Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Despierta
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 General 
 
 
  
  
 ♥.·:*BIENVENIDO*:·. ♥ 
  
  
  
  
 
 
  
  
  
 ♥.·:*GRACIAS POR TU VISITA*:·. ♥ 
 corredor 
  
  
  
  
  
 
 
  Herramientas
 
General: Juntos, pero no casados
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 4 en el tema 
De: Marti2  (Mensaje original) Enviado: 14/11/2011 06:18
Juntos, pero no casados
 
La manera de formar una familia fue mutando en las últimas décadas. Las “nuevas parejas”, por llamarlas de alguna manera, optan por la convivencia sin papeles. ¿Cuáles son los motivos para preferir la unión de hecho al casamiento? ¿Cuáles son las ventajas y desventajas? ¿Qué pasa cuando llegan los hijos?

¿Qué mujer no soñó de niña casarse con un hermoso vestido blanco del brazo de su príncipe azul? Con el correr de los años el príncipe se fue destiñendo y la frase “hasta que la muerte nos separe” resultó ser tan superficial, que actualmente hay un divorcio cada dos casamientos.

Hace veinte o treinta años, la convivencia sin unión legal era mal vista, había que pasar primero por el Registro Civil para poder empezar una vida en pareja. Aunque esa unión con el tiempo no marchara bien, había que aguantar o separarse, porque recordemos que hasta fines de la década del ‘80 el divorcio no era legal en nuestro país (en 1987 fue aprobada la ley 23.515 que estableció el divorcio vincular).
“El miedo al matrimonio y al divorcio, el estar insertados en una sociedad cada vez más individualista, consumista, y tener menos compromisos, son sólo algunos de los factores que influyen en esta complicada decisión de vida (casamiento)”, explicó el psicoterapeuta Tomás Angulo.

Vivimos en una sociedad que aún conserva ciertos rasgos de machismo, y es cierto que las mujeres son las que más anhelan el casamiento. Con respecto a esto, el especialista agregó: “me atrevería a decir que todas (las mujeres), por lo menos una vez en su vida, han deseado casarse, con todo lo que implica el ritual. El vestido blanco, la gran fiesta, los violines, etc. Y quienes digan que no, será porque ya lo hicieron y les fue mal en el amor; o porque algún otro motivo hizo que guardaran ese sueño muy en el fondo de sus sentimientos”.

Si hacemos un poco de memoria “hasta mediados del siglo XX  la mujer que convivía con un hombre era considerada una cualquiera. El término ‘concubina’ era peyorativo. Hoy no se usa porque fue cambiado  por el de ‘compañera’, ‘mujer’, ‘señora’ o ‘esposa’”, explicó un abogado de familia. La convivencia sin matrimonio se fue haciendo conocida en la década del ‘60 y tuvo su auge en los ’80. Hasta el día de hoy es una modalidad que va en aumento.
Así como hay parejas que afirman que “los papeles no unen más”, también están aquellas que aseguran que casados están mejor, más unidos. Vemos también parejas que conviven un tiempo “para probar” y luego pasan por el Registro Civil; y otras que deciden formalizar recién cuando llega su primer hijo. Pero ojo, hay un dato que los especialistas resaltan: “se estima que la ruptura es cuatro veces mayor en los que conviven”.
La pregunta a esta altura de los acontecimientos sería: ¿por qué las parejas, en su mayoría, se inclinan a la convivencia de hecho en lugar de al matrimonio? Y la respuesta permite muchas opciones. ¿Es más cómoda y espontánea la convivencia? ¿Es por el miedo al fracaso del matrimonio? ¿Por qué pensar que decir “sí, acepto” va a cambiar la manera de sentir o actuar de una persona? ¿Influye el entorno cultural y educativo de los cónyuges?
 

Angulo explica: “cada uno de nosotros está condicionado por lo que hemos vivido o por lo que nos rodea. Por lo que resulta lógico que tengamos modelos preestablecidos sobre cómo debe ser un matrimonio. Modelos que en muchos casos no han sido positivos y que se tiene el temor de volver a repetir. Por ejemplo, si nuestros padres son divorciados, seguramente esto influirá en que evitemos seguir sus mismos pasos. Todo lo contrario puede ocurrir si en nuestra familia existen matrimonios largos y armoniosos”.
Aunque la sociedad acepte cada vez más a las parejas que elijen vivir juntas sin casarse, muchas otras prefieren consumar este ritual religioso para cumplir con la presión social y familiar, y de esa forma vivir bajo el amparo de las leyes del hombre y de Dios; hecho que se presenta más en la comunidad latina, según reveló un estudio.
Dos conocidos sociólogos estadounidenses, David Popenoe y Barbara Dafoe Whitehead, del National Marriage Project de la Universidad Rutgers, aseguran que “los matrimonios suelen tener más estabilidad y compromiso económico”. En otro estudio, Linda Waite, de la Universidad de Chicago, descubrió que “formalizar una unión favorece el lado emocional y las parejas están más dispuestas a compartir recursos, ideas y estilo de vida”.

Ventajas y desventajas de la convivencia

En nuestro ordenamiento jurídico no puede ser equiparada la convivencia de hecho con el matrimonio, sin que importe la cantidad de años de convivencia que posean. No obstante, la ley y la jurisprudencia han reconocido ciertos derechos a los concubinos. Entre ellos, podemos mencionar los más importantes: indemnización a la concubina del trabajador fallecido, pensión para la concubina del trabajador fallecido, derecho a permanencia en el inmueble tras el fallecimiento del concubino locatario y ciertos beneficios previsionales como pensiones y obra social. Además, los hijos de estas parejas tienen idénticos derechos que los hijos de las parejas casadas legalmente. Pero en caso de separación, los miembros de la pareja conviviente no tienen derecho a exigir el incremento patrimonial de uno de ellos. Se puede vender la vivienda familiar sin la conformidad del otro, aun si allí siguen viviendo los hijos.

Las ventajas y desventajas entre la unión legal y de hecho son muy pocas, ¿será ese otro motivo por el cual se elige la vida en común pero sin papeles? Si tenemos en cuenta un estudio de la Dirección de Estadísticas y Censo de la Ciudad de Buenos Aires, vemos que en los años ‘80 se casaba el 92% de las parejas; en los ’90, el 86,4%; y ya entrado al nuevo siglo ese porcentaje siguió bajando al 78,4%, luego en 2004 llegó al 75% y finalmente en 2010 descendió al 69%, del cual el 50% se divorcia.
Para Sofía Harari, abogada del Equipo Latinoamericano de Género, “la convivencia se genera en base a la confianza y el trato igualitario, pero un gran porcentaje lo hace por no conocer la ley. El final de una relación por uno u otro sistema genera consecuencias muy distintas, en especial en las mujeres que por su dedicación al cuidado de los hijos relegaron su carrera laboral y profesional y están menos fortalecidas económicamente”
Más allá de lo dicho previamente, siempre habrá románticos tradicionales y románticos modernos, habrá bodas que celebrar y también uniones informales. Quizás, en unos años el matrimonio vuelva a ser la opción más elegida. Pero con o sin papeles, si hay amor verdadero, lo más importante es la familia.
Noticias y Protagonistas


Primer  Anterior  2 a 4 de 4  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 4 en el tema 
De: Amparito 09 Enviado: 14/11/2011 18:12
TUS APORTES SIEMPRE MUY INTERESANTES DE LEER ,GRACIAS POR COMPARTIRLOS ,ABRAZOS
 
AMPARITO

Respuesta  Mensaje 3 de 4 en el tema 
De: Lalita2 Enviado: 14/11/2011 19:36
Yo también creo que lo mas importante, Marti, es que se amen y respeten, con o sin papales. Tenemos amigos que llevan años sin papeles y son muy felices y padres cariñosos y muy responsables.

Respuesta  Mensaje 4 de 4 en el tema 
De: MYRYS Enviado: 14/11/2011 22:59
DONDE HAY AMOR,NO FALTA NADA...


Primer  Anterior  2 a 4 de 4  Siguiente   Último  
Tema anterior  Tema siguiente
 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados