, del comandante de la Fuerza Aérea y de los organismos de inteligencia.

Aún si la amenaza de bombardear Irán está dirigida a presionar a los estadounidenses a actuar, este es el momento para reiterar una declaración ministerial de antaño: Bájense de los techos, locos.

Yoel Marcus
Haaretz



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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: Marti2 Enviado: 07/11/2011 07:56
Es conocida la escena que ocurre en una escuela: un niño pequeño se pelea con un chico más grande y grita a sus compañeros “¡Sujétenme antes de que le rompa los huesos!”

Todos los días nuestro gobierno, a través de todos los canales, grita que de un momento a otro va a romper los huesos a Irán.

Irán está a punto de fabricar una bomba nuclear. No podemos permitirlo, así que vamos a bombardearlos hasta hacerlos pedazos. Benjamín Netanyahu lo dice en cada uno de sus innumerables discursos, incluyendo el de apertura de la sesión de invierno de la Knesset. Lo mismo ocurre con Ehud Barak. Todo comentarista que se precie (¿alguien ha visto alguna vez alguno que no se respete a sí mismo?) escribe sobre el tema. Los medios de comunicación amplifican el sonido y la furia.

Haaretz salpicó su primera página con fotos de los siete ministros más importantes ("el septeto de la seguridad") que muestra a tres a favor del ataque, cuatro en contra.

Un proverbio alemán dice: "Las revoluciones que se anuncian con antelación no se llevan a cabo." Lo mismo va para las guerras. Los asuntos nucleares están sujetos a una muy estricta censura militar. Muy, muy estricta en verdad.

Sin embargo, la censura parece estar sonriendo con benevolencia. Dejen que los niños, incluidos el Primer Ministro y el Ministro de Defensa (el que decide finalmente en los temas de censura) hagan sus juegos.

El respetado ex veterano jefe del Mossad Meir Dagan, ha advertido públicamente contra el ataque, que describió como "la idea más estúpida de la que ha oído hablar". Explicó que considera su deber de advertir en contra de ella, en vista de los planes de Netanyahu y Barak.

El miércoles hubo un verdadero diluvio de fugas de información. Israel probó un misil que puede liberar una bomba nuclear a más de 5.000 km de distancia, más allá de dónde- usted-sabe. Y nuestra Fuerza Aérea acaba de completar los ejercicios en Cerdeña, a una distancia mayor de lo que-ya- sabes-donde. Y el jueves, el comando del frente interno realizó ejercicios por todo el Gran Tel Aviv, con sirenas de distancia. Todo esto parece indicar que la algarabía general es una táctica. Tal vez para asustar y disuadir a los iraníes. Quizás para empujar a los estadounidenses a acciones más extremas, y tal vez coordinado con los estadounidenses de antemano. (En fuentes británicas, también se filtró que la Royal Navy se entrena para apoyar un ataque estadounidense a Irán).

Es una vieja táctica de Israel actuar como si nos estuviéramos volviendo locos. ("El jefe se ha vuelto loco" es un grito de rutina en nuestros mercados, para sugerir que el vendedor de frutas está vendiendo a pérdida). No vamos a escuchar más a los EE.UU. Simplemente bombardearemos, bombardearemos y bombardearemos.

Bueno, seamos serios por un momento. Israel no va a atacar a Irán. Punto.

Algunos pueden pensar que me voy por las ramas. ¿No debería añadir al menos "probablemente" o "casi seguro"?

No, no lo haré. Repito categóricamente: Israel no atacará a Irán.

Desde la aventura de Suez en 1956, cuando el presidente Dwight D. Eisenhower envió un ultimátum que detuvo la acción, Israel nunca ha realizado ninguna operación militar importante sin obtener el consentimiento de Estados Unidos por adelantado.

Los EE.UU. son el apoyo más seguro de Israel en el mundo (además de, tal vez, Fidji, Micronesia, las Islas Marshall y Palau). Destruir esta relación significa cortar nuestro lazo salvavidas. Para hacer esto se debe estar algo más que un poco loco. Hay que ser un loco.

Por otra parte, Israel no puede librar una guerra sin un apoyo estadounidense ilimitado, ya que nuestros aviones y nuestras bombas provienen de los EE.UU. Durante una guerra, se necesitan suministros, repuestos, muchos tipos de equipamiento. Durante la guerra del Yom Kippur, Henry Kissinger tenía un "tren aéreo" diario de abastecimiento. Y esa guerra probablemente se parecía más a un picnic en comparación con una guerra con Irán.

Miremos el mapa, algo que, por cierto, siempre se recomienda antes de iniciar cualquier guerra.

El primer rasgo que llama la atención es el Estrecho de Ormuz, por el que pasa uno de cada tres barriles de petróleo que alimentan al mundo y viajan por transporte marítimo. Casi toda la producción de Arabia Saudí, los Estados del Golfo, Irak e Irán tienen que pasar por esta estrecha vía marítima.

"Estrecho" es un eufemismo. El ancho de esta vía fluvial es de unos 35 kilómetros (20 millas). Es aproximadamente la distancia desde Gaza a Beer Sheva que cruzaron la semana pasada los primitivos cohetes de la Yihad Islámica.

Cuando el primer avión israelí entre al espacio aéreo iraní, el estrecho se cerrará. La marina iraní tiene un montón de barcos con misiles, pero no serán necesarios porque serán suficientes con los lanzados desde las bases terrestres.

El mundo ya está tambaleándose, al borde de un abismo económico. La pequeña Grecia está amenazando con caer y arrastrar con ella los pedazos de la economía mundial. La eliminación de casi una quinta parte del suministro de petróleo a las naciones industriales llevaría a una catástrofe difícil de imaginar.

Abrir el Estrecho por la fuerza requeriría de una gran operación militar (incluido "poner las botas en el suelo"), que cubrirá con su sombra todas las desventuras de EE.UU. en Irak y Afganistán. ¿Pueden darse este lujo los EE.UU.? ¿Puede la OTAN? El propio Israel no está en la misma liga. Sin embargo, Israel estaría muy involucrado en la acción, y en el lado de las víctimas.

En una rara muestra de unidad, todos los jefes de los servicios de seguridad de Israel, incluidos los jefes del Mossad y el Shin Bet, se oponen públicamente a la idea. Sólo podemos adivinar por qué.

No sé si la operación es posible en absoluto desde el punto de vista militar. Irán es un país muy grande, casi del tamaño de Alaska y las instalaciones nucleares están, en gran medida, muy dispersas y subterráneas. A pesar de las bombas de penetración profunda especial proporcionadas por los EE.UU., la operación puede estancar los esfuerzos de Irán –tal como están- sólo por unos meses. El precio puede ser demasiado alto para resultados tan magros.

Más aún, es muy cierto que con el inicio de una guerra, lloverán los misiles sobre Israel -no sólo desde Irán, sino también los de Hizbulá y quizás también de Hamás. No tenemos una defensa adecuada de nuestras ciudades. La cosecha de muertes y destrucción sería intolerable.

De repente, los medios de comunicación están llenos de historias acerca de nuestros tres submarinos, que luego crecen a cinco o incluso seis, si los alemanes son comprensivos y generosos. Se dijo abiertamente que estos nos dan la capacidad de una central nuclear para un "segundo golpe", si Irán utiliza sus (todavía inexistentes) ojivas nucleares en contra de nosotros. Sin embargo, los iraníes también pueden utilizar las armas químicas y otras de destrucción masiva.

Luego está el precio político. Hay un montón de tensiones en el mundo islámico. Irán está lejos de ser popular en muchas partes de ese mundo. Pero el asalto israelí contra un país musulmán importante puede unir inmediatamente a suníes y chiíes, desde Egipto, Turquía hasta Pakistán y más allá. Israel podría convertirse en una selva en llamas.

Pero hablar de la guerra sirve para muchos propósitos, incluyendo los nacionales y políticos. El sábado pasado, el movimiento de protesta social cobró vida nuevamente. Después de una pausa de dos meses, una masa de gente se reunió en la Plaza Rabin de Tel Aviv. Esto fue bastante sorprendente, porque ese mismo día los cohetes caían sobre las poblaciones cercanas a la Franja de Gaza. Hasta ahora, ante esta situación siempre se cancelaron las manifestaciones. Los temas de seguridad estaban por encima de todo. Esta vez no.

También, mucha gente creyó que la euforia de la fiesta de Gilad Shalit borraría la protesta en la conciencia de la opinión pública. No lo hizo.

Por cierto, algo extraordinario ha sucedido: los medios de comunicación que mimaban desde hace meses al movimiento de protesta, han hecho un cambio. De repente, todos ellos, incluido Haaretz, le clavan cuchillos en la espalda. Como si fuera por una orden, todos los periódicos, escribieron al día siguiente que hubo una participación de "más de 20.000" personas. Bueno, yo estaba allí, y tengo alguna idea de estas cosas. Había por lo menos 100.000 personas allí, la mayoría jóvenes. Yo apenas podía moverme.

La protesta no se ha desgastado, como afirman los medios de comunicación. Lejos de ello. Pero, ¿qué mejor medio que permita tomar las mentes de la gente que exige justicia social que hablar del "peligro existencial"? Más aún, para las reformas exigidas por los manifestantes se necesita dinero. En vista de la crisis financiera mundial, el gobierno se opone vigorosamente a aumentar el presupuesto del Estado, por temor a dañar nuestra graduación en el mercado de créditos.

Entonces, ¿de dónde podría venir el dinero? Sólo hay tres posibles fuentes: los asentamientos (¿quién se atrevería?), los ortodoxos (la misma respuesta) y el enorme presupuesto militar.

Pero en la víspera de la guerra más importante de nuestra historia, ¿quién tocaría las fuerzas armadas? Necesitamos cada shekel para comprar más aviones, más bombas, más submarinos. Las escuelas y los hospitales deben, por desgracia, esperar.

Así que Dios los bendiga a Mahmud Ahmadinejad. ¿Dónde estaríamos sin él?

Uri Avnery
Gush-shalom.org


Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: Marti2 Enviado: 07/11/2011 07:58
Estados Unidos, Israel y el Reino Unido forman un triángulo agresivo contra Irán
 

En los últimos días ha habido un interés vociferante en Israel, EE.UU., y el Reino Unido por avivar las llamas de la iranofobia en lo que observadores ven como una pista falsa para iniciar una catastrófica guerra en Medio Oriente.

El trío, que constituye un maligno triángulo en sus esfuerzos iranofóbicos, hn realizado manifiestamente reuniones secretas entre altos funcionarios de la seguridad y formado un frente unido contra Irán.

Un informe reciente en The Guardian reveló que el Jefe del Estado Mayor de Defensa británico, David Richards, visitó secretamente Tel Aviv durante la semana, realizó una serie de reuniones con altos funcionarios militares y de los servicios de inteligencia israelíes y les garantizó el inquebrantable apoyo de Gran Bretaña en caso de un ataque contra las instalaciones nucleares de Irán. Además, los funcionarios británicos revelaron que el gobierno de EE.UU. considera la aceleración de planes para ataques selectivos contra las instalaciones nucleares del país y que Gran Bretaña está preparada a tomar parte en el plan para un posible ataque.

De manera muy interesante, el ministro de defensa israelí, Ehud Barak, llegó a Londres el miércoles para tener conversaciones con su homólogo británico, y es seguro Irán figura muy arriba en la agenda. La importancia de estas reuniones es que el alto funcionario militar británico no había visitado Israel durante una década. Por lo tanto, las recientes reuniones indican el reforzamiento de los vínculos de seguridad y militares entre los dos países.

Hace poco, un alto funcionario militar de EE.UU. que se dirigía a un foro en Washington dijo que Irán se ha convertido en la mayor amenaza para EE.UU. “La mayor amenaza para EE.UU., para nuestros intereses y nuestros amigos… se ha convertido en el foco y es Irán”.

Por coincidencia (¿qué raro?) ese mismo día (viernes) el presidente de Israel Shimon Peres también declaró algo que virtualmente tenía el mismo efecto, al decir que se aproxima la opción militar para impedir que Irán obtenga armas nucleares.

Cuando Channel Two News le preguntó si los acontecimientos se orientan hacia una opción militar en lugar de diplomática, Peres respondió: “Así lo creo, considero que los servicios de inteligencia de todos esos países miran hacia el reloj, y advierten a los dirigentes que no queda mucho tiempo”.

Al respecto, el presidente francés Nicolas Sarkozy, honró a una cumbre del G-20 de dirigentes mundiales en Francia con sus palabras concisas: “La conducta de Irán y su deseo obsesivo de adquirir (capacidad) nuclear militar viola todas las reglas internacionales… Si la existencia de Israel fuera amenazada, Francia no se mantendría inactiva.”

El trío (sin contar a Francia) ha aumentado su retórica contra la República Islámica de Irán. Amenaza no es una palabra nueva para Irán y el país está preparado para lo peor y como el ministro de Exteriores de Irán Ali Akbar Salehi dijo al margen de una conferencia de prensa en la ciudad libia de Bengasi: “EE.UU., desafortunadamente, ha perdido su sabiduría y prudencia en el manejo de los problemas internacionales. Depende solo del poder. Ha perdido racionalidad; estamos preparados para lo peor pero esperamos que lo pensará dos veces antes de colocarse en un camino de enfrentamiento con Irán.”

Una y otra vez, EE.UU. ha renovado su retórica vacua contra la República Islámica de Irán, repitiendo una y otra vez las mismas afirmaciones: que Irán mantiene un programa clandestino de armas nucleares; que Irán apoya el terrorismo en la región; que Irán viola los derechos humanos; que si Irán adquiere la tecnología para producir armas nucleares creará la Tercera Guerra Mundial.

La reciente afirmación presentada contra la república islámica antes del informe de la próxima semana del organismo de vigilancia nuclear de la ONU es que Irán ha “construido un gran contenedor de acero para realizar pruebas con altos explosivos que podría ser utilizado para armas nucleares”, y que Irán ha producido modelos de ordenador de una ojiva nuclear y otros detalles anteriormente no revelados sobre supuesto trabajo secreto de Teherán en armas nucleares”. Una afirmación sigue a la otra contra la república islámica y se forma un triángulo agresivo a fin de preparar la escena para un ataque generalizado contra el país con el propósito de saquear sus recursos naturales.

Sin embargo, Irán no se quedará tranquilo y dejará en paz en paz a los invasores.

En agosto de 2011, un alto comandante del Cuerpo de Guardias Revolucionarios Iraníes, el brigadier general Ali Shadmani mencionó tres medidas efectivas para contrarrestar todo potencial acto de agresión:

  1. Como Israel es el patio trasero de EE.UU. Irán perturbará la paz en ese país. (La ausencia de paz en Israel ciertamente denegará la respuesta a EE.UU.
  2. Tomaría pleno control del Estrecho de Ormuz, la vía marítima por la que pasa un 40% de todo el petróleo comprado (aumentando así los precios del petróleo a un nivel desconcertante, asestando un fuerte golpe a una economía que ya está en deterioro).
  3. Mantendría bajo estricta observación todas las bases militares estadounidenses en Afganistán e Iraq. En caso de un ataque, Irán inhabilitará a las tropas estacionadas en esas bases y las dejará discapacitadas para cualquier posible acción.

En último análisis, la agenda oculta de EE.UU. al crear iranofobia es generar un espectro de apocalipsis nuclear en el mundo, invadir el país en alianza con Israel y el Reino Unido y otras potencias nefastas y finalmente tomar en sus manos la miríada de recursos de Irán que han codiciado durante tanto tiempo.

Ante la perversa alianza Israel-EE.UU.-Reino Unido, no se puede decir con seguridad quién es el más responsable por todos estos actos provocadores contra Irán, pero parece que el enano israelí está manipulando al gigante EE.UU.-Reino Unido.

………

Ismail Salami es un autor y analista político iraní. Escritor prolífico, ha escrito numerosos libros y artículos sobre Medio Oriente.

Ismail Salami
Press TV/ Information Clearing House




 
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