Existió una señora que desconfiaba mucho de todas las personas, siempre estaba culpándolas por cualquier cosa así que ella vivía sola, pero tenia de ayudante a una muchachita.
Una de las cosas que mas quería esa señora era una aguja de oro con la que cosía todas las tardes, hasta que un día por más que la buscaba no la encontraba, así que acuso muy duro a la muchacha y le dijo que ella era la que le había robado su aguja de oro, así que la despidió.
Un día por la tarde la señora decidió ir al patio y encontró un lindo nido el cual le llamo la atención, subió a ver a los pajaritos y sorpresa!! encontró que su aguja de oro estuvo ahí todo el tiempo, la señora se sintió muy mal por haber despedido a la única persona que en verdad la cuidaba y quería.
Nosotros debemos aprender a no juzgar a las personas antes de saber la verdad porque nos podemos equivocar y puede ser que esa equivocación nos duela mucho.
D/A